Cómo ven los rumanos los 10 años de la adhesión a la UE
Hace diez años, el 1 de enero de 2007, Rumanía y Bulgaria ingresaron en la UE.
Christine Leșcu, 04.01.2017, 13:32
Hace diez años, el 1 de enero de 2007, Rumanía y Bulgaria ingresaron en la UE, en una prolongación de la extensión más amplia de la historia del bloque comunitario que tuvo lugar en 2004. El entusiasmo era grande en todos los Estados ex comunistas, sobre todo en Rumanía. Nuestro país ocupaba entonces el primer lugar respecto a la confianza en las instituciones de la UE según los sondeos de opinión. ¿Cuál es la situación actual, diez años después, a finales de 2016, un año difícil en el que la Unión se vio afectada por los ataques terroristas y también por el anuncio de la salida del Reino Unido del bloque comunitario? En estas condiciones, ¿sigue Rumanía manteniendo su entusiasmo respecto al euro, junto con los demás Estados miembros? Según un reciente Eurobarómetro de tipo Parlametro realizado siguiendo la solicitud del Parlamento Europeo, un 53% de los rumanos opinan que la pertenencia a la Unión Europea es un factor positivo para su país. Es un porcentaje que coincide con la media europea, pero que representa una disminución para Rumanía en el contexto en que la confianza en la UE estaba aquí en unos niveles muy elevados, alcanzando el 70-80%, aun antes de la adhesión. En un periodo en que todos los europeos están preocupados, el resultado no es sorprendente, según Bogdan Voicu, sociólogo del Instituto de Investigación sobre la Calidad de Vida de la Academia Rumana.
“Es un porcentaje que cumple con la tendencia global hacia la disminución de la confianza en las instituciones supranacionales. Hay que tener en cuanta también la posición de Rumanía que es un poco específica. Rumanía ingresó en la UE con un capital de confianza muy elevado, con un gran deseo de estar allí, porque de esta manera se reconocía su pertenencia al mundo civilizado. Por un lado intentamos definir nuestra importancia como rumanos, por otro lado queremos que nos reconozcan como ciudadanos civilizados del mundo. La etiqueta de ser civilizado significa para nosotros estar en la UE, ser reconocidos también como ciudadanos europeos.
En los diez años que han pasado desde la adhesión, los rumanos han tenido la oportunidad de informarse mejor sobre las instituciones de la UE y entender que su influencia tiene límites y la adhesión a la UE no significó que todo iba a ser perfecto, según ha afirmado la eurodiputada Renate Weber, miembra de la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales.
“Omitiría de los factores que influyen en las respuestas que ofrecen en algún momento los ciudadanos los debates que tienen lugar al nivel de cada país. Este sondeo se ha realizado en un momento en que en Rumanía unas voces bastante numerosas han hecho reproches a la UE respecto a las políticas adoptadas y la manera en que Rumanía siente que está fuera de los grupos que toman las decisiones. El no recibirnos en el espacio de Schengen ha influido a su vez en el sentimiento de ciudadano europeo. Además, la mayoría de la gente considera que la libre circulación es un elemento importante y un claro factor de la identidad europea.
Como casi cada rumano tiene familiares o amigos que trabajan en otros Estados miembros, la movilidad en el mercado laboral se ha convertido en un bien importante. Por lo demás, al ser preguntados cuáles son los beneficios de la adhesión, un 44% de los rumanos han contestado que la “libre circulación. En general, parecen considerar que la adhesión ha traído beneficios en una medida mayor que los demás europeos: aproximadamente un 60% de los europeos consideran que su país “se ha beneficiado de la pertenencia a la UE frente al 64% de los rumanos que opinan esto. En general, un 54% de los europeos consideran que las cosas han ido en una dirección equivocada, mientras que sólo un 25% consideran que las cosas han ido en una dirección correcta. Desde este punto de vista, los rumanos están también entre los europeos más optimistas respecto a las perspectivas de la UE, dado que un 42% de ellos consideran que las cosas han ido en una buena dirección en la Unión Europea. Según el sociólogo Bogdan Voicu, estas respuestas han indicado que los rumanos tienen todavía grandes expectativas respecto a las instituciones comunitarias, sobre todo frente a sus instituciones nacionales. He aquí lo que ha declarado Bogdan Voicu:
“Aquellos que parecen sentir que soportan más costes han empezado a mostrarse un poco escépticos. Por otro lado, Rumanía es un país que desde hace unos años tiene un crecimiento económico que se nota también en el nivel de vida. Al tener crecimiento, se evalúa con más optimismo el recorrido de la sociedad. Además, todavía tendemos a considerar que los europeos tienen menos corrupción y son más organizados que nosotros. Por lo tanto, mostramos también un optimismo anticipado, es decir que nosotros también viviremos bien algún día.
Las grandes expectativas sobre las instituciones europeas frente a las nacionales se ven también en los resultados del Eurobarómetro sobre el legislativo comunitario: un 38% de los rumanos confían en el PE, mucho más que la media europea del 25%. Más de un 35% de ellos consideran también que su voz se escucha mejor a nivel europeo que a nivel nacional. La eurodiputada Renate Weber ha declarado lo siguiente:
“Me gustaría mucho decir que esto pasa porque la gente aprecia más lo que hacemos nosotros aquí, en el PE. Pero voy a ser objetiva y diré que desde mi punto de vista, la falta de confianza de los rumanos en el parlamento nacional es tan grande que la gente siente la necesidad de referirse a otra institución. Por otro lado, en el PE recibimos un montón de mensajes sea por correo electrónico, sea por correo clásico. Y muchos de nosotros, los eurodiputados, contestamos estas preguntas. Para los ciudadanos de Rumanía que no están acostumbrados a recibir respuesta por parte de las autoridades que tienen que contestar, es una muestra de comportamiento normal.
En conclusión, según esta encuesta denominada Parlametro, la UE tiene todavía el apoyo de sus ciudadanos, a pesar de que haya disminuido el entusiasmo. Además, según el Eurobarómetro estándar realizado en otoño, la mayoría de los rumanos confían en la UE (el 52%, frente al 36%, la media europea). Sin embargo, un 66% de los europeos y un 79% de los rumanos consideran que la UE es un lugar de estabilidad en un mundo turbio.