Un mes de junio para madres e hijos
Cada año, el mes de junio nos recuerda la celebración de los niños y la infancia. De hecho, el primer día del mes es el Día del Niño, mencionado por primera vez en Ginebra en la Conferencia Mundial sobre la Protección y el Bienestar de los Niños de agosto de 1925, donde 54 representantes de diferentes países adoptaron la Declaración sobre los Derechos de los Niños. Tras esta conferencia, muchos gobiernos celebran el Día del Niño.
Ana-Maria Cononovici, 14.06.2022, 19:18
Cada año, el mes de junio nos recuerda la celebración de los niños y la infancia. De hecho, el primer día del mes es el Día del Niño, mencionado por primera vez en Ginebra en la Conferencia Mundial sobre la Protección y el Bienestar de los Niños de agosto de 1925, donde 54 representantes de diferentes países adoptaron la Declaración sobre los Derechos de los Niños. Tras esta conferencia, muchos gobiernos celebran el Día del Niño.
Teniendo en cuenta que el bienestar de los niños y los padres es el objetivo de un centro comunitario de Bucarest, hemos participado en una tarde de talleres para niños y padres para observar los resultados. Melania Medeleanu, miembro fundador del centro comunitario, nos ha dado la bienvenida:
«Estamos en el centro comunitario Zi de Bine, que en un principio se abrió específicamente para la comunidad ucraniana, el cual, desde el 1 de junio, ha abierto sus puertas a la comunidad rumana. Así que hoy he conocido a algunos niños y a sus madres. A primera hora de la mañana he participado en un taller de gimnasia con mamás y bebés, han sido muy simpáticos y ni siquiera han llorado demasiado. Y ahora hay timbales, timbales africanos. Mihai Axinte toca los timbales, y los niños también se mueren de ganas por tocar esos timbales con sus propias manos. Para la comunidad ucraniana, por otro lado, ya llevamos tres meses en marcha y les ofrecemos cursos de lengua rumana, cursos de inglés, sesiones de yoga para madres, arteterapia para niños o clases de baile. Se reúnen cuatro veces a la semana, desde primera hora hasta el final del día, y hasta ahora más de 500 mujeres ucranianas y sus hijos han acudido a este centro comunitario. Estamos muy contentos porque sienten que es un espacio acogedor en el que pueden simplemente estar juntos, participar en talleres o, si así lo sienten, llorar o reír.»
Alexandra Axinte, organizadora del evento Luni de Bine, ha añandido:
«Hoy tenemos algunos talleres. Es lunes, así que nos propusimos empezar bien la semana y le pusimos el nombre Luni de Bine (lunes en positivo, en español), en el centro comunitario Zi de Bine (día en positivo). Y como aquí nos proponemos sembrar las semillas de una comunidad, hemos comenzado por los niños y sus padres. Hemos organizado muchos talleres para establecer conexiones. Primero, las madres, junto con los bebés, han hecho gimnasia y han bailado por la mañana. Luego hemos establecido conexiones mediante la emoción y hemos realizado el mapa de las emociones con niños de más edad, de cinco a ocho años, y ahora, de fondo, escuchamos un taller de timbales, en el que conectamos con todas las edades: niños y padres tocarán juntos y crearán todo tipo de ritmos musicales. La intención es conectarnos entre nosotros, encontrar diferentes maneras de unirnos, más allá de las palabras, también mediante el movimiento, la música, la emoción, y ver exactamente qué necesitamos en este momento, para sacar lo mejor de este centro comunitario.»
Le he preguntado a Alexandra Axinte cuáles han sido los comentarios sobre la jornada:
«Las madres de esta mañana estaban muy entusiasmadas. Para las madres que acaban de emprender el camino, con bebés pequeños, resulta extraordinario que puedan conocer a otras madres y sus bebés para socializar, para que charlen un rato. ¡Es realmente necesario! Luego hemos organizado un taller de emociones en el que las madres se han relajado separadas de sus hijos, se han sentado en la terraza, mientras los niños han jugueteado con nosotros, y ahora, por lo que oímos, parece que se están divirtiendo: aplauden, mueven las piernas, ¡hasta ahora todo va bien!»
Alina Tofan, actriz y ecoperformer, ha compartido su experiencia con nosotros:
«Mi taller ha sido de arteterapia. He trabajado el mapa de las emociones, un ejercicio que entrena la atención de los niños en torno a los límites de su cuerpo. Ellos, al ser pequeños, justo ahora están descubriendo los límites espaciales de sus cuerpos y hemos trabajado mucho la imaginación, tratando de estimular su creatividad y espontaneidad. El taller se ha adaptado a las necesidades de cada niño, así como los ejercicios. Hoy ha habido cuatro niños en mi taller. Normalmente, puede haber hasta doce niños. De algún modo, cuanto menos sean, resulta más beneficioso para ellos, ya que puedes centrarte más en cada uno. Funciona igual de bien cuando se trabaja en grupos más grandes, ya que aprenden más rápido unos de otros. Otro ejercicio ha consistido en construir cada uno un personaje, a partir de bolsas de regalo que reciclamos, para hablar del niño al que pertenece, es decir, sobre su creador. Juntos hemos pegado plumas. Básicamente, hemos aprendido a trabajar un poco en conjunto, a prestar atención a las necesidades de los demás, a inspirarnos si vemos algo que nos gusta. Luego nos hemos presentado: ahí interviene la parte de la creatividad, en el lenguaje, en cómo imaginamos al personaje, su historia, cómo representa el personaje al niño y cuáles son los miedos o inquietudes. Y es interesante ver lo rápido que salen a la luz muchas cosas, cómo hay cosas con las que conectan y qué es válido para su universo. Es un muy buen ejercicio en el que ganan confianza unos en otros y les resulta más fácil cuando se trata de una actividad en grupo.»
Alina Tofán ha añadido:
«Lo que he observado ha sido una gran disposición por su parte. En cada grupo es distinto. Lo que sé que con certeza sobre los niños con los que he trabajado hoy es que conocen muy bien sus límites, es decir, qué quieren y cómo lo quieren. Creo que todavía hay lugar para estimularlos y animarlos a expresar su creatividad. He observado algunos pequeños bloqueos en la expresión creativa, aunque esta está presente a nivel de discurso y a nivel de intenciones. Aun así, a la hora de ponerla en práctica ha habido muchas limitaciones. Esto es algo que me ha sorprendido, ya que en otros grupos con los que he trabajado ha pasado exactamente lo contrario: normalmente funciona la creatividad, pero no funciona el lenguaje ni funciona lo que quieren hacer. Así pues, cada grupo tiene sus particularidades, pero de todos modos creo que los niños de hoy en día saben y expresan cada vez más cosas, por lo que ¡el futuro pinta bien con ellos!»
Llenos de alegría por descubrir el entusiasmo que despiertan estas iniciativas, también hemos disfrutamos de los timbales africanos.
Versión en español: Víctor Peña Irles