Apoyo a los niños refugiados de Ucrania
Más de dos años después de la invasión rusa en Ucrania y de las primeras oleadas de refugiados ucranianos que encontraron a Rumanía desprevenida, pero con muchas ganas de ayudar, ya se han desarrollado herramientas para la integración de estas personas a largo plazo.
Christine Leșcu, 04.09.2024, 15:20
Más de dos años después de la invasión rusa en Ucrania y de las primeras oleadas de refugiados ucranianos que encontraron a Rumanía desprevenida, pero con muchas ganas de ayudar, ya se han desarrollado herramientas para la integración de estas personas a largo plazo. La ONG Save the Children contribuyó a este esfuerzo desde el principio y descubrió cuáles son los principales problemas de los refugiados. Según los datos obtenidos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, desde el inicio de la crisis hasta ahora, unos 5 245 000 ciudadanos ucranianos han entrado en Rumanía, y Save the Children ha apoyado a unas 354 700 personas, de las cuales casi 180 000 son niños. De hecho, casi la mitad de los refugiados son niños que llegaron aquí, principalmente con sus madres y abuelas, cuyas principales preocupaciones son la falta de ingresos estables procedentes de un trabajo y la barrera del idioma. Por lo tanto, hoy en día, la necesidad de una mayor integración de estas familias se ha convertido en una prioridad en comparación con el primer período de la guerra, comenta Leonard Andreescu, director de proyectos de la organización Save the Children.
«En febrero lanzamos un cuestionario que las personas de Ucrania que recibían asistencia rellenaban y destacaban ciertas necesidades. La necesidad de ayuda financiera se produce con bastante frecuencia, en al menos el 23% de los encuestados, y luego el apoyo para el acceso a los servicios médicos y a los cursos de lengua rumana. Se han creado bastantes servicios en el sector no gubernamental. Lamentablemente, la cobertura de la necesidad de cursos de rumano y servicios extraescolares para los niños por parte de las autoridades sigue siendo insuficiente. Generalmente, esto es solicitado por madres solteras que no tienen a nadie con quien dejar a sus hijos para ir a trabajar. Si nos fijamos en las estadísticas y en lo que surgió de esta encuesta sociológica que desarrollamos, vemos que los porcentajes están de alguna manera correlacionados: la necesidad de extraescolarización para los niños aparece en el 13% de los encuestados y el apoyo para encontrar un trabajo en el 12% de ellos. Por lo tanto, aproximadamente el mismo porcentaje de personas que buscan empleo también necesitan después de la escuela para sus hijos, porque no pueden dejar a sus hijos en un lugar seguro. No tienen a nadie con quien dejarlos y luego no pueden encontrar un trabajo».
Para ayudarles, Save the Children, en colaboración con el Ayuntamiento del distrito 6 de Bucarest, ha abierto recientemente un centro de día para los hijos de los refugiados ucranianos. Aquí pueden pasar su tiempo de manera segura después de terminar las clases hasta que sus madres puedan llevarlos a casa. Leonard Andreescu nos ofrece más detalles:
«Ofrecemos apoyo no solo a través de este centro de día. También ofrecemos apoyo a los niños en edad preescolar y preescolar, mediante el pago de las cuotas de las guarderías y jardines de infancia, cuando corresponda. También ofrecemos transporte para los niños, para que los padres puedan llevarlos por la mañana ya sea al colegio o a nuestro centro, dependiendo del horario educativo de los niños, y puedan recogerlos por la tarde».
El centro de día del distrito 6 de la capital no es el único de este tipo gestionado por Save the Children. Hay otros en Bucarest y en el país, abiertos en colaboración con las autoridades locales, todos los servicios son gratuitos. Leonard Andreescu:
«Dentro del centro, los niños se benefician de una comida caliente, apoyo para las clases, cursos de rumano adaptados para los extranjeros, actividades de cohesión social, pero también un concepto bastante complejo de apoyo psicológico para ayudar a los niños a superar ciertos problemas emocionales. Identificamos a muchos de ellos con problemas, algunos de ellos muy graves, problemas emocionales, causados, por supuesto, por esta ruptura con la vida ordinaria, con los lugares que conocían, con la familia, con el resto de la familia, con los padres. Las actividades de este tipo les ayudan mucho a superar la sensación de que son extraños porque no saben hablar el idioma, la tendencia a aislarse porque de todos modos se sienten excluidos. Un aspecto muy importante de este centro es que no solo está abierto a los niños ucranianos. También tenemos niños rumanos de familias desfavorecidas, de familias monoparentales, que tienen el mismo problema a la hora de encontrar trabajo porque no tienen a nadie con quien dejar a sus hijos. Y entonces van junto con los niños rumanos a este centro. Las actividades se realizan conjuntamente. Por supuesto que les ayudamos a comunicarse. Tenemos mediadores culturales que hablan rumano, ruso y ucraniano, profesores que también conocen los métodos de enseñanza en Ucrania, pero también en Rumanía, para que sea lo más fácil posible para los niños integrarse, conocer amigos rumanos para darles esa sensación de normalidad y seguridad, para ayudarles a superar los problemas emocionales en la medida de lo posible. Claro».
Actualmente, el centro de día no puede recibir a más de 40 personas, desafortunadamente para los niños ucranianos que, de todos modos, tienen dificultades para integrarse en las escuelas rumanas, explica también Leonard Andreescu:
«Es extremadamente difícil para ellos. Es por eso que el 90% de ellos solo asiste a clases. Esto implica un periodo máximo de un año en el que pueden asistir a clases, pero sin verse obligados a tener una presencia diaria, sin recibir notas, sin figurar en el catálogo. Es como un período de amortiguación que les ayuda a acostumbrarse tanto al horario como al idioma, y a sus compañeros de clase. Luego, después de un año como máximo, están obligados a matricularse, al igual que los demás estudiantes, y a participar en actividades educativas. Muy pocos de estos niños asisten a escuelas en Ucrania en línea, lo que significa que no estudian con nosotros, pero estas son excepciones».
Actualmente, tras las oleadas iniciales de refugiados, muchos de ellos en tránsito hacia otros países, alrededor de 79 000 ciudadanos de Ucrania permanecen registrados en Rumanía.
Versión en español: Mihaela Stoian