El emprendimiento social, entre asistencia social y competitividad
El emprendimiento social consiste en la satisfacción de una necesidad social por medio de una empresa que genera beneficios y estos beneficios se reinvierten para conseguir el objetivo social principal.
România Internațional, 17.03.2021, 18:20
Las nociones de emprendimiento social y economía social lanzadas hace unos cuantos años en Rumanía fueron bien recibidas, especialmente porque se superponían parcialmente con una actividad con la que muchos rumanos estaban familiarizados: la realizada por las cooperativas artesanales. El emprendimiento social consiste en la satisfacción de una necesidad social por medio de una empresa que genera beneficios y estos beneficios se reinvierten para conseguir el objetivo social principal. En otras palabras, la empresa social no busca obtener un beneficio monetario, sino un beneficio para el desarrollo humano. Por ejemplo, en Rumanía, ya existen pequeños talleres sociales donde se contrata y se da formación a las personas desfavorecidas (personas sin techo, madres solteras y desempleadas, víctimas de la trata de personas) para practicar un oficio.
Se trata de actividades como la sastrería, la panadería, la reparación de equipos informáticos. Los empleados reciben un salario mínimo, pero sus vidas comienzan a recuperarse y estabilizarse para mejor. Esta es la ganancia intangible y la ganancia material sirve para la sostenibilidad de la empresa. Por lo tanto, desde el punto de vista de la ayuda mutua, la actividad de las empresas sociales y la de las organizaciones no gubernamentales, caritativas, se superponen. De hecho, los emprendedores sociales empezaron a actuar como administradores de algunas ONG, como es el caso de Raluca Chişu, coordinadora de la Asociación Kinetobebe.
“Somos una ONG con 40 empleados y un equipo de gestión y coordinación. Y, si hablamos de nuestros recursos, realmente vienen de dos direcciones: tenemos el recurso económico, es decir, vendemos nuestros servicios en el mercado y tenemos el recurso social que nos llega de donaciones y patrocinios. Eso es lo que hace la Asociación Kinetobebe, que yo coordino. Contamos con tres centros de recuperación pediátrica que satisfacen las necesidades médicas especiales de recuperación de los niños. Tenemos 150 pacientes diarios y un equipo de terapeutas empleados que trabajan a diario. Esto significa que debemos disponer de recursos económicos a diario para hacer frente a estos gastos. Los recursos económicos sociales que provienen de donaciones son muy inestables, inciertos, y como no podemos perder nuestras unidades que satisfacen una necesidad social, debemos desempeñar actividades económicas para cubrir los gastos. Normalmente estas actividades económicas no generan beneficios financieros, y si los generan, reinvertimos el beneficio en actividades sociales.”
Cualquier emprendimiento social debe satisfacer una necesidad social. Raluca Chisu montó una empresa social que partió de algunos problemas médicos de los niños.
“El hecho de que el 25% de los recién nacidos necesiten recuperación es una hipótesis de trabajo. El Estado ofrece ayuda pero no cubre todas las necesidades de estos niños. Los fondos públicos cubren solo el cinco por ciento de estas necesidades, de toda la recuperación motora que significa recuperación física y cognitiva. Por ejemplo, un niño con un diagnóstico neurológico necesita 365 días de recuperación al año, y el Estado cubre los gastos para dos horas de tratamiento durante 10 días.”
Es natural, considera Raluca Chişu, que las empresas sociales o las asociaciones no gubernamentales se hagan cargo de las tareas que el Estado no puede realizar. La condición principal sigue siendo que no se explote la necesidad social para ganar dinero.
Otra necesidad social es apoyar a los jóvenes talentosos. Este es el objetivo de la asociación coordinada por la música Doina Saliu, organizadora de festivales de música y clases magistrales dedicadas a los jóvenes, donde invita a músicos famosos. Doina Saliu.
“Para conseguir financiación hemos creado un Festival en línea junto con mis colegas. No tuve más remedio que fijar una aportación económica a modo de donaciones para poder cubrir los gastos durante todo este período. Por supuesto que tengo un contable y trabajo con un informático que ofrecen sus servicios como voluntarios, pero esto no puede durar indefinidamente. Invito una vez al mes a grandes artistas que tampoco cobran nada, pero esta situación no puede repetirse indefinidamente. Más recientemente, he pagado los contratos de mis compañeros con los que colaboro porque ellos tampoco pueden colaborar indefinidamente de forma voluntaria. Se trata de grandes nombres, de artistas de talla internacional.”
He aquí, pues, un ejemplo de cómo se puede compaginar la actividad benéfica y la económica para impulsar la carrera artística de los jóvenes. Además de esta cohabitación entre el ámbito filantrópico y empresarial, una cohabitación que a veces conduce a ambigüedades, el emprendimiento social también implica la interacción con las autoridades. Esto se hace, especialmente, para la promoción de políticas públicas beneficiosas para el ámbito en el que opera la empresa social. Raluca Chişu.
“Nosotros, las ONG o las fundaciones, dependemos mucho de las políticas públicas. Y a menudo los encargados de desarrollar estas políticas no nos hacen caso. Por ejemplo, la Sra. Saliu debería desarrollar una política pública para promover a los artistas jóvenes. Llevamos tiempo ya tocando a las puertas de los ministerios presentando proyectos de políticas públicas en diferentes ámbitos.”
La ley sobre el emprendimiento social se promulgó en Rumanía en 2016 y las estadísticas sobre empresas sociales también datan de ese año. Así, a finales de 2015, el sector empleaba a más de 136.000 personas, entre cooperativas, casas de ayuda mutua, asociaciones, fundaciones y otras organizaciones de economía social reconocidas por la ley. Además, más de 3 millones de ciudadanos rumanos se han dado de alta como miembros y beneficiarios directos de estas entidades. Hoy por hoy se supone que las cifras de economía social en Rumanía han aumentado.