Alternativas para la educación de los niños
Jena, Freinet, Montessori, Step by Step o Waldorf son sistemas educativos alternativos que se aplican en algunos centros escolares de Rumanía
Ana-Maria Cononovici, 13.10.2013, 10:10
En Rumanía, el sistema tradicional de educación se ha visto afectado en los últimos años por algunas disfunciones, ya que en los dos últimos años, solo alrededor del 50% de los estudiantes que han terminado la enseñanza secundaria han conseguido superar el examen de bachillerato. Esta es una razón más para optar por las alternativas educativas que parecen más interesantes.
La Asociación “Comunicación para la Comunidad” (C4C) lanzó en 2011 el proyecto titulado “Volvamos a descubrir la escuela”. Una etapa de dicho proyecto la constituyó la reunión de los representantes de las alternativas educativas aceptadas por el Ministerio de Educación de Rumanía, celebrada este otoño con el fin de descubrir modalidades para optimizar la educación de los niños, incluso de los niños con discapacidades.
¿Qué propone el proyecto “Volvamos a descubrir la escuela” para optimizar la educación de los niños con discapacidades? Nos responde a esta pregunta la directora del proyecto, Daniela Vişoianu:
“En el proyecto “Volvamos a descubrir la escuela” intentamos trabajar obligatoriamente con la pareja padre-hijo. Un padre que tiene un hijo con necesidades especiales tiene que afrontar diariamente mucho estrés y culpa al niño de dicho estrés, y eso porque un niño que tiene una discapacidad física, en su relación con los padres de quienes depende, puede desarrollar también una discapacidad afectiva porque sus padres le responsabilizan diariamente al decirle ‘he dejado el trabajo por ti’ o cualquier cosa parecida. Tratamos de romper este mecanismo.”
Las alternativas educativas aceptadas por el Ministerio rumano de Educación son Jena, Freinet, Montessori, Step by Step y Waldorf.
El plan Jena propone una escuela libre, en la cual no existen ideales de los adultos, en la cual los niños expresan su creatividad y pueden tomar decisiones, según nos cuenta Monia Cuciureanu, presidenta de la Asociación “El plan Jena”:
“La alternativa El Plan Jena es muy poco conocida en nuestro país. Actualmente, esta alternativa funciona en las ciudades más pequeñas del país, sobre todo en las aldeas. Dicha alternativa apareció tras un experimento muy interesante, si tenemos en cuenta que la escuela ya no sigue el ritmo de la sociedad. Lo más importante es que la escuela se concibe como una escuela general, libre, activa, con una enseñanza compleja, basada en la educación natural. Lo específico de esta alternativa educativa es el hecho de que, a diferencia de la educación tradicional, los niños forman grupos heterogéneos de edad, porque se considera que pueden aprender de otros niños en igual medida en que aprenden de los adultos. Por eso, las diferencias de edad no pueden superar los tres años. El horario tradicional fue reemplazado por un plan rítmico de actividad en el cual se alternan cuatro actividades fundamentales: conversación, juego, trabajo y fiesta. El plan de estudios es el tradicional, pero se hace hincapié en el medio ambiente.”
Uno de los sistemas de educación alternativa más conocidos en Rumanía, que cuenta ya con 20 años de existencia, es Step by Step. Elena Mihai directora de programas de Step by Step, nos explica qué ofrece esta alternativa:
“¿Por qué funciona bien Step by Step? Porque aplica el plan de estudios nacional, está adaptado a la cultura local e integra las mejores prácticas en el campo de la educación preescolar. El modelo propuesto por Step by Step se basa en la implicación de los padres. Queremos formar ciudadanos que contribuyan al progreso de la sociedad y tengan iniciativas personales y confianza. Tenemos una red profesional muy fuerte, tenemos también centros de formación y organizamos periódicamente reuniones con los profesores de esta red. Estamos presentes en 40 distritos del país, con 280 guarderías con 690 grupos y 231 escuelas, y trabajamos con más de 15.000 niños.”
Partiendo de la pregunta de si la escuela es un templo o una obra de construcción, la alternativa “Celestin Freinet”, representada por Mariana Bândea, presidenta de la Asociación Rumana para una Sociedad Moderna “Celestin Freinet”, ofrece otro enfoque extracurricular:
“Podemos hablar de pocas escuelas Freinet. Sin embargo, es un sistema aplicado por muchos profesores. En la red escolar, las clases Freinet aparecieron más tarde. Organizamos actividades extracurriculares, existen escuelas de vacaciones, como es la de Reghin, y el calendario de las actividades extraescolares está aprobado por el Ministerio de Educación. Así, hemos introducido un proyecto llamado El Universo Freinet, que comienza cuando empiezan los cursos y finaliza con la escuela de vacaciones.”
La Escuela Montessori propone alternativas a través de las cuales los niños con discapacidades pueden desarrollarse igual que los demás niños. Dana Crainic, pedagoga de Montessori de la ciudad de Timişoara, nos ofrece más detalles:
“El pedagogo se parece a un camarero que le sirve al niño cuando lo necesita. La clase Montessori está estructurada en cinco áreas: lenguaje, desarrollo sensorial, matemáticas, naturaleza y cultura. Los materiales están colocados en orden, el niño puede elegir lo que desea y el pedagogo le presenta el material en pocas palabras. Lo que nos diferencia es que tenemos grupos mixtos de niños, de 3 hasta 6 años de edad, y los niños menores aprenden de los mayores, mientras que los mayores aprenden cómo ayudar a los pequeños. Nuestro lema es: ‘¡Ayúdame a hacerlo solo!’.”
Con 23 años de experiencia en Rumanía, Waldorf ofrece una alternativa para la enseñanza a todos los niveles. Zenovia Ungureanu, pedagoga del Instituto de Secundaria Waldorf de Bucarest, nos lo explica:
“La educación Waldorf comienza en la guardería y, en Rumanía, termina a finales del duodécimo curso. Hay muchos grupos Waldorf en las guarderías públicas. Existen también institutos de secundaria Waldorf, en Bucarest, así como en las ciudades de Cluj, Timişoara y Iaşi. Generalmente, los alumnos que terminan el octavo curso prefieren seguir estudiando en un instituto Waldorf, pero algunos optan por otros institutos, porque solo teníamos la especialidad de filología.”
Aunque se trate de una minoría, las alternativas educativas ganan terreno. Dichas alternativas ofrecen otras perspectivas sobre lo que pasa con los niños, ofrecen otro tipo de enfoque y logran mostrar a los interesados por el cambio que estos métodos están al alcance de todos.