Compostar… en un edificio de viviendas
El Grupo de Iniciativa Cívica Cișmigiu está movilizando a los vecinos del Bloque Lírico para que formen comunidad... a través del compostaje.
Christine Leșcu, 10.07.2024, 13:00
El espíritu cívico en la ciudad no consiste solo en expresar quejas o denunciar a las autoridades cuando las cosas van mal. Por ejemplo, el Grupo de Iniciativa Cívica Cișmigiu está movilizando a los vecinos del Bloque Lírico, que está junto al famoso parque, para que formen en comunidad… a través del compostaje. Para este fin, recientemente se ha instalado una estación de compostaje en el jardín interior del edificio de viviendas, formada por tres contenedores especiales donde se recogen los restos de comida, se dejan madurar y luego se convierten en fertilizante. Alex Oprița, coordinador del grupo de iniciativa cívica del edificio de viviendas, cree que, trabajando juntos, los vecinos pueden socializar y luego relajarse juntos. Alex Oprița.
«Desde 2017 hemos empezado a cuidar el jardín del bloque. Es el del patio interior y el de la fachada. Hemos traído más plantas y hemos intentado pensarlo de forma más resiliente posible respecto a los cambios climáticos, que requiera el mínimo riego y la mínima intervención. Probablemente una buena parte del compost seguirá yendo a espacios públicos, jardines de barrio, y la otra parte irá a parar a personas que participan en el compostaje y quieran llevarse a casa parte del compost para sus plantas de interior, al ser un fertilizante natural muy beneficioso para las plantas.»
Tras la colocación de las cajas para la recogida y la maduración, siguió la lección de compostaje, impartida por Gabriela Iordan, coordinadora de los proyectos Academia de Compost y Livada Comunitară Mărțișor (Huerto Comunitario Marțișor).
«El compostaje, es decir la recogida selectiva de los residuos vegetales del resto de residuos que generamos en casa a partir de nuestro consumo diario, hace que cada fracción sea mucho más limpia y fácil de llevar a la zona donde puede volver a convertirse en materiales para el proceso de producción. Respecto a la recogida selectiva de residuos vegetales en las zonas urbanas, donde hacemos compostaje comunitario, fomentamos el uso de una receta muy sencilla. Separamos las peladuras de verduras, frutas, restos, posos de café, restos de té o flores de la casa y las trituramos bien al menos una vez a la semana. Luego los llevamos en estos cajones donde la comunidad lleva sus residuos vegetales. Es un proceso respetuoso con el medio ambiente, porque ya no generamos residuos en vertederos que no cumplen la normativa y deberían cerrarse de todos modos. Y en segundo lugar, los residuos vegetales se convierten en un fertilizante natural que utilizamos tanto en nuestras jardineras como en los jardines de los edificios como enmienda vitamínica y mineral para las plantas y los árboles, para mantener la vida.»
Actualmente, siete estaciones de compostaje similares a las cercanas al parque Cișmigiu funcionan en otras comunidades de los bloques de vivienda en Bucarest. Pero el fenómeno es algo más amplio, incluyendo barrios de casas. Gabriela Iordan.
«En este momento hay muchas más cajas de compostaje de este tipo y, obviamente, la gente ha empezado a comprar varios contenedores para el compostaje individual en casa, sobre todo cuando tienen una parcela de tierra y pueden poner estos restos vegetales y convertirlos en compost en pocos meses. Pero es verdad que el compostaje comunitario sobre todo en el barrio es más difícil y las estaciones de compostaje comunitario están dedicadas a unas microcomunidades en el edificio de viviendas, pero no solo de aquel edificio, sino también a las de la zona, a las personas que quieren compostar en la zona y aún no tienen una estación de este tipo. Quisimos mucho ampliar la red. En el proyecto Academia de Compost incluso ofreceremos un premio para una comunidad que quiera abrir una estación. Cuantas más, mejor. La gente que hace compost está empezando a plantearse algunas preguntas, para reducir el desperdicio de alimentos. Es muy importante entender que el compostaje no soluciona el desperdicio alimentario. Tenemos que solucionar el desperdicio de alimentos antes de compostar, es decir a partir de nuestra lista de la compra y de la cantidad que realmente cocinamos y consumimos. El compostaje comunitario se refiere, como he dicho, solamente a los restos de verduras y frutas, los posos de café y, como mucho, las cáscaras trituradas».
Alex Oprița, del Grupo de Iniciativa Cívica Cișmigiu, nos explica lo fácil o difícil que es reunir una comunidad en torno a proyectos de este tipo.
«No es fácil. Me gustaría decir que lo es y que esto ocurre porque en realidad vivimos en una sociedad en la que no se nos anima a socializar con nuestros vecinos, con la gente que nos rodea. Todo va tan rápido que nos damos cuenta de que no encontramos tiempo ni siquiera para reunirnos con los amigos íntimos o la familia. Y precisamente por eso no es fácil reunir a la gente. En nuestro Bloque Lírico, ha ocurrido paulatinamente. Hemos tenido una serie de actos comunitarios, desde jardinería hasta ornitología, varias actividades que se han celebrado en el barrio, algo que llevamos haciendo durante los últimos 5 años. Un punto clave creo que fue que desde el principio tuvimos un canal de comunicación en el bloque, hicimos un grupo de Facebook y poco a poco fueron entrando vecinos. Ahí empezamos a relacionarnos, a conocer a nuestros vecinos cara a cara, a saludar y a intercambiar alguna palabra. Y los talleres organizados para la comunidad son una gran oportunidad para unir a los vecinos a otro nivel, no solo en el laboral.»
Actualmente hay 10 vecinos que recogen restos en el Bloque lírico. La sorpresa fue que los residentes de los bloques vecinos, al enterarse de la existencia de la estación de compostaje, empezaron a venir aquí con sus restos de comida.
Versión española: Monica Tarău