Una réplica del sistema solar, en el centro de Bucarest
Tal vez pensaban que podían obtener un récord Guinness con lo que se propusieron llevar a cabo, aunque lo que se proponía era más bien experimentar, jugar con y para los niños. Se trata de la asociación StartEvo por medio de la plataforma educativa Kidibot, junto con los socios Astroclubul București y la revista Știință&Tehnică, quienes, junto con los alumnos de varias escuelas de Bucarest, han reconstruido el sistema solar a escala 1:1 392 700 000.
România Internațional, 24.05.2022, 18:50
Tal vez pensaban que podían obtener un récord Guinness con lo que se propusieron llevar a cabo, aunque lo que se proponía era más bien experimentar, jugar con y para los niños. Se trata de la asociación StartEvo por medio de la plataforma educativa Kidibot, junto con los socios Astroclubul București y la revista Știință&Tehnică, quienes, junto con los alumnos de varias escuelas de Bucarest, han reconstruido el sistema solar a escala 1:1 392 700 000.
Me reuní con ellos a mediados de mayo, en el kilómetro cero de Bucarest, donde el organizador hinchaba un globo amarillo de un metro de diámetro para representar el Sol. Nos referimos a Constantin Ferșeta, vicepresidente de la asociación StartEvo, quien nos dijo:
«Intentamos hacer algo que los niños no suelen hacer en clase: un experimento. En concreto, en dos horas, tratamos de plantar unos postes y sobre ellos ponemos globos o frutas, que representan los planetas. Hemos calculado su escala exacta y los pondremos desde aquí, desde el kilómetro cero, hasta el parque de Herăstrău, donde estará Plutón. Y cada planeta, calculado a escala, representa una fruta, para que los niños puedan comprender con facilidad las distancias gigantescas que hay en nuestro sistema solar. Primero hicimos un gran esquema en el que pusimos toda la información sobre el tamaño de los planetas, su diámetro y sus órbitas. Luego vimos cuáles eran las proporciones correctas, que nosotros tenemos que reproducir. Así, los alumnos, de siete de la tarde a nueve de la noche, irán a plantar estos postes, de un metro de altura aproximadamente, y en cada poste habrá un cartel A4 con datos sobre el planeta, para que quien quiera pueda hacer un recorrido y seguir nuestros pasos durante los próximos días.»
Constantin Ferșeta añadió:
«En este proyecto trabajamos con alumnos de tercer a séptimo curso, de Bucarest. Esperamos que este sistema solar en miniatura permanezca el mayor tiempo posible y no acaben vandalizándolo. Pero al mismo tiempo queremos que niños de otras ciudades realicen este proyecto, porque es sumamente útil para ellos ver y tocar con sus propias manos “un planeta”, y decir “mira, esto es Mercurio, tiene el tamaño de un guisante, mide 4 mm y tengo que caminar mucho para ver su distancia respecto al Sol. O Plutón, ¡que está tan lejos!”. En este proyecto realizado en Bucarest, Plutón es una semilla de mostaza que mide 2 mm de largo y está a casi 4,5 kilómetros en línea recta. Así que los niños tendrán que caminar dos horas por Bucarest hasta la última parada, donde colocaremos Plutón.»
Tras haber recorrido doce órbitas completas alrededor del Sol, es decir, a sus doce años, Ștefan nos contó que le interesan la física, la química y las matemáticas, la base de todas las cosas:
«No solo he venido aquí para aprender algo nuevo, sino también para ayudar a otros chicos a que lo hagan. Rara vez se realizan experimentos a gran escala y creo que deberían hacerse muchos más. Por a razón, animo a cualquiera a que haga el máximo de experimentos posibles, para que aprendan con más facilidad. Primero ponemos el Sol, Mercurio, Venus, la Tierra, luego la Luna, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno y después Plutón, el último.»
Natalie tiene 11 años y nos dijo que recomendaría los experimentos a todo el mundo:
«Estoy aquí, en primer lugar, para hacer este experimento y, en segundo lugar, para celebrar el cumpleaños de mi compañero, Ștefan. Me gusta este experimento porque hacemos algo distinto a lo que hacemos en el colegio. En general, no se hacen experimentos y esto es algo diferente.»
Matei tiene 13 años y nos contó por qué respondió a la invitación de participar en este evento:
«Me pareció interesante venir y quería ver cómo es. ¡Sobre todo porque voy a hacer mucho ejercicio!»
Tengo entendido que la idea del proyecto surgió el año pasado y que el primer proyecto de este tipo se realizó en Turda, tras una reunión por Zoom.
Marian Neuman, miembro honorario del Astroclub de Bucarest, la organización más antigua de este tipo en Rumanía, fundada en 1908, declaró ser amante de la primera ciencia de la humanidad, la astronomía, y nos contó por qué se unió al evento:
«Principalmente por los niños, para que comprendan las dimensiones reales del espacio, las distancias entre el Sol y los planetas. Porque solo mediante un experimento práctico pueden entender perfectamente en qué consiste. El Astroclub es más bien una organización para adultos aficionados a la astronomía, pero este último año nos hemos centrado en este grupo de edad, los niños. También tenemos una Astroclub para peques, al que llamamos Astroclub Junior, que incluye exclusivamente a niños de entre 4 y 13 años.»
Mihai Popa, profesor de geología y paleontología de la Universidad de Bucarest, explicó a los niños la relación entre la geología y los planetas:
«Como sabéis, nuestro sistema solar es un cúmulo de polvo de estrellas. Y este cúmulo, que existe desde hace muchos miles de millones de años, se ha ido organizando con el tiempo. Así, a partir de una órbita cada vez más cercana al Sol, se formaron los planetas telúricos, semejantes a nuestra Tierra o planetas terrestres. Y hacia el exterior del Sistema Solar se forman los gigantes gaseosos, que son más ligeros y, por tanto, están más alejados del Sol. Hoy hablaremos de Geología y Astronomía, porque son dos ciencias muy relacionadas. Y descubriréis por qué. ¡Os damos la bienvenida!»
Ya que me he enterado de que nuestro Sistema Solar está en la mitad de su vida, he pensado en seguir el ejemplo de los organizadores y hacer planes para, quizás, vivir en otra Galaxia en el futuro.
Versión en español: Víctor Peña Irles