Cómo puedes ser distinto en el sistema rumano de enseñanza
Varias organizaciones no gubernamentales han creado programas para integrar a los niños discapacitados. Un ejemplo es el proyecto “Volvamos a descubrir la escuela
Ana-Maria Cononovici, 24.01.2014, 17:07
Casi todos los días recibimos información sobre cursos muy sofisticados para niños superdotados o para niños cuyos padres esperan poder integrar en esta categoría y eso porque durante muchos años, Rumanía se ha enorgullecido de los resultados extraordinarios que los niños superdotados han obtenido en los concursos internacionales. Este ha sido el mayor argumento para sostener el sistema rumano de enseñanza. De esta forma, se podrían ignorar los problemas que el sistema tenía para obtener buenos resultados para los niños normales. En cuanto a la integración de los niños discapacitados, al sistema le falta la preparación necesaria. Según los datos ofrecidos en 2013 por la Dirección General de Asistencia Social y Protección del Niño, de los más de 72.700 niños discapacitados que hay en Rumanía, aproximadamente 24.100 están integrados en el sistema de enseñanza, es decir, menos de un tercio. Aunque Rumanía haya adoptado toda la legislación europea sobre la protección del niño y de las personas discapacitadas y se haya comprometido a asegurar todas las facilidades que necesitan estas personas, se tarda demasiado en ponerlas en marcha.
Sin embargo, afortunadamente, varias organizaciones no gubernamentales han creado programas para integrar a los niños discapacitados. Un ejemplo es el proyecto “Volvamos a descubrir la escuela” que, después de tres años, ha llegado al final. Daniela Vișoianu, jefe de proyecto, nos ha hablado sobre el objetivo y los resultados de este proyecto:
“En este momento hay 1.860 niños que han participado en los campamentos que hemos organizado en el marco de este proyecto o en los talleres, en las escuelas de verano, en las escuelas de domingo. Han participado en todas estas actividades junto a sus padres. El proyecto tiene por objetivo mostrar a los niños discapacitados que pueden usar su mente, sus manos y mostrar a sus padres que lo pueden hacer. Estamos muy contentos y podemos decir que, hacia el final del proyecto, los padres ya lo ven.”
Como el sistema debería facilitar la inclusión y la enseñanza continua para todos los niños y jóvenes, independientemente de su situación, a través del proyecto se han encontrado opciones para facilitar la integración social de los niños discapacitados. Varios especialistas extranjeros han trabajado con los niños y con sus padres, se han organizado reuniones con personas especializadas en cuidar a los niños discapacitados y toda la información se ha integrado en un manual. Daniela Vișoianu nos explica de qué se trata:
“El año pasado lanzamos también un manual de educación alternativa, en el que hablamos sobre las necesidades especiales educativas, en el que presentamos ciertos tipos de actividades o de ejercicios que se pueden organizar con los niños, sin seguir el plan de estudios, pero son métodos que se pueden emplear en cualquier entorno escolar para mejorar la interacción entre los profesores que trabajan con estos niños y los mismos niños o pueden ayudar a que los padres les enseñen otras cosas distintas de las que les enseñan los profesores. Además, el manual incluye presentaciones de las pedagogías alternativas reconocidas en Rumanía. Varios expertos de importantes centros, como los de Simeria o Corabia, en los que se trabaja con niños gravemente afectados, con enfermedades muy duras, están presentes en este manual y hablan sobre su experiencia o sobre lo que puede aportar la pedagogía alternativa. Estamos hablando sobre las seis alternativas de educación de Rumanía reconocidas por el Ministerio de Educación. La más conocida se denomina “Step by Step”. Ha sido presentada en el manual y en nuestras actividades. Otras alternativas son: la Waldorf, la pedagogía curativa, el plan Jena y la Montessori.”
La formación de profesores y especialistas de los servicios educativos para fomentar la inclusión es otro objetivo que el proyecto ha alcanzado: 400 especialistas con acreditación de la Autoridad Nacional de Calificaciones pueden aplicar ya los métodos que han aprendido. En el futuro se inaugurará en Bucarest una sala sensorial para los terapeutas y los niños discapacitados, según ha declarado Daniela Vișoianu:
“Si todo va bien, abriremos en el mes de abril una sala sensorial en Bucarest. Es una habitación especial dedicada a las terapias de los niños con necesidades educativas especiales, en la que los muebles son muy blandos o en la que existen altavoces u otras estructuras de sonido que vibran y los niños discapacitados perciben el sonido a través de la vibración, en la que existen paneles luminosos para poder trabajar con luz baja. Todos estos estímulos ayudan al niño a implicarse más en el proceso que desarrolla el terapeuta.”
Cada una de estas iniciativas ayuda a la integración de los niños discapacitados.