Cómo se enseña la historia del comunismo
En 2008, en el plan curricular para la educación secundaria se introdujo una asignatura optativa, el curso de historia del comunismo.
Christine Leșcu, 07.03.2014, 16:42
En 2008, en el plan curricular para la educación secundaria se introdujo una asignatura optativa, el curso de historia del comunismo. La decisión surgía tras una recomendación mencionada en el informe final de la Comisión Presidencial para el Análisis de la Dictadura Comunista de Rumanía. Poco después, se publicó también un manual para los alumnos del noveno y del duodécimo curso y redactado con la colaboración del Instituto de Investigación de los Crímenes del Comunismo y de la Memoria del Exilio Rumano. Adrian Murar,ex presidente ejecutivo del Instituto, nos presenta el manual:
“Intentamos presentar una imagen muy detallada del régimen entre 1947 y 1989: vida diaria, economía, vida cultural, minorías, régimen político, represión, etc. Evidentemente, no ha sido fácil reunir todos estos temas, pero hemos recogido varios textos y fuentes históricas: archivos y materiales de historia oral. El manual contiene también un DVD con vídeos del archivo de la Televisión Rumana del año 1988. Desde nuestro punto de vista, es una herramienta muy bien realizada, que ofrece a los alumnos la posibilidad de investigar. No quisimos hacer ningún tipo de propaganda o imponer una visión sobre la historia del comunismo de Rumanía. Por ello, el título del manual es “Una historia del comunismo” porque, según el investigador, puede haber varias historias del comunismo.”
Actualmente, esta asignatura optativa se enseña en 146 escuelas de Rumanía. Se estima que anualmente hay 3.000 alumnos que deciden estudiarla. Asimismo, el Instituto de Investigación de los Crímenes del Comunismo y de la Memoria del Exilio Rumano organiza jornadas de preparación para los profesores de historia. Hace falta tener datos, según muestran también los sondeos de opinión sobre el período comunista. Según uno de ellos, realizado en 2010, la opinión de los rumanos sobre el período comunista es ambivalente. Un 47% de los encuestados consideraban que el comunismo era una buena idea, pero que se puso en marcha de forma equivocada, mientras que menos de un 30% de los encuestados consideraban que fue un error.
Tres años más tarde, en diciembre de 2013, en un sondeo de opinión, un 47,5% de los rumanos consideraban que Nicolae Ceaușescu tuvo un papel positivo en la historia de Rumanía, mientras que un 46,9% consideraban que tuvo un papel negativo. Gheorghe Gheorghiu-Dej, el predecesor de Ceaușescu como líder del Partido Comunista Rumano, obtuvo un porcentaje semejante. Un 42,3% de los rumanos consideran que tuvo un papel positivo, mientras que un 39,1% opinan lo contrario. Por lo tanto, las opiniones que algunos estudiantes tienen antes de empezar las clases no son nada sorprendentes. He aquí lo que nos ha declarado Mihai Stămătescu, profesor de historia en la ciudad de Orșova y uno de los coautores del manual de historia del comunismo:
“En general, la información que los niños tienen proceden de sus familiares, de los vecinos, de la comunidad. La información procedente de los medios de comunicación es escasa. En general, la gente recuerda que tenía trabajo o vivienda. Los niños vienen con estos datos o con otros y se enteran en clase de que no era así. Las explicaciones que ofrece el curso y la historia reciente que se estudia proporcionan una visión distinta. Los alumnos pueden comprobar que las nostalgias de los padres no se refieren necesariamente al régimen comunista, sino a su propia juventud. Seguramente, si tienes argumentos, pruebas, fuentes históricas, si les explicas qué es la manipulación y la propaganda, seguramente entenderán lo que les ha pasado a los padres. Los estudiantes están dispuestos a analizar de manera lógica y crítica todo lo que ha pasado.”
Al participar en este curso, los jóvenes empiezan a entender mejor la realidad cotidiana de aquella época y están más interesados en profundizar la información. Por lo demás, se intenta enseñar la historia del comunismo también a los más pequeños, según destaca Mihai Stămătescu:
“Hemos realizado un material denominado “Los derechos humanos en la historia reciente de Rumanía”, porque nos hemos dado cuenta de que se puede ofrecer información sobre el régimen comunista antes de que los alumnos cumplan 18 años de edad. El material se dirige a los alumnos de primaria, que estudian una asignatura denominada “Cultura cívica” y consideramos que la mejor manera de introducir información sobre el régimen comunista es a través de los derechos humanos. Hay numerosos profesores de secundaria que usan este material. No hay un plan curricular, pero lo pueden usar todos los profesores que enseñan una asignatura humanística, no solamente los profesores de historia.”
Evidentemente, solo una asignatura optativa en la secundaria no puede ayudar a toda una sociedad a cambiar su percepción. Deberían existir también otras iniciativas para informar a la gente sobre el comunismo. A continuación, Andrei Muraru, ex presidente ejecutivo del Instituto de Investigación de los Crímenes del Comunismo y de la Memoria del Exilio Rumano, nos habla sobre el impacto de estas clases:
“Depende también de lo que hacemos nosotros como sociedad. El Instituto de la Memoria Nacional de Polonia, nuestro homólogo, tiene más de 2.000 empleados. Nosotros tenemos 36. Su presupuesto es de 60 millones de euros, el nuestro es de un millón de euros. Ellos empezaron en 1999, cuando crearon el Instituto, y los resultados han empezado a notarse ahora, después de 10-15 años de importantes inversiones en la educación. No han invertido únicamente en clases específicas, sino también en juegos para niños y adolescentes, en otras actividades, películas, conferencias, libros. Cuanto menos invirtamos, más mensajes nostálgicos enviarán los sondeos de opinión. Es una nostalgia mezclada con rebelión contra los actuales responsables. Todo depende de los recursos que la sociedad invierte en este sector.”
La historia del comunismo como asignatura optativa no se enseña en los institutos vocacionales o profesionales y es solo una de las asignaturas optativas que los alumnos pueden elegir.