«Cosa de mujeres»: soluciones a la desigualdad de género en los campos STEM
Desde 2015, cada 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una gran oportunidad para recordarnos que muchas sociedades aún tienen un largo camino por recorrer hacia la igualdad de género en este ámbito. ¿En qué situación se encuentra Rumanía a este respecto?
![(sursa foto: facebook.com/Girls-in-STEM) (sursa foto: facebook.com/Girls-in-STEM)](https://www.rri.ro/wp-content/uploads/2025/02/sursa-foto-facebookGirls-in-STEM.jpg)
Iulia Hau, 12.02.2025, 15:37
Las estadísticas de la UNESCO muestran que, en todo el mundo, las mujeres representan solo un tercio de los investigadores científicos y esta proporción se ha mantenido estable durante la última década. Sin embargo, en los niveles superiores, es decir, en los puestos de dirección y como miembros de las academias nacionales de ciencias, las mujeres solo representan el 12 %.
Según los datos de 2023, en Rumanía las mujeres representan el 41 % de los licenciados en campos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), por encima de la media europea del 32,8 %. En la clasificación europea, los dos siguientes países con porcentajes más elevados son Polonia y Grecia. Sin embargo, las doctoras en ciencia y tecnología solo representan el 0,24 % de la población total de Rumanía, lo que nos sitúa en el último lugar de la UE, y solo una de cada cinco personas empleadas en campos STEM en Rumanía es mujer.
Los expertos en ciencia creen que deberíamos prestar menos atención a las cifras que sitúan a Rumanía a la cabeza de los países con mayor porcentaje de mujeres licenciadas o trabajando en campos de la ciencia y más a la escasa representación femenina en los puestos de investigación de alto nivel.
Una posible explicación de la aparente implicación de las mujeres rumanas en los campos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) es el pasado comunista, ya que en Rumanía tenemos el porcentaje más alto de licenciadas. Los esfuerzos masivos de alfabetización y profesionalización de las mujeres para modernizar la sociedad no se basaron en políticas de igualdad de género ni en movimientos feministas.
Algunas soluciones provienen de los centros educativos y las aportan las chicas que son directamente afectadas por esta desigualdad. El proyecto Chicas en STEM (Girls in STEM) fue iniciado en mayo-junio de 2024 por la organización Chicas en la Neurociencia (Girl Up Neuroscience), financiada por Naciones Unidas y liderada por diez estudiantes de secundaria.
Marina Suvac, estudiante de 12º curso en el Instituto Nacional «Vasile Alecsandri» de Galati (este de Rumanía) y presidenta de la organización Chicas en la Neurociencia, afirma:
«He notado esta falta de representación en términos de feminismo y de mujeres en la ciencia. A mí me fascina la neurociencia. Hay muchos proyectos como Chicas en STEM que suelen estar centrados en estudiantes de secundaria interesadas en las ciencias. Sin embargo, yo quise hacer algo más específico en neurociencia porque STEM es un área más amplia que incluye muchas cosas. Así es básicamente como surgió el proyecto Chicas en la Neurociencia. También encontré esta iniciativa a nivel internacional, Chica arriba (Girl Up), que tiene una página web muy detallada que proporciona mucha información. A partir de ahí aprendí un poco más sobre este proyecto y quise ser parte del cambio».
Aunque hay proyectos que pretenden animar a las chicas a estudiar estas disciplinas, Marina afirma que se dirigen sobre todo a estudiantes de secundaria. En su opinión, en esta etapa es demasiado tarde: ya se ha elegido la especialidad para estudiar y la idea de que las ciencias exactas son terreno masculino está arraigada. A la pregunta de qué han conseguido hacer en su tiempo libre, cuando no asisten a clase, Marina Suvac responde:
«Hemos organizado nueve seminarios web, que son eventos nacionales a los que invitamos a ponentes de diferentes campos. Hubo muchas ponentes femeninas: mujeres en campos STEM, pero también expertas en feminismo y en neurociencia. Este año también hemos hablado de salud mental. Chicas en STEM, nuestro proyecto de verano, tuvo lugar entre junio y agosto, y consistió en una conferencia y tres talleres prácticos en los que se invitó a niñas de 10 a 14 años a hacer experimentos científicos».
Marina Suvac, confiesa haber sentido en carne propia los efectos palpables de la falta de representación de las mujeres en las ciencias:
«En el noveno grado iba a un instituto en el que el rendimiento se basaba en olimpiadas y, sobre todo, en ciencias, y en mi clase había cinco chicas de 21 personas. Era una clase de informática y química».
A los actos organizados por Chicas en la Neurociencia asistieron mujeres rumanas licenciadas en ciencias o que trabajan en campos STEM en Rumanía y en el extranjero. Además de conferencias, seminarios web y talleres con decenas de experimentos, el equipo de Chicas en la Neurociencia, formado por más de doscientas estudiantes de secundaria que trabajan como voluntarias, publicó numerosos artículos explicativos en la web. Entre los temas tratados figuran la inteligencia emocional, los efectos de los traumas, el circuito de la dopamina, la neurodiversidad y la igualdad de género.
Un estudio realizado en 2021 en siete países demostró que la inclusión de los estereotipos de género de los padres podía desempeñar un papel decisivo en la perpetuación de la desigualdad de género en los campos STEM. Así, según las respuestas, los padres que participaron en la encuesta tenían seis veces más probabilidades de imaginar a un hombre cuando se les pedía que pensaran en un científico (85 %) y más de ocho veces más probabilidades a la hora de pensar en un ingeniero (89 %).
Versión en español: Victoria Sepciu