Un teatro rumano en el libro Guiness de los récords
A finales del año pasado, el Teatro Excelsior de Bucarest se convirtió en el primer teatro de Rumanía en entrar en el libro Guiness de los récords. El reconocimiento fue otorgado por el graderío giratorio más grande del mundo, construido específicamente para el espectáculo «Vlaicu Voda», de Alexandru Davila. Se trata de un espectáculo que ocasionó la construcción de un pueblo medieval a tamaño natural, recreando, en el más mínimo detalle, el fascinante mundo de hace seis siglos. Nueve casas, ocho torres de defensa, cuatro talleres de artesanos, una posada y una iglesia, cientos de disfraces y máscaras populares, docenas de músicos (instrumentistas, coro y un conjunto de música antigua), aldeanos, guardias, jinetes, artesanos (alfareros, curtidores, pintores, escultores de madera y tejedoras) reconstituyeron la atmósfera del mundo medieval rumano.
România Internațional, 29.01.2019, 18:55
¿Cómo ha llegado al libro Guiness de los récords un desempeño teatral? Adrian Găzdaru, director del Teatro Excelsior :
«Creo que tenemos la obligación de no olvidar y que debemos traer a la contemporaneidad lo que hicieron nuestros antepasados. Esto es lo que hemos procurado hacer en el espectáculo «Vlaicu Voda», que se representó en la Plaza de la Constitución el año pasado, del 8 al 10 de junio y del 21 al 26 de agosto. Mientras pensábamos en este espectáculo, en que queríamos recrear un pueblo medieval, traer a la contemporaneidad el pueblo medieval y las tradiciones de ese período, nos dimos cuenta de que en un área muy grande de 4.000 metros cuadrados los espectadores tendrían que caminar de acto en acto, de escena a escena, y habría sido bastante difícil para algunas personas, tal vez con necesidades especiales, personas mayores, pero incluso para los demás espectadores habría sido bastante incómodo y así nació la idea de construir un graderío giratorio que resultó ser el mayor graderío giratorio del mundo y entró en el libro Guiness de los récords.”
El espectáculo fue parte de una producción-evento que se propuso ofrecer una experiencia teatral compleja, desarrollada durante un día completo, ambientada en el siglo XIV, en el contexto del reinado de Vlaicu Voda. El evento se llevó a cabo en la Plaza de la Constitución en Bucarest del 8 al 10 de junio y del 22 al 26 de agosto de 2018, entre las 10.00 de la mañana y las 22.30 horas de la noche.
Adrian Găzdaru:
«Es importante soñar. Soñar y creer en ese sueño. Un sueño que tiene que entrar en una simbiosis perfecta con la dirección, la música, la actuación, todo. Nosotros creímos mucho en aquel sueño que fue el espectáculo «Vlaicu Voda», con su graderío giratorio y todo.”
El graderío desmontable tuvo un peso de 45 toneladas y se necesitaron seis camiones para transportarlo. El graderío fue levantado en cinco semanas:
Adrian Găzdaru:
«Creo que fue la primera vez que un elemento de decoración recibió aplausos. Nada más entrar, los espectadores se maravillaban del pueblo medieval representado en el inmenso escenario porque era algo nunca visto en el centro de Bucarest. Luego, subían al graderío y empezaba el espectáculo. La primera parte con pregoneros tocando sus tambores, jinetes y la escena de la posada tal como era la visión del director Horia Suru duraba alrededor de 15-20 minutos. Tiempo suficiente para que los asistentes se quedasen atrapados en el espectáculo. Después de terminada esta primera parte arrancaba el motor. Los espectadores se asustaban un poco pero cuando el graderío empezaba a moverse para llevarlos a la siguiente escena, aplaudían».
Los representantes de Guinness World Records han aprobado el récord establecido por el Teatro Excelsior, que se ha convertido en el primer teatro rumano en establecer un récord mundial. El espectáculo “Vlaicu Voda”, fue un proyecto especial dedicado al Centenario de la Gran Unión, en el que un equipo de más de 700 artistas y técnicos trabajaron con responsabilidad y dedicación. Junto con los aplausos de la audiencia, este reconocimiento es la alegría más grande que el Teatro Excelsior podría desear en este momento de aniversario, Adrian Găzdaru, director del teatro:
«La vida es bella, especialmente cuando sueñas y cuando tu sueño se cumple. Y tienes que luchar por tu sueño. Había muchos que querían venir a ver este espectáculo. Vi una larga cola para comprar entradas. La gente quería ver este espectáculo, ver esta producción del Teatro Excelsior, ver este pueblo medieval, subir a este graderío giratorio del cual se hablaba mucho».
Al final de la entrevista Adrian Găzdaru nos ha dicho:
«Fue un gran placer sentir que la audiencia estaba con nosotros, y aquí y ahora, después de tanto tiempo, notamos el éxito del Teatro Excelsior, gracias a aquella explosión con el espectáculo «Vlaicu Voda» hay cada vez más gente que acude a los espectáculos del Teatro Excelsior.»