Las madres menores de edad y la educación para la salud
El hecho de llegar a ser padres, uno de los acontecimientos más importantes en la vida del hombre, debería ser, y así lo es en la mayoría de los casos, un momento de alegría.
România Internațional, 19.09.2018, 18:04
El hecho de llegar a ser padres, uno de los acontecimientos más importantes en la vida del hombre, debería ser, y así lo es en la mayoría de los casos, un momento de alegría. Además, se trata de una decisión que trae muchos cambios y los padres deberían estar preparados para ello. Pero esto no ocurre con las madres adolescentes en Rumanía, un país que se sitúa entre los primeros de la UE en cuanto a este capítulo. Según Eurostat, en 2016, el 14% de los nacimientos de primeros hijos tuvieron como madres a mujeres de menos de 20 años. Y en 2015, las estadísticas de la UE indicaban que más de 350 de estas mujeres tenían entre 10 y 14 años, mientras unas 12.800 fueron madres primerizas con entre 15 y 19 años.
Aparte de estas cifras, se trata de vidas cuyo desarrollo deja de ser normal, lo que puede llegar a quebrar la biografía de esa persona, ya que deberá afrontar además una dura adaptación social. Los casos de niños que tienen hijos han impresionado a la directora de teatro Ozana Nicolau que ha puesto en escena su obra de teatro Foreplay, partiendo de sus propios recuerdos. Ozana Nicolau.
La representación tiene un carácter muy personal. Se trata de mi infancia, en los años 1990, cuando yo vivía en un barrio de la periferia de Bucarest, donde había muchos casos de madres adolescentes. Tuve muchas compañeras de mi escuela, o chicas de mi bloque, amigas mías que dieron a luz. Casi siempre ocurría lo mismo: las niñas se quedaban embarazadas, no se atrevían a decírselo a sus padres, solo amigos o compañeros que se enteraban… Me refieroen la escuela de primaria, en sexto, séptimo y octavo grado en el periodo 1996 — 1998. En un determinado momento, el embarazo empezaba a ser visible y ellas desaparecían de la escuela o del parque. Me imagino que la solución era mandarlas al campo o a una ciudad más lejana. Pero quedarse embarazada con solo 13 o 14 años era una vergüenza y ya no podías acudir a las clases. Era imposible.
Aparte del abandono escolar que impide a las mujeres a conseguir un trabajo decente, las madres adolescentes sufren un estigma social. Para realizar la representación de Foreplay, Ozana Nicolau ha hablado con más de 30 chicas embarazadas. Algunas le han dicho que su entorno lo considera un error. De esta forma, incluso las madres llegan a creer que su bebé es un error. Ozana Nicolae.
En vez de estar feliz, de disfrutar de la experiencia de la maternidad, esto se convierte en un gran peso. Ser madre o padre es una experiencia difícil y con muchos desafíos. Si esto sucede con 14 o 15 años, cuando la mujer no es madura, tienes la responsabilidad de otra persona pero tú no eres capaz de cuidarte a ti misma. Así aparece un conflicto interior, y a esto se añade la sociedad que te apunta con el dedo por tu culpa.
Los artistas que han participado en el proyecto Foreplay creen que el fenómeno de las madres adolescentes no es causado solo por las condiciones económicas precarias, sino que aparece en todos los entornos sociales. Ozana Nicolau.
Más bien está relacionado con nuestro pasado. En Rumanía sigue manifestándose el tabú de la sexualidad, aún nos cuesta mucho hablar sobre este tema. En la escuela no hay educación sexual, ni tampoco en la familia. Este es el problema.
Aún así, desde 2004 en el sistema público de enseñanza se imparte un curso opcional titulado ”Educación para la salud”. La enseñanza puede ser impartida a los alumnos de entre I-XII grado, por profesores de biología o maestros que hayan seguido un programa de formación profesional sobre este asunto. Entre las ONG que proveen este tipo de programas también figura la llamada ”Jóvenes para Jóvenes”. El curso ofrece nociones de higiene y protección del medio ambiente e incluso de salud, de la reproducción y la familia. Todas estas nociones son impartidas en función de la edad de los estudiantes. Adina Manea, la directora de la fundación ”Jóvenes para Jóvenes” nos ha dicho que en el año docente 2014-2015, casi un 6% de los estudiantes se beneficiaron de los cursos ”Educación para la salud”. ¿Cuántas escuelas de Rumanía escogieron esta asignatura opcional el año pasado? Adina Manea.
Para el año docente 2017 — 2018, los datos proporcionados por MEN indican que en más de 3500 escuelas rumanas se imparte este curso opcional, lo que significa un 6% – 7% del número total de estudiantes del sistema preuniversitario. Es mucho para una opcional, pero es poco si tenemos en cuenta los requisitos de los estudiantes en Rumanía.
La sociedad civil aboga por ampliar el acceso de la población a este tipo de educación, pero no necesariamente en las escuelas, ya que una parte de las madres jóvenes ya no acuden al sistema nacional de enseñanza. Aquí intervienen otros aspectos, como la tasa de abandono escolar, que es muy alta en Rumanía. A pesar de ello, todos deben tener acceso a la educación para la salud reproductiva, cree Adina Manea.
Se trata de un 10% de la población total femenina. Es mucho, porque el embarazo en adolescentes viene acompañado por otros riesgos para la salud de la madre y el bebé. En el periodo de un año escolar, solo 2 jóvenes de cada unidad escolar llegan a dar a luz. Lo que es cierto es que la escuela les ayuda para finalizar los estudios, si ellas lo quieren. Ya no existe aquel estigma asociado con este fenómeno, pero al mismo tiempo tampoco se debate el asunto. En el caso del entorno social y los amigos, la situación difiere. Nosotros como asociación, hemos visto muchos casos de niños cuidados y criados por la familia. Dado que trabajamos mucho en varios institutos, ahí hemos encontrado adolescentes con suficientes posibilidades materiales y un alto nivel de educación y que cuentan con el apoyo de la familia.
El apoyo de la familia es muy importante, según ha dicho la directora Ozana Nicolau.
Si tienen la suerte de vivir en una familia más equiilibrada desde el punto de vista emocional que pueda comprender por lo que la chica está pasando y apoyarla, entonces las cosas se arreglan en 2 años. Yo conocí un caso en Vaslui de una chica que fue madre menor de edad y que finalizó sus estudios, aprobó el bachillerato y luego se inscribió en la universidad donde ha obtenido una beca. Todo esto es posible si la joven madre recibe el apoyo de la familia e incluso el del padre del bebé.
La representación de Foreplay ha sido recibida con mucha emoción por el público. Padres que primero vinieron solos al teatro, ahora han invitado a otros padres a ver el espectáculo o han vuelto a verlo junto con sus hijos adolescentes. La representación de Foreplay también será presentada en algunos institutos de Bucarest y en escuelas de las grandes ciudades.