Estudio UNICEF sobre adolescentes vulnerables
Según las estadísticas, en Rumanía hay aproximadamente dos millones de adolescentes. Sin embargo, no se sabe muy bien cuál es su perfil psicológico y cuáles son sus expectativas.
Christine Leșcu, 17.10.2013, 10:47
Según las estadísticas, en Rumanía hay aproximadamente dos millones de adolescentes. Sin embargo, no se sabe muy bien cuál es su perfil psicológico y cuáles son sus expectativas. Los llamamos niños o jóvenes, pero no los consideramos una categoría distinta. Esta es una de las conclusiones del estudio titulado “La situación del adolescente de Rumanía”, realizado bajo el patrocinio de la UNICEF por el instituto de sondeo de la opinión pública CURS y el Instituto de Ciencias de la Educación. Es un estudio realizado sobre la categoría de edades comprendidas entre los 10 y los 18 años para determinar cuáles son las preferencias culturales de los adolescentes, pero sobre todo sus problemas y las zonas de vulnerabilidad. Sandie Blanchet, la representante de la UNICEF en Rumanía, nos presenta los resultados del estudio:
Hay tres categorías de adolescentes vulnerables: los discapacitados, los adolescentes procedentes de las comunidades gitanas y los consumidores de drogas. Los mayores problemas son el abandono escolar (casi un 16% de los niños gitanos no van al colegio), los embarazos precoces (el año pasado, 17.000 jóvenes menores de 18 años se quedaron embarazadas), el consumo de alcohol (un 42% de los adolescentes han consumido alcohol por lo menos una vez), el consumo de tabaco (un 23% han fumado por lo menos una vez) y el consumo de drogas (un 5,4% de los adolescentes mayores de 14 años han consumido drogas por lo menos una vez).
El número de adolescentes que han consumido alcohol por lo menos una vez es alto, pero hay diferencias entre el medio urbano y el medio rural y entre chicos y chicas. La socióloga Ionela Șufaru del Centro de Sociología Urbana y Regional (CURS) destaca lo siguiente:
El número de chicos es el doble del número de chicas. En el medio rural, se ha consumido casi el doble de la cantidad consumida en las ciudades. En cuanto al consumo de tabaco, un 23% de los adolescentes han fumado por lo menos una vez, un 10% más en el medio urbano. Además, el número de chicos es el doble al número de chicas. Las drogas… Casi un 4% de los adolescentes encuestados han declarado que han consumido drogas por lo menos una vez. En la categoría de edades comprendidas entre los 14 y los 18 años, el número alcanza el 5,4%, y el 7,4% en el medio urbano. Normalmente, los adolescentes empiezan a consumir alcohol y tabaco por primera vez a los 14 años y medio. En cuanto al consumo de drogas, el momento de la iniciación varía entre los 11 y los 15 años.
Algunas de las causas son el alejamiento de la familia, la publicidad agresiva del alcohol y el tabaco y la facilidad de conseguir estos productos. El comportamiento sexual de riesgo es otra categoría analizada en el estudio titulado “La situación de los adolescentes de Rumanía”. He aquí la declaración de Ionela Șufaru:
Un 15% de los adolescentes encuestados han declarado que han tenido ya relaciones sexuales. El número de chicos es el doble del número de chicas, la mayoría en el medio urbano. Las chicas son más cautelosas y estables y usan más el preservativo. Desgraciadamente, un 16% de los adolescentes han declarado que nunca usan el preservativo. La mayoría han comenzado su vida sexual a los 15 años y medio.
Asimismo, el estudio ha tenido por objetivo enviar algunos mensajes de UNICEF para que se respeten los derechos de los adolescentes y para que la comunidad les ofrezca la ayuda que necesiten. Sandie Blanchet, la representante de UNICEF en Rumanía, ha declarado lo siguiente:
El sistema de enseñanza debería ofrecer a los adolescentes la información necesaria y formar sus destrezas a través de cursos de educación sanitaria. Tanto las escuelas como las comunidades deberían apoyarles a continuar los estudios. El sistema sanitario debería preparar expertos que los ayuden a adaptarse sin discriminación. Asimismo, el deporte reduce el comportamiento de riesgo. Todos estos servicios se deben ofrecer a nivel local. Y no por último, debe mejorar el acceso de los padres a la información.
Al admitir la gravedad de algunos de estos problemas que tienen los adolescentes rumanos, Nicolae Bănicioiu, el ministro de Juventud y Deportes, destaca la necesidad de la información:
Parte de la actividad que dedicamos a los jóvenes se basa en la prevención y el combate del consumo de alcohol, drogas y sustancias prohibidas. Asimismo, deseamos continuar la colaboración con la Agencia Nacional Antidrogas (ANA). Los representantes de la ANA han participado en todas las actividades desarrolladas este año por el ministerio. Asimismo, se conoce ya nuestro esfuerzo por promover un estilo de vida saludable entre los niños, porque esta es la mejor edad para aprenderlo.
Además de la información, la comunicación es también necesaria. A pesar de los problemas típicos de esta edad, los adolescentes están dispuestos a comunicarse con aquellos que estén dispuestos a escucharlos sin prejuicios.
(trad. Monica Tarau)