Las mascarillas de protección respiratoria. ¿Cómo las probamos?
La infección por el SARS-CoV-2 también se transmite a través de las gotas que contienen saliva generadas cuando una persona infectada tose, estornuda, canta, habla o respira.
România Internațional, 23.12.2020, 13:57
La infección por el SARS-CoV-2 también se transmite a través de las gotas que contienen saliva generadas cuando una persona infectada tose, estornuda, canta, habla o respira. Los especialistas recomiendan el uso de la mascarilla de protección desechable de tres pliegues que previene y atenúa la transmisión del virus que provoca la enfermedad de la COVID-19. Por lo tanto, la función más importante de una mascarilla es reducir la transmisión de estas gotas, función relevante sobre todo en el caso de las personas asintomáticas, quienes se sienten bien y no son conscientes del peligro al que exponen a las personas de su alrededor. Seguramente hablamos de una dinámica social, implicando responsabilidad y consciencia. El uso incorrecto de la mascarilla provoca infección. Poco tiempo después del inicio de la pandemia, las fábricas de textiles se orientaron rápidamente y empezaron a producir las mascarillas denominadas fashion que además del aspecto atractivo, no son de buena calidad. Son mascarillas que se pueden reutilizar, cosa que levanta sospechas en cuanto a su eficacia. ¿Cuánta protección ofrecen estas mascarillas y qué requisitos deben cumplir?
A estas preguntas nos responde el profesor Costel Stanciu, presidente de la Asociación ProConsumidores:
Para ser eficiente contra el virus SARS-CoV-2, una mascarilla de protección respiratoria debe ser realizada y fabricada respetando los dos estándares existentes, el que se refiere a las semimáscaras filtrantes para protección contra partículas y el que se refiere a las semimáscaras de uso médico. Desgraciadamente, en el marcado también existe una categoría de mascarillas denominadas mascarillas «fashion» que no ofrecen protección contra el virus SARS-CoV-2. Se trata de mascarillas reutilizables que deben ser lavadas y planchadas, respetando las instrucciones mencionadas por el productor en la etiqueta. Las mascarillas de un solo uso se dividen en dos categorías. Están las semimáscaras filtrantes contra partículas que a su vez son de tres tipos: FFP1 (aseguran una eficacia de protección mínima del 80%, me refiero a la eficacia de la filtración bacteriana), FFP2 (con una capacidad filtrante mayor o igual al 94%) y FFP3 (con una eficacia de filtración bacteriana mayor al 95%). En el caso de las semimascarillas de uso médico, éstas se dividen en dos tipos: tipo 1, cuya eficacia de la filtración bacteriana es del 95% y tipo 2, respectivamente tipo 2R, cuya eficacia es mayor al 98%.
La eficacia de la filtración varía mucho, en función de la calidad del material de la mascarilla. De todas formas, los compradores deben verificar la etiqueta del producto para ver qué estándar de eficacia de filtración bacteriana respeta el producto. Hay muchas mascarillas que no respetan los estándares de seguridad en el mercado.
Costel Stanciu explica para RRI:
Desafortunadamente, Rumanía no ha verificado ningún tipo de mascarillas de protección respiratoria. A nivel de la Comisión Europea hay una plataforma denominada Safety Gate (sistema de alerta rápida para los productos peligrosos) donde los países miembros de la UE cargan alertas referentes a las mascarillas de protección contra el SARS-CoV-2: la eficacia de filtración bacteriana, la resistencia respiratoria y la resistencia a salpicaduras. Hay varias instituciones estatales implicadas en la verificación de la conformidad de las mascarillas de protección. La primera es la Dirección General de las Aduanas. Las mascarillas que no respetan las normas de seguridad deberían ser retenidas en la aduana, verificándose en la documentación que acompaña dicho lote si existe un certificado de conformidad expedido por un organismo notificado por uno de los países miembros de la UE. Me refiero a las mascarillas importadas, ya que más de un 80% de las mascarillas de protección llega de China. Los productores e importadores de mascarillas de protección respiratoria deben someter a pruebas cada lote importado de este país y en caso de que el inspector de aduanas no encuentre ese certificado de conformidad, dicho lote se rechaza, no se le permite la entrada en Rumanía. Otros países europeos encontraron varios lotes no conformes en las aduanas, Rumanía sólo encontró 3 o 4 lotes de este tipo. La segunda institución que debería implicarse en la verificación de la conformidad de las mascarillas de protección respiratoria es el Ministerio de Sanidad a través de la Agencia Nacional del Medicamento y de los Dispositivos Médicos. Esta agencia sólo gestiona una base de datos en la que figuran los importadores de mascarillas de uso médico y no ha hecho ninguna determinación de la conformidad de estas mascarillas. Otra institución con atribuciones es la Autoridad Nacional para la Protección de los Consumidores que podría verificar si las mascarillas respetan o no los requisitos legislativos.
De hecho, Rumanía emitió el pasado 13 de noviembre, a través del sistema RAPEX, de intercambio rápido de información sobre los productos peligrosos entre la Comisión Europea y los Estados miembros de la Unión, una alerta para mascarillas no conformes que existen en el mercado, que llevan el marcado CE pero no están certificadas, según ha anunciado Paul Anghel, director general en la Autoridad Nacional para la Protección de los Consumidores. El producto llevan inscrito el marcado CE, pero no está certificado como equipo de protección por un organismo competente. Recientemente, la Agencia ha prohibido la comercialización de más de 31 millones de mascarillas de protección. El presidente de la institución, Eduard Cozminschi, ha precisado que esas mascarillas han sido retiradas hasta que se subsanen las deficiencias y otras 90.000 mascarillas han sido retiradas definitivamente. Una de las irregularidades constatadas ha sido la falta del marcado CE, certificado de conformidad europea. Entre las irregularidades encontradas también figuran la información parcial o total, la falta del marcado CE, por lo tanto el producto no corresponde a las normas europeas, no ha sido certificado por una autoridad reconocida en el plano europeo, no han estado acompañadas por certificados de conformidad, no tienen indicaciones de uso, manipulación o almacenamiento. Asimismo, también se han encontrado prácticas comerciales incorrectas de modo que a través de ciertas denominaciones se les prometía a los consumidores que cierto producto les aseguraría la protección de la salud, según ha explicado Cozminschi.
En conclusión, aunque el uso de la mascarilla de protección esté demostrado científicamente hay que tener en cuenta su calidad: no cualquiera, no de cualquier parte, no de todas formas y las mascarillas fashion no nos protegen del virus, según concluye Costel Stanciu, presidente de la Asociación Pro Consumidores:
Desafortunadamente, las mascarillas «fashion» no son equipos individuales de protección, es decir no pueden ofrecer protección contra el virus SARS-CoV-2. La mayoría de los productores mencionan esto en la etiqueta. Estas mascarillas son más bien mascarillas antialérgicas, por lo tanto las pueden usar las personas alérgicas al polvo o polen. De hecho, son accesorios de vestuario.