Escuelas del ámbito rural
Tal como se ve la escuela hoy, así será el país mañana, dijo Spiru Haret, quien, en el siglo XIX, sentó las bases de la educación moderna en Rumanía.
Roxana Vasile, 03.02.2021, 14:50
Tal como se ve la escuela hoy, así será el país mañana, dijo Spiru Haret, quien, en el siglo XIX, sentó las bases de la educación moderna en Rumanía. La educación rumana ha sufrido muchos trastornos en las últimas décadas, y la pandemia actual ha exacerbado los problemas que enfrenta. Especialmente en las zonas rurales, la situación es una de las más difíciles.
Además de organizar una feria del libro itinerante, campamentos culturales y conferencias inspiradoras para jóvenes, la organización sin fines de lucro BookLand contribuye a la renovación y dotación de escuelas del ámbito rural, para brindar a los niños de este entorno la oportunidad de recibir una educación de calidad.
Mihaela Petrovan es la fundadora de BookLand y ha hablado en RRI sobre las dificultades y los logros de este proyecto.
ʺCreo que la educación puede salvar la salud de los rumanos. Y no estoy exagerando. Nosotros, el equipo de BookLand, somos un puñado de personas sencillas, trabajadoras y, lo digo sin rodeos, sinceras y honestas en todo lo que nos propusimos hacer. Cumplimos con lo que prometimos y aún más. Nos propusimos, por ejemplo, el año pasado renovar diez escuelas y renovamos catorce. ¿Por qué escuelas y por qué en la zona rural? Es evidente mi amor por los libros. Soy una persona del pueblo, una persona de la zona rural y de eso estoy muy orgullosa. Y luego vino, de alguna manera, de forma natural. La idea nos la dio el director de una escuela que nos llamó y nos preguntó si podíamos ayudarle con no sé qué. No es complicado escribir en una tabla excel que un colegio necesita puertas, ventanas, techo, suelo, bancos… Lo complicado fue acercarnos a las empresas y convencerlas de que nos dieran materiales y, además, cuando pintamos o instalamos lo que se necesita en una escuela, estas cosas no se pueden hacer con drones o robots. Hay que trabajar con personas y tuvimos que llevar los equipos de trabajadores de las ciudades al campo. Aquí estaba el desafío, porque nos resultó difícil encontrar la empresa que nos ayudara, que nos diera el primer dinero para ello.
Pero Mihaela Petrovan y sus colegas de BookLand no se desanimaron. Con muy pocos fondos al principio, renovaron y equiparon una escuela, luego dos, luego tres. ¡En apenas un año y tres meses, han llegado a renovar catorce colegios rurales! Porque, poco a poco, a través de la perseverancia de tocar puertas y presentar una causa noble a varias empresas, el dinero empezó a llegar y finalmente a cada escuela pudieron destinar 31 000 euros de media. ¿Los logros más importantes? Una escuela tiene un techo completamente nuevo y otra, una caldera de gas para calefacción central y agua caliente. Mihaela Petrovan:
ʺNos enfocamos en las áreas pobres del país y obviamente fuimos a la zona más castigada de Rumanía: Moldavia (al este). Aquí la gente es estupenda, inteligente, ingeniosa, abierta, pero no tuvieron la suerte de contar con la posición geográfica de Transilvania. Yo soy oriunda de Transilvania, pero me centré en los colegios de Moldavia, porque ahí es donde está la mayor necesidad, al igual que en el sur del país. Elegimos las escuelas más pobres, las más antiguas, construidas hace 100 años o más, que necesitan consolidación, no solo una mano de pintura… No se puede meter a los alumnos en un colegio que está hecho una ruina y pedirles que estudien. ¡Esto no es posible! Es un placer estudiar en un aula donde todo está nuevo, huele fresco, no huele a humedad, no gotea el techo cuando llueve… ¡Es otra cosa! Si mostramos respeto por nuestros niños, ellos mostrarán respeto por el país.
Según las estadísticas seleccionadas de la página de Facebook de la organización sin fines de lucro BookLand, el 82% de las escuelas rumanas se construyeron antes de 1970, el 16% antes la Revolución Anticomunista de 1989 y solo el 2% después. Muchos centros educativos rurales todavía tienen los retretes en el patio trasero, sin agua corriente ni alcantarillado. La mayoría de las veces, debido a la pobreza, solo 77 de cada 100 niños de la zona rural atienden los cursos de primaria o secundaria. El 21% de la población rural completó solo la primaria y solo el 4.74% se graduó por una universidad. Más del 42% de los estudiantes rurales no aprobaron el examen de bachillerato. Cabe señalar también que casi 40 de cada 100 hogares rurales no tienen acceso a Internet en una Rumanía donde, durante casi un año, debido a la pandemia, la educación se ha realizado en línea. Mihaela Petrovan completa esta triste imagen:
ʺ¡Hay colegios que funcionan sin tener nada! La gente de ahí hace milagros. Echan un mantel sobre la mesa del profesor para que no se vean las esquinas rotas. En los pupitres de los alumnos, rotos, también ponen manteles, mantas… ¡Te duele el alma! Además, pedir a algunos profesores que cambien su sistema de enseñanza de la noche a la mañana es absurdo, no es posible. No es posible hacer cursos en línea en una aldea donde no hay señal de Internet. Hay escuelas donde no encontramos pizarras en las paredes, hay unas improvisaciones con tablas pintadas de negro. ¿Los niños no tienen una pizarra para escribir con tiza y estamos hablando de portátiles y cursos en línea? ¡Seamos serios, por favor! Somos unos hipócritas si no nos importa la zona rural, de ahí es de donde venimos la mayoría de nosotros. Los niños de pueblo no tienen las ventajas de los de la ciudad y es una lástima, no es correcto. No criticamos a nadie, nos proponemos ayudar. Nos juntamos, aportamos cada uno lo que pudimos, conocimos algunas empresas dispuestas a ayudar. Lo que hacemos nosotros lo puede hacer cualquiera.
Este año, BookLand tiene como objetivo renovar veinte escuelas en áreas rurales. Además, tiene otro objetivo. Nos ofrece más detalles la fundadora de la organización, Mihaela Petrovan:
“Nuestro sueño es crear desde cero un colegio modelo para Rumanía. Un colegio según el modelo finlandés, adaptado a nuestra zona de los Balcanes, con profesores contratados por nosotros, con un plan de estudios propuesto por nosotros… todo gratis… ʺ
Quienes quieran ayudar a la organización BookLand pueden donar 2 euros al mes enviando la palabra BUILD por SMS al número 8845. Con el dinero enviado durante doce meses, se puede comprar, por ejemplo, un pupitre en que un alumno se pueda sentar en el colegio de su pueblo.
Versión en español: Irina Calin