La crisis de los medios de comunicación masiva en Rumanía
El año 2013 no fue favorable para la libertad de la prensa en todo el mundo, según informan las asociaciones no gubernamentales que monitorizan el sector.
Christine Leșcu, 21.06.2014, 08:02
El año 2013 no fue favorable para la libertad de la prensa en todo el mundo, según informan las asociaciones no gubernamentales que monitorizan el sector. Freedom House señala que solo una de cada siete personas vive en países donde las noticias políticas son creíbles, la seguridad de los periodistas está garantizada, la intromisión del Estado en los medios de comunicación es mínima y la prensa no está sometida a molestas presiones económicas. Freedom House considera que esta situación es un paso atrás frente a los años anteriores, que se debe sobre todo al deseo de los gobiernos autoritarios de controlar el contenido de las noticias, sea por el acoso de los periodistas, sea a través de toda una serie de restricciones impuestas a los sitios de noticias. Rumanía no es una excepción, según el informe anual sobre la libertad de la prensa publicado por Freedom House. He aquí lo que declara al respecto la directora de la filial de Freedom House en Rumanía, Cristina Guseth:
“Rumanía tiene 41 puntos y se considera un país en que la prensa es parcialmente libre. En este informe, la libertad de la prensa se analiza desde tres perspectivas: el marco legal, el marco político y el marco económico. Con estos 41 puntos, Rumanía se encuentra en una situación peor que Hungría, que se enfrentó a graves problemas en este sector y tiene 35 puntos, de modo que está mucho más cerca de los países que no pertenecen a la UE, como Albania, Kosovo, Macedonia o Bosnia-Herzegovina”
En el caso de Rumanía, las razones de esta situación tienen que ver con el aspecto económico. De nuevo ante los micrófonos de RRI, Cristina Guseth:
“En Rumanía hay muchísimas instituciones de prensa para su nivel de desarrollo económico. La prensa privada está apoyada, en general, por la economía, pero en Rumanía, la economía no puede sostener tantas instituciones de prensa: periódicos, emisoras de radio y cadenas de televisión privadas. Por eso, las instituciones de prensa están muy politizadas, bien directamente, cuando los propietarios son políticos, bien indirectamente. La politización de la prensa es masiva y los fondos que recibe no provienen de las actividades económicas, como sería normal. Otro aspecto tiene que ver con la legislación. No se trata solo del marco legal, como señalan los documentos, sino de la manera en que se aplica la ley. Quisiera mencionar al Consejo Nacional Audiovisual, que tiene leyes pero no las aplica.”
Año tras año, la organización ActiveWatch Rumanía publica el Informe FreeEx, en el cual analiza la situación interna de la prensa nacional y señala las causas de los eventuales deslices del respeto por la independencia de los medios de comunicación. El informe de 2013 confirma el declive señalado por Freedom House y proporciona más detalles. El representante de ActiveWatch, Răzvan Martin, nos habla de la situación en 2013:
“Comenzaría por la disminución de la independencia editorial y del interés público, como consecuencia de la politización excesiva del mercado de los medios de comunicación y de la configuración patronal de este mercado. Hay muchas instituciones de prensa importantes, sobre todo las que difunden noticias de interés público, que están controladas por actores políticos importantes del país. Hay bastantes casos que demuestran que esos políticos usan dichas instituciones para sacar provecho político y económico o para ejercer presión sobre la justicia.”
Una forma especial de presión es la que algunas instituciones de prensa ejercen sobre algunos periodistas. Răzvan Martin:
“El año pasado hubo dos penas de cárcel por chantaje perpetrado por periodistas o personas que trabajan en la prensa. Los medios de comunicación se convirtieron en una de las fuentes de presión e intimidación de otros periodistas y activistas cívicos, un fenómeno que fue señalado el año pasado, aunque hubiera existido un caso similar en 2012, un fenómeno muy peligroso. A los periodistas se les amenazaba con juicios. Me parece absurdo que los representantes de una profesión que se nutre de la libertad amenacen a otros compañeros suyos.”
Además de estos casos, en 2013 continuaron las acciones “clásicas” de ocultar información, según afirman los autores del Informe FreeEx. Escuchemos de nuevo a Răzvan Martin:
“Se trata de información ocultada por razones de seguridad nacional, como sería, por ejemplo, el tema de las cárceles de la CIA, en cuyo caso el Estado ha creado un bloqueo informativo para impedir que los periodistas lo investigaran. También hubo abusos de las fuerzas de orden público contra manifestantes y me refiero, en primer lugar, a los de Pungești, donde se violaron varios derechos constitucionales, como sería el derecho a la libre circulación, el derecho a la reunión y la libertad de expresión.”
Todos estos aspectos fueron señalados en el contexto en que, desde el punto de vista económico, la vida de las instituciones de prensa no es fácil. Muchos periódicos han cerrado pero se han mantenido como publicaciones en línea, mientras que algunas cadenas de televisión se enfrentan a problemas financieros. Los presupuestos asignados para la publicidad han bajado significativamente. Sin embargo, hay esperanza: los productos de calidad, aunque sean pocos, tienen buen índice de audiencia y contradicen la teoría según la cual solo el entretenimiento fácil lo obtiene.