La salud de la mujer en Rumanía
Un 65,3% de las mujeres de Rumanía, cuando son cuestionadas en relación con su estado de salud, la autoevalúan como buena o muy buena en comparación con un 74,8% de los hombres.
România Internațional, 25.10.2017, 17:32
Un 65,3% de las mujeres de Rumanía, cuando son cuestionadas en relación con su estado de salud, la autoevalúan como buena o muy buena en comparación con un 74,8% de los hombres. Pese a ello, la preocupación por mantenerse en buen estado de salud parece ser más bien un privilegio de las mujeres.
Por ejemplo sólo un 36,2% de los hombres de Rumanía no bebe alcohol y no fuma en comparación con un 73,4% de las mujeres. En cambio en lo que atañe a un alimentación sana y a las actividades físicas, los hombres ocupan una posición mejor: un 16% de los hombres consumen frutas y hortalizas, practican deportes, mientras que sólo un 7,4% de las mujeres hacen lo mismo. Estos son sólo algunos de los datos relativos a la salud incluidos en el reciente Índice Europeo de Igualdad de Género, elaborado por el Instituto Europeo de especialidad EIGE, una agencia de la UE con sede en Vilnius. Este estudio se refiere a los 28 estados miembros y enfoca ocho sectores principales: trabajo, dinero, conocimiento, tiempo, poder, salud, desigualdades intersectoriales y violencia contra las mujeres. Todos los capítulos y los Estados miembros reciben una puntuación de 1, esto es desigualdad total, a 100, esto es igualdad total.
Con respecto al estado de salud, las diferencias presentadas antes subrayan precisamente el hecho de que tanto el acceso a los servicios médicos como la mentalidad acerca de cómo mantanerse sanos son cuestiones de género. Por ejemplo, animar a los chicos jóvenes a comenzar a fumar y a beber puede representar una actitud de la sociedad frente a los papeles masculinos y femeninos en la comunidad, considera Zuzana Madarova, experta en el marco del Índice Europeo de Igualdad de Género:
“Para las mujeres, las normas sociales de género con respecto a su salud difieren de las de los hombres. Por ejemplo, la imagen de una mujer moderna ejerce mucha presión en las mujeres. Muchas de éstas tienen un empleo, una profesión, pero son al mismo tiempo las principales responsables de la casa y de la familia. Este es el contexto en el que hay que ver las cosas. Sabemos también que a las mujeres les queda menos tiempo libre para las actividades sociales, deportivas, culturales y de relajación. Por ello debemos enfocar las políticas públicas de salud también desde una perspectiva de género.
Además, aunque en la UE la esperanza de vida de los hombres es 5 años menor que la de las mujeres, hay que ver en qué medida las mujeres gozan de un buen estado de salud, a pesar de vivir más. Además, el acceso a los servicios médicos, en general bueno a nivel de Unión Europea, pesa bastante en esta estadística. Zuzana Madarova nos amplía detalles:
“Si analizamos varios grupos sociales veremos que el grupo que se enfrenta al mayor número de obstáculos cuando necesita de servicios médicos son las personas con alguna discapacidad. Al mismo tiempo, el grupo en que surge el mayor número de diferencias de género al acceder a los servicios está representado por los padres solteros. Podemos decir que las madres solteras tropiezan con el mayor número de barreras cuando desean tener acceso al cuidado médico. En la UE, más de 9 millones de ciudadanos son padres solteros y un 85% de éstos son mujeres.
Del total de las mujeres de Europa, las rumanas son las que más descuidan su salud. La puntuación concedida a Rumanía por el Índice de Igualdad de Género asciende a 70,4 y es la menor en toda la UE, siendo el promedio de 87,4 puntos. No es ninguna sorpresa porque Rumanía ocupa el primer lugar entre los países de la UE con respecto a la mortalidad causada por el cáncer de cuello uterino, la mortalidad durante el parto, y el cáncer de mama figura entre las principales causas de muerte de las mujeres pero también de los hombres. La situación es aún más triste sabiendo que el cáncer cervical se puede prevenir a través de la vacunación y el de mama es parcialmente curable si se dscubre a tiempo. Ana Maita, presidenta de la organización no gubernamental “Madres para Madres milita por la vacunación de las chicas jóvenes contra el VPH, el virus del papiloma humano, responsable del cáncer de cuello uterino, y por la prevención en el caso del cáncer de mama:
Junto con varias sociedades médicas y asociaciones no gubernamentales hemos logrado convencer al CNA de incluir entre los anuncios de interés general, transmitidos por las emisoras de radio, un mensaje sobre la lactancia: la lactancia materna exclusiva durante los 6 primeros meses es esencial para el desarrollo del niño. Pero la lactancia es esencial no solo para la salud del bebé, sino también para la de la madre. Los estudios indican que las mujeres que amamantan por lo menos durante 12 meses reducen el riesgo de padecer cáncer de mama en un 30%.
La prevención del cáncer de mama también requiere una serie de análisis específicos llamados screening que también incluye la mamografía. Ana Măiţă:
El Ministerio de Sanidad ha iniciado un programa nacional en este sentido. Lamentablemente, no todas las mujeres de Rumanía tienen acceso a este programa, porque no reciben información o porque no entienden la importancia del examen médico y no lo solicitan a los médicos. En general, las políticas públicas deberían orientarse de manera más eficiente hacia la salud de la mujer, comenzando con la importancia de la prevención y de las vacunas y continuando con la educación sanitaria en las escuelas y en la comunidad, con un enfoque sobre la educación para la salud sexual y reproductiva entre los adolescentes. En realidad, en Rumanía, un 20% de las mujeres que llegan a ser madres van al médico solo cuando dan a luz. Tampoco van a una consulta durante el embarazo. Cabe destacar que casi todos estos controles son gratuitos para las mujeres embarazadas.
Aparte de la escasa educación sanitaria y el acceso reducido a los servicios médicos, los papeles sociales de las mujeres y los hombres son distintos, según indica el Índice Europeo de Igualdad de Género, lo que es mucho más importante de lo que creemos. Ana Măiţă:
Es cierto que en Rumanía, las mujeres hacen las tareas domésticas y esta es una de las causas por las cuales la mujer de hoy ya no encuentra tiempo para ocuparse de su salud. La triste realidad nos muestra que la mayoría de las mujeres que son diagnosticadas con varios tipos de cáncer acuden al médico cuando la enfermedad está en fase avanzada. Llegan al médico en el último momento cuando ya es tarde y ya no se puede hacer nada para salvarles la vida.