La pandemia de COVID-19 y el drama de los enfermos de cáncer de Rumanía
El cáncer representa la primera causa de muerte en muchos países de la Unión Europea.
România Internațional, 25.08.2021, 09:12
El cáncer representa la primera causa de muerte en muchos países de la Unión Europea. Rumanía ha registrado un récord negativo en cuanto al índice de la mortalidad causada por esta patología: antes del inicio de la pandemia de COVID-19, más de 140 enfermos oncológicos fallecían diariamente. Una vez con la aparición del SARS-CoV-2, el número de muertes de personas con diversas formas de cáncer casi se triplicó, según afirma el presidente de la Federación de las Asociaciones de los Enfermos de Cáncer, Cezar Irimia, basándose en cifras del Instituto Nacional de Estadística. Representando a casi 30 asociaciones de toda Rumanía, la Federación advirtió el año pasado, cuando se inició la crisis sanitaria, que las personas afectadas por el cáncer podrían carecer de cuidados médicos adecuados ya que toda la atención se centraba en la COVID-19. Un año después, las cosas se presentan con más claridad, se puede trazar una línea provisonal y se pueden sacar algunas conclusiones.
Cezar Irimia:
Consideramos que las estrategias del Ministerio de Sanidad fueron equivocadas. En primer lugar, la delimitación «hospitales COVID» y «hospitales no COVID» o la prohibición del acceso a la monitorización de especialidad de los pacientes crónicos, en general. Luego, la orden según la cual solamente los pacientes con emergencias médicas podrán ser ingresados en los hospitales públicos fue obviamente una restricción más para los pacientes oncológicos y para otros. En nuestra opinión, esa orden generó múltiples víctimas. Nuestros pacientes no recibieron más asistencia médica de especialidad, dejaron de ser monitorizados, no se les administraron los tratamientos a tiempo… todo esto significó vidas perdidas, según indican las estadísticas y también los datos de la Casa Nacional de Seguros de Sanidad. Diría que en Rumanía, en el año 2020, el diagnóstico del cáncer disminuyó en un 30-40% y esto se verá a finales de este año cuando los recién diagnosticados agobiarán el sistema de sanidad y generarán costes adicionales múltiples en comparación con el promedio diario actual.
En condiciones normales, la esperanza de vida es alta hoy en día para la mayoría de los tipos de cáncer. Y de repente, en plena pandemia, el riesgo de morir se triplicó. El sistema de sanidad de Rumanía condena a muerte a los pacientes que necesitan tratamiento y diagnóstico rápido y está a la cabeza de los decesos que podrían ser evitados, de las infecciones intrahospitalarias, del alto índice de la mortalidad materna y de la financiación reducida del PIB, según afirma el presidente de la Federación de las Asociaciones de los Enfermos de Cáncer, Cezar Irimia. En su opinión, el hecho de que debido al nuevo coronavirus, a los enfermos crónicos les dio miedo presentarse en el hospital es sólo una leyenda:
¿Cuál es el peligro que supera al de morir de cáncer? Nosotros sentimos, como pacientes crónicos, que durante la pandemia sólo tuvimos al Ministerio de la COVID y sólo la COVID importó. Cada uno hizo lo que pudo y tuvimos suerte porque los médicos, en general, y los oncólogos, en particular, se solidarizaron con los pacientes y poco a poco, después de efectuar las pruebas gratuitas, empezaron a recibir a los pacientes sin tener miedo a infectarse por el SARS-CoV-2. Dichas pruebas gratuitas facilitaron el encuentro entre los médicos y los pacientes. Pero, repito, todavía hay restricciones, no hay medicamentos y el acceso a los tratamientos quirúrgicos es reducido. Les voy a poner un ejemplo del Instituto Oncológico de Bucarest. Si antes de la pandemia se hacían 40 operaciones al día, durante la pandemia sólo se realizaron 10 operaciones al día como máximo. Todos los pacientes recibieron sólo un cuarto de los tratamientos según datos del INS que indicaron un gran número de decesos. No decimos que las medidas tomadas para tratar la pandemia fueron equivocadas, pero nosotros fuimos víctimas colaterales de estas medidas. Toda la atención se centró en esta pandemia, en vez de en el sistema en su conjunto.
El 3 de febrero, en víspera del Día Mundial contra el Cáncer, la Comisión Europea presentó un plan para combatir el cáncer, prioridad mayor y pilar esencial de una Unión Europea de la salud física de sus ciudadanos. Basado en la investigación e innovación, el plan establece un nuevo enfoque de la UE en materia de prevención, diagnóstico, tratamiento y cuidados paliativos, piezas vitales del mismo rompecabezas y del mismo viaje de cada paciente que padece cáncer. La Federación de las Asociaciones de los Enfermos de Cáncer de Rumanía pone todas sus esperanzas en este plan europeo. A lo mejor gracias a este plan, en el último momento, las autoridades rumanas elaboren a su vez un Plan y un Registro Nacional del Cáncer.
Cezar Irimia:
Junto con los médicos oncólogos y otros especialistas, la Federación de las Asociaciones de los Enfermos de Cáncer de Rumanía solicitamos desde el 2001 este Plan y un Registro Nacional del Cáncer. Llevamos 20 años pidiendo a las autoridades que lo hagan y ni siquiera hoy en día los tenemos. La falta de este Registro Nacional y en primer lugar del Plan Nacional del Cáncer creó grandes problemas en la vida de los pacientes durante la pandemia. Si contáramos con un Plan Nacional del Cáncer, seguramente las cosas habrían estado muchos mejor para los pacientes de cáncer, pero también ese Registro que pedimos habría monitorizado los fondos asignados a la oncología, habría ofrecido una estadística sobre la eficacia de los tratamientos aplicados a los pacientes y el presupuesto anual para la oncología habría sido elaborado en base a las estadísticas de este Registro y no según el historial, como se hace en el presente. Seguramente, hubo otros intereses y no se deseó implementar un Plan Nacional de Oncología y un Registro Nacional del Cáncer que monitoricen absolutamente todo lo que sucede en esta patología. Ojalá ese Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer determine a los Estados miembros a elaborar un Plan Nacional del Cáncer. Creo que somos el único país europeo que no tiene un Plan y un Registro Nacional del Cáncer. Es obvio que Rumanía es el país de todas las posibilidades. Por eso, tenemos tantos millonarios y los cementerios están llenos de pacientes que no tuvieron ni siquiera una oportunidad para sobrevivir.
El cáncer ya no significa muerte, según afirma el presidente de la Federación de las Asociaciones de los Enfermos de Cáncer, Cezar Irimia, quien recuerda que para los pacientes oncológicos, cada día es una lucha en la que también la organización del sistema de sanidad tiene una importancia extraordinaria.