El nuevo año académico y el mercado inmobiliario
Cada año, según la tradición, a principios de octubre comienza un nuevo año académico.
România Internațional, 03.10.2018, 16:35
Cada año, según la tradición, a principios de octubre comienza un nuevo año académico. Las estadísticas indican que Rumanía se sitúa en el último puesto en la UE en cuanto al número de jóvenes con estudios universitarios, con un 25,6% de la población de entre 30 y 34 años. En los últimos años también se ha registrado un descenso del número de aspirantes a un título universitario, el nivel básico de estudios superiores. Así, en 2009 había 870.000 estudiantes rumanos inscritos, pero en el año docente 2016-2017 este número se redujo alcanzando solo unos 383.000. Cabe destacar que Rumanía ocupa el quinto puesto en el top europeo de los países con el mayor número de estudiantes en el extranjero.
Los que decidan estudiar en las universidades rumanas pueden escoger entre los principales centros universitarios ubicados en las grandes ciudades como Bucarest, Cluj, Iași o Timișoara. Cada año, a estas ciudades llegan jóvenes procedentes de varias zonas del país, y casi siempre se plantea el mismo problema: dónde alojarse, ya que las plazas disponibles en residencias estudiantiles no son suficientes. ¿Por qué? Más detalles nos ofrece Alina Simion, presidenta de la Asociación de los Estudiantes de la Universidad de Bucarest, una de las más prestigiosas de Rumanía. Alina Simion.
La Universidad de Bucarest cuenta con 5300 plazas en sus residencias. Estas plazas se reparten entre las facultades en función del número de estudiantes inscritos. La Universidad de Bucarest cuenta con más de 30.000 estudiantes, pero hay pocas plazas en las residencias, y muchas solicitudes de alojamiento. Evidentemente, el número de plazas disponibles no cubre la demanda. Las habitaciones se reparten en función de la nota media de cada estudiante. Además, hay un criterio social y médico. Los estudiantes pueden registrar su expediente junto con la solicitud de alojamiento.
Aunque en los últimos 10 años se han abierto algunas residencias estudiantiles nuevas, su número sigue siendo insuficiente. La residencia de la Universidad de Bucarest ubicada en el oeste de la ciudad en la zona de Grozăvești, una de las más conocidas de la capital, está muy cerca de otra residencia estudiantil, la de Regie, la más grande del país y que cuenta con 33 bloques, de los cuales 26 pertenecen a la Universidad Politécnica de Bucarest y el resto de 7, a la Universidad de Medicina. En Bucarest hay también otras residencias estudiantiles, ubicadas en las zonas de las facultades o en la periferia de la ciudad. Aparte de las residencias estudiantiles, otra solución para los estudiantes y sus familias es alquilar e incluso comprarse un piso o un estudio en la ciudad. La demanda es muy alta, lo que ha determinado la aparición de un verdadero fenómeno en el mercado inmobiliario. Escuchemos al experto en este ámbito Radu Zilișteanu.
En general, en las grandes ciudades universitarias, el otoño se caracteriza por este fenómeno en el mercado de la vivienda: aumenta la demanda, lo que conlleva una subida de precios. Se trata de un fenómeno que ha venido desarrollándose desde hace muchos años, pero este año hay otro problema típico para este periodo. El índice Robor de referencia de las hipotecas ha aumentado mucho. Por esta razón, se ha reducido el número de créditos hipotecarios. Por lo tanto, el alto número de estudiantes que acuden a los grandes centros universitarios y el acceso más difícil a los créditos hipotecarios representan los factores que explican porqué ha aumentado la demanda en el mercado y ha subido el precio de los alquileres. Evidentemente, tenemos esta subida de precios. Hay estudiantes que se suelen juntar en grupos de 3 o 4 para alquilar un piso compartido a un coste individual más barato.
Según estiman los expertos, este año el precio del alquiler para un estudio aumentará casi un 20% frente a los periodos habituales de transacciones en el mercado inmobiliario. Sin embargo, esta solución está destinada solo a los que disponen de un presupuesto que supera la media, ya que en el mercado libre el precio del alquiler para un estudio es de 75 euros al mes e incluso puede llegar a los 200. En la residencia estudiantil de Regie, el coste no supera los 165 lei (35 euros) en invierno y los 115 lei/ en verano (unos 24 euros) para los estudiantes que no pagan los cursos. Los que no tienen matrícula gratuita tienen que pagar 230 lei mensuales en verano (49 euros) y 300 lei en invierno (unos 64 euros). La Universidad de Bucarest tiene tarifas incluso más bajas.
La subida del precio de los alquileres y el número reducido de ofertas de alquiler dificultan el acceso de los estudiantes a una vivienda decente. Alina Simion nos aporta más detalles:
Hay algunos que pueden pagar el alquiler, pero son pocos. La mayoría de mis amigos viven en residencias estudiantiles. Los precios son bastante buenos, para los que son mantenidos por sus padres. Pero para los que trabajan, resulta muy difícil pagar el alquiler que casi siempre supera los 150 euros mensuales. Es mucho para un estudiante, para tener un piso decente. Yo llevo 4 años viviendo en la residencia porque no puedo alquilar un piso o un estudio, no me alcanza el dinero. No sé si este año después de finalizar los estudios de máster, cómo voy a conseguir dinero. Es muy duro, sobre todo si trabajamos y además tenemos que acudir a los cursos. Siempre hay problemas con la facultad o con el trabajo. Para algunos es una situación muy difícil.
Los estudiantes optan por alquilar un piso también porque en las residencias las condiciones no son buenas ni tampoco la limpieza. Hay ratas, cucarachas, baños compartidos. Estos son los problemas más frecuentes. Alina Simion.
Desafortunadamente, no es ningún secreto que las condiciones que se ofrecen son malas. A lo largo del tiempo ha habido intentos de modernización en las residencias. Pero la burocracia en las universidades se ha mantenido. Hemos traído muebles nuevos, también colchones. Este no es un problema, ya que los estudiantes suelen pintar su habitación. Además, hemos renovado los baños en Grozăveşti. Pero los baños compartidos siguen siendo el principal problema.
Recientemente, ha aparecido otra opción: las residencias privadas, donde las tarifas y las condiciones se parecen a las que se ofrecen en las residencias estudiantiles o los pisos alquilados.
(versión española S.Sarbescu)