Cómo proteger a los niños de la contaminación
Recientemente, en Rumanía, una asociación no gubernamental, el Centro de Políticas Sostenibles Ecopolis, ha medido los efectos del aire contaminado en Bucarest y los resultados son extremadamente alarmantes.
Christine Leșcu, 14.06.2023, 10:06
La contaminación afecta gravemente la salud humana. Esto es un hecho ya bien conocido y documentado, del que tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como otros organismos internacionales han estado advirtiendo durante muchos años.
Recientemente, en Rumanía, una asociación no gubernamental, el Centro de Políticas Sostenibles Ecopolis, ha medido los efectos del aire contaminado en Bucarest y los resultados son extremadamente alarmantes: más de 2800 muertes causadas por la exposición a largo plazo a partículas PM2.5, partículas responsables de más de 540 muertes de personas que sufren de cardiopatía isquémica, mientras que el 5,6 % de las muertes en bebés son causadas por la contaminación de micropartículas PM10. La medición fue posible gracias a los sensores montados en la mayoría de los barrios de Bucarest, sensores pertenecientes a las redes cívicas de Aerlive. Ubicados en zonas clave de la ciudad, los sensores transmiten el nivel de emisiones de polvo en suspensión y avisan cuando se supera su límite legal. Los resultados se pueden ver en cualquier mapa digital disponible en el sitio web aerlive.ro.
La coordinadora de Aerlive y directora ejecutiva de Ecopolis, Oana Neneciu, detalla el funcionamiento de la red:
«Por el momento contamos con más de 40 sensores de monitorización de la calidad del aire, integrados en el mapa de la aplicación, y monitorizamos las partículas en suspensión, es decir, partículas de polvo cargadas con diversas sustancias tomadas de la atmósfera, de la carretera, de todo nuestro alrededor. Y estos sensores transmiten datos en tiempo real al mapa de Aerlive. Ahora nos concentramos en medir la calidad del aire alrededor de las escuelas de Bucarest. Junto al Ayuntamiento de Bucarest, hemos instalado esta primavera 44 nuevos sensores cerca de escuelas y hospitales de Bucarest. Además de estos sensores, tenemos otros 12 que también instalamos en comunidades de Bucarest e Ilfov, a través de nuestro proyecto Acción por un Aire Limpio, que se dirige a las comunidades. A finales de año tendremos más de 100 sensores integrados en el mapa y esperamos tener incluso mejores datos sobre la contaminación por partículas en suspensión».
El monitoreo del aire alrededor de las escuelas también se ha convertido en una necesidad después de las mediciones realizadas a través de los sensores Aerlive. El informe sobre la calidad del aire en Bucarest en 2021-2022, también realizado por Ecopolis, constata que el límite legal para la contaminación de PM10 y PM2.5 con frecuencia se sobrepasa alrededor de los centros escolares. Por ejemplo, las estaciones de monitoreo de aerlive.ro de las escuelas registraron valores hasta 4 veces más altos que el valor límite permitido, lo que pone en peligro la salud de los estudiantes. Por esto se requiere un seguimiento aún más atento.
Oana Neneciu explica:
«Pensamos que a nivel de escuelas y hospitales y en la infraestructura vial en general, que es muy vulnerable a la contaminación, allí podemos encontrar soluciones puntuales para reducir la contaminación en esas áreas. Por ejemplo, la velocidad de los coches debería reducirse a menos de 30 km/h en todas las calles adyacentes. En algún momento deberían cerrarse las calles donde los niños son recogidos de la escuela. Y para ello estamos llevando a cabo la campaña “Para el motor, un proyecto que estamos ejecutando junto con la Asociación “Padres de Cireșari y que creemos que podría ser muy efectivo».
Ya con más de un año de funcionamiento, el proyecto “Para el motor fue iniciado por el grupo cívico “Padres de Cireșari compuesto por miembros de unas familias que viven cerca del parque Cireșari en el distrito 1 de la capital. Al asociarse con la red Aerlive, “Para el motor no solo ayuda a monitorear mejor el aire, sino que también ayuda a informar a los padres sobre los contaminantes emitidos por sus propios automóviles justo al lado de las escuelas de sus hijos.
Oana Neneciu:
«En la mayoría de las principales ciudades europeas que tienen problemas con la calidad del aire, está prohibido por ley permanecer con el motor encendido durante más de 3 minutos. Así que ya hay algo legislado. Esto no pasa en nuestro país todavía. Y luego comenzamos a partir de esta evidencia que todos notamos, que alrededor de las escuelas, los padres, cuando vienen a dejar a los niños o a recogerlos, se paran con el motor en marcha esperándolos cada uno durante 20 minutos. No creo que las personas, en su mayor parte, sean conscientes de la contaminación que proviene de esta acción, el hecho de que están alrededor de una escuela donde los niños juegan al aire libre, donde los niños inhalan todos esos contaminantes y, por lo tanto, no reaccionan. Y luego pensamos que la primera solución que podíamos implementar era poner algunos carteles informativos al lado de las escuelas, para instar a los padres a detener el motor mientras estuvieran estacionados. Además de esta campaña física que queremos llevar a cabo en todas las escuelas de Bucarest, también tendremos una propuesta de decisión del Consejo General, para prohibir el estacionamiento con el motor en marcha».
Durante el verano, la campaña se detendrá temporalmente, junto con la instalación de sensores ambientales, pero todo se reanudará en otoño. Para entonces, los residentes de Bucarest y Cluj podrán averiguar el nivel de contaminación en sus ciudades instalando la aplicación gratuita Aerlive en su teléfono.