Educación sobre medios de comunicación para adolescentes
En el contexto del desarrollo de internet y las redes sociales sin precedentes que se ha dado en los últimos años, ha aumentado a su vez el número de fuentes de información, creíbles o no.
România Internațional, 14.04.2021, 18:22
En el contexto del desarrollo de internet y las redes sociales sin precedentes que se ha dado en los últimos años, ha aumentado a su vez el número de fuentes de información, creíbles o no. Así, la expresión fake news o noticias falsas ha entrado en nuestro vocabulario básico, independientemente de que esta se acabe entendiendo o no. Y es que parece que nunca ha existido mayor necesidad de dirimir entre verdad y falsedad, entre una noticia bien redactada y una engañosa, que durante la pandemia actual. Es bueno que se domine la capacidad de saber diferenciarlas desde una edad temprana, como es el caso de los estudiantes de secundaria o preuniversitarios. En Rumanía, una de las instituciones que se ocupa de este asunto desde hace mucho tiempo es la organización no gubernamental Centro de Periodismo Independiente (en rumano CJI, Centrul de Jurnalism Independent), tal como nos cuenta su directora ejecutiva, Cristina Lupu:
«Llevamos realizando cursos de educación sobre medios de comunicación desde nuestra fundación en 1994. Aunque no los llamábamos necesariamente cursos de educación sobre medios. Así, oficialmente, en 2017 comenzamos lo que ahora se conoce como programa de educación sobre medios. Representa nuestro intento de incrementar la autonomía y el pensamiento crítico de los jóvenes. Mediante este programa hacemos muchas cosas. Trabajamos directamente con adolescentes, ya sea formándolos nosotros o trayéndoles a expertos. Por ejemplo, durante esta época, organizamos una serie de encuentros entre periodistas y adolescentes para que los periodistas respondan a las preguntas a los adolescentes. Pero como pretendemos que haya una implicación estratégica, decidimos trabajar con los profesores. Por muchos cursos que impartamos en el CJI, nunca hacemos lo suficiente para lograr un cambio a escala nacional. Por eso, hemos creado un procedimiento de formación de profesores de diferentes disciplinas. En este momento, nos estamos centrando sobre todo en los docentes de literatura rumana, con quienes desarrollamos estas competencias de medios de comunicación entre los jóvenes.»
Cristina Lupu también nos habla sobre cómo se incluye la información sobre los medios de comunicación durante las clases de rumano.
«En noveno y décimo, la asignatura es mucho más flexible y se trabajan muy bien los contenidos sobre medios. Por ejemplo, en noveno, en teoría de la comunicación, podemos discutir sobre cómo funciona la comunicación, cómo se construyen los mensajes y en qué medida todos tienen un autor y una finalidad. En lenguaje jurídico, podemos hablar sobre libertad de expresión y la Constitución. Cuando en noveno se llega al tema sobre los textos periodísticos podemos tratar cómo elaborar una noticia. Nos interesa que los adolescentes aprendan a escribir noticias de esta manera. Así, a medida que pasan por el proceso de redactar un material o una noticia, aprenden cuáles son los elementos de una noticia bien construida. Además, cuando consuman noticias, podrán ver qué falta o qué botones emocionales quiere apretar el autor, si la noticia suscita una reacción extremadamente fuerte, por ejemplo.»
Pero, ¿qué tipo de información obtienen los adolescentes y de dónde la obtienen? A esta pregunta responde la directora ejecutiva del CJL, Cristina Lupu:
«Aunque no consuman medios en el sentido en que lo hacen los adultos, llegan, a través de conversaciones con profesores, amigos o compañeros, a la información que circula en la prensa. Hay algunos estudios recientes que muestran que la desinformación durante la pandemia se ha dado en mayor medida, por ejemplo, en Instagram que en Facebook, e Instagram es una red a la que acceden más los adolescentes que los adultos. Obviamente, hay muchos elementos que tener en cuenta en todo momento. Pero, al mismo tiempo, aunque los intereses principales de los adolescentes sean el cine y la música, también les interesan mucho otros, sobre todo los estudiantes preuniversitarios con los que trabajamos, los del último año. Quieren saber qué pasa con la educación, qué pasa con los posibles puestos de trabajo en el futuro, qué pasa en este contexto con la pandemia y la vacunación. Creemos que debería haber más información escrita de manera atractiva para ellos antes de quejarnos de que los adolescentes no consumen noticias para nada.»
Por tanto, la forma en que percibimos a los adolescentes debe matizarse y, al mismo tiempo, la educación sobre medios de comunicación debe llegar a los niños de las zonas desfavorecidas. Con este objetivo, el Centro de Periodismo Independiente lleva varios años trabajando con UNICEF Rumanía, tal y como cuenta Despina Andrei, directora de comunicación y recaudadora de fondos:
«La necesidad de educación sobre medios de comunicación desde nuestra perspectiva no es nueva, pero se ha vuelto aún más evidente en el último año, desde el estallido de esta pandemia de COVID-19, ya que los jóvenes y los niños pasan mucho más tiempo frente a ordenadores y tabletas, pasan mucho más tiempo en internet, y esto los hace mucho más vulnerables a las noticias falsas y la desinformación, como también a fenómenos como el ciberacoso u otros tipos de abuso en línea. Por un lado, queremos que los jóvenes y los niños sepan decodificar los mensajes que ven, extraer información de varias fuentes, que no sean víctimas de la información falsa, la cual se ha multiplicado exponencialmente durante esta época, pero que también sepan protegerse contra las humillaciones, el acoso que puede darse en el entorno virtual con mucha facilidad en el contexto en el que uno no está preparado y no sabe que este fenómeno puede suceder.»
Recientemente, la colaboración entre el IJC y UNICEF se ha impulsado en otras direcciones, con la participación de la Junta de la Infancia, una estructura creada por UNICEF Rumanía hace dos años. Lo cuenta Despina Andrei:
«Nos encontramos en consulta permanente con la Junta de la Infancia, que es un organismo informal creado por UNICEF mediante un proyecto que pusimos a prueba durante la Presidencia de Rumanía del Consejo de la Unión Europea. Pero también nos consultamos con el Consejo Nacional de Estudiantes de Secundaria, una estructura formal. Trabajamos con estas dos entidades, una formal y otra informal, para, por un lado, crear materiales que traten las necesidades de los niños y que respondan lo mejor posible a sus necesidades de estar debidamente informados y protegerse de las noticias falsas. Por otro lado, estamos creando un conjunto de herramientas junto con el Centro de Periodismo Independiente, que se impartirá en tres sesiones, en tres módulos distintos, durante esta época de vacaciones prolongadas, de modo que adquieran las competencias necesarias para poder gestionar la avalancha de información y puedan obtener información de fuentes fiables y no difundan noticias falsas. Sobre todo, queremos que puedan convertirse en agentes de cambio frente a sus compañeros. Al final podemos trabajar con un número limitado de profesores y estudiantes. Lo importante es que la información que ofrecemos nosotros sea esa pequeña bola de nieve que aquellos con los que trabajamos continúan haciéndola rodar, de modo que en unos años todos estemos mejor informados. (…) Las reuniones serán en línea debido al contexto actual. Estos tres módulos de los que hablábamos se llevarán a cabo tanto con los niños de la Junta de la Infancia como con los jóvenes que conforman la junta directiva del Consejo Nacional de Estudiantes de Secundaria.»
Versión en español: Víctor Peña Irles