Agotamiento físico y mental durante la pandemia
Si bien hace un año, al comienzo de la pandemia, el teletrabajo parecía la solución ideal para evitar los contagios, a la vez que seguíamos trabajando desde casa, ahora esa percepción ha cambiado.
România Internațional, 28.07.2021, 16:54
Si bien hace un año, al comienzo de la pandemia, el teletrabajo parecía la solución ideal para evitar los contagios, a la vez que seguíamos trabajando desde casa, ahora esa percepción ha cambiado. El agotamiento mental, llamado «síndrome de desgaste profesional», ha comenzado a afectar a cada vez más empleados. Recientemente, se ha observado que existe una relación entre esta afección y el hecho de trabajar desde casa. A escala internacional, ya han aparecido estudios sobre el asunto y, a escala nacional, también se están llevando a cabo investigaciones en el campo, tal y como descubrimos de la mano del psicopedagogo Dragoș Iliescu:
«Disponemos de datos estadísticos que proceden principalmente de grupos de trabajo creados específicamente de la Universidad de Bucarest y la Universidad del Oeste de Timișoara en el ámbito de la salud laboral, y que se centran, en concreto, en este asunto relacionado con el estrés en el ámbito laboral. Se ha dado un crecimiento exponencial, tal y como se había predicho, por cierto. Así, el desgaste profesional no lo provoca el trabajo excesivo, como pensábamos hasta ahora. Aunque en la pandemia no parece que trabajemos demasiado, ya que pasamos más tiempo en casa, sobre todo como los estudiantes. Sin embargo, ya se sabe que este agotamiento no solo proviene del trabajo, sino también de otros factores que son más contextuales. Así, lo que lleva al agotamiento no es necesariamente el estrés en sí, sino el estrés prolongado o crónico. Desgraciadamente, el estrés crónico provoca deformaciones y, actualmente, hablamos de estrés crónico, es decir, de esas cosas que hacemos constantemente y que en ocasiones implican un trabajo excesivo, y una exigencia emocional, relacional o cognitiva, etc. Estas provocan deformaciones si se vuelven crónicas.»
Los estudios especializados sobre estrés laboral indican que las personas tienen la percepción de que trabajan más durante la pandemia, incluso desde casa. La carga de trabajo habría aumentado en aproximadamente un 40 %. No se sabe si objetivamente esta es la realidad o si es tan solo una percepción subjetiva, pero, en definitiva, las percepciones son pertinentes en este caso, ya que las personas reaccionan de acuerdo con sus percepciones. Continúa Dragoș Iliescu:
«La verdad es que las barreras que separan la vida privada y la vida laboral se han desdibujado casi por completo. Tienes la sensación de que trabajas desde la mañana hasta por la noche sin límites. Paras para comer o cocinar para los niños y luego vuelves al trabajo. Hay mucha gente en esta situación, sientes que trabajas más y que se rompe el equilibrio entre la vida familiar y profesional. Esto se relaciona con la inseguridad provocada por la pandemia, ya que no sabes qué pasará. Todos estos elementos se convierten en estresores y, teniendo en cuenta que ni siquiera desaparecen para que puedas recuperarte, se vuelven extremadamente nocivos.»
Esta difuminación de los límites entre la vida privada y la profesional también la ha observado Petru Păcuraru en los cursos organizados como experto en recursos humanos. Petru Păcuraru, director de HPDI, empresa de formación profesional, nos cuenta cómo sus clientes, empleados que trabajan en teletrabajo, describen su condición:
«Se podría describir de forma muy simple: “Ni siquiera me doy cuenta de que el día se ha acabado. “Tal cual, he visto luz y luego ya estaba oscuro. “Llevo cuatro horas sin levantarme de la silla, no he tenido pausa para comer. “Siento una presión constante de la que no puedo escapar ni siquiera los fines de semana. Tengo dolor de cabeza, insomnio y he engordado. (…) El agotamiento trae consigo toda una serie de elementos desagradables, pero también te priva de una mejor comunicación y de tiempo que pasar con los seres queridos. Creo que es sorprendente y contrario a la intuición. Te habrías imaginado que trabajar desde casa te ayudaría, pero, de hecho, te priva de muchas cosas, si no tratas de separar el ámbito profesional del privado.»
Asimismo, los niños también se ven afectados por el agotamiento debido a las clases en línea y a una exposición prolongada a las pantallas digitales. Presentan los síntomas habituales de esta patología, y es que los motivos que los llevan al agotamiento son los mismos que en el caso de los padres. Sin embargo, existe algo específico en este síndrome en el caso de los niños, y reside en el hecho de que los estresores son la escuela y la falta de socialización con los amigos. En este caso, los padres deben buscar ayuda especializada, así como estar cerca de ellos mediante una buena comunicación y comprensión. De hecho, deben desarrollarse mecanismos para gestionar esta enfermedad mental tanto para jóvenes como para adultos, ya que no desaparecerá demasiado pronto, puesto que el teletrabajo no dejará de existir cuando acabe la pandemia. Petru Păcuraru nos cuenta por qué:
«En cifras generales, podríamos decir que alrededor del 20 % de los empleados de Rumanía trabajan a distancia. Pero en las grandes ciudades, puesto que no hay mucha industria y los empleados trabajan más en oficinas, el teletrabajo alcanza el 50 %. Por ejemplo, trabajamos con clientes del sector bancario, en que el teletrabajo puede ser el régimen del 80 % de los empleados. En el sector informático, este porcentaje alcanza el 90 %. Creo que los sectores que no requieren que el trabajador asista al trabajo de forma tradicional, como ocurre en ámbitos de producción, el trabajo desde casa supera el 50 %. Está claro que durante los próximos 3-5 años, habrá un híbrido entre el trabajo desde casa y desde la oficina. Así, anticipo que en los próximos años seremos capaces de gestionar este desgaste derivado del trabajo remoto.»
Versión en español: Víctor Peña Irles