¡Tenemos un río, creamos una historia!
Ana-Maria Cononovici, 20.09.2022, 11:49
Hoy les contamos la historia del río Dâmbovița, como arteria verde de Bucarest, un espacio público vibrante donde la gente puede disfrutar del agua, la fauna, la flora y la comunidad. Éste fue el punto de partida de un proyecto para valorar el río como elemento de unión entre barrios, entre personas, entre ideas.
Hemos invitado a Valentin Talabă, gerente de comunicación en Nod Makerspace, la asociación organizadora del evento, para que nos cuente de dónde surgió la idea del evento Dâmboviţa Delivery:
Si miramos las grandes ciudades de Europa como Berlín que tiene el río Esprea, París que tiene el Sena y el Canal Saint Martin, Londres con el Támesis, también Bucarest tiene un río, pero el potencial del río no se utiliza. Muchos bucarestinos ni siquiera se dan cuenta de que tenemos un río en la ciudad. Y entonces se nos ocurrió la idea de conectar los dos sectores entre los que pasa, el sector tres con el sector cuatro y aprovechar esta oportunidad que nos brinda el agua, unir comunidades y crear algunas actividades culturales educativas para los más pequeños y para los adultos y reunirnos todos en un lugar muy fresco y muy agradable.
¿Qué pasó en Dâmboviţa Delivery? Valentín Talaba nos responde:
“Tuvimos más de 30 actividades, desde talleres para niños hasta actividades culturales, charlas sobre literatura y conciertos de música o eventos de food-court (patio de comidas). Sin embargo, lo más importante fue el paseo en barco desde la Plaza de la Unión, desde la Biblioteca Nacional, hasta Mihai Bravu porque mostramos lo importante que es que un río sea navegable en una ciudad, con esas represas que existen y de las cuales creamos unos pontones que la gente pueda cruzar de un lado del río al otro. Además, también tuvimos actividades de arte colaborativo, a través de las cuales las personas trabajaron con los presentes, crearon un arcoíris de hilo que está arriba del río. Reconstruimos el puente de Abatorului y también trabajamos en la cuenca del río para darle más color, más frescura. Creo que lo más importante es que la gente haya entendido que también puede disfrutar de la ciudad de una manera diferente, puede disfrutarla de una manera en la que no necesariamente tiene que gastar dinero, sino simplemente participando en actividades, reconectándose consigo mismos o con las comunidades a las que pertenecen.
Si tienes una idea de proyecto que pueda transformar Dâmbovița, ¡cuéntanosla! Buscamos intervenciones artísticas, iniciativas cívicas, proyectos educativos y talleres interactivos que le den vida al espacio alrededor del río, decía el anuncio del evento, a través del cual se invitaba a los interesados a registrar los proyectos participantes.
Alina Tofan, eco-performer, estuvo presente con la instalación Plastic Womb, de la que nos comentó lo siguiente:
Nosotros, el colectivo de Plastic Art Performance, es decir yo y Georgiana Vlahbei, hemos participado en la edición de este año de Dâmbovița Delivery con una instalación eco-performativa y con objetos con los que quisimos llamar la atención sobre la contaminación plástica de las aguas corrientes y sobre los efectos que el plástico tiene sobre los ecosistemas fluviales. La reacción fue muy buena, sobre todo por parte de los organizadores, porque nos dieron la oportunidad de presentar este trabajo. La gente tuvo curiosidad, tuvimos un código QR a través del cual pudo escuchar la historia de nuestra instalación. Fue un trabajo realizado por el diseñador Teo Rădulescu. Nuestra instalación se llamó “Plastic Womb, es decir matriz de plástico, porque lamentablemente esa es la imagen que los ecosistemas fluviales dejan en nuestra mente. Así que nuestro trabajo fue un manifiesto y un intento de llamar la atención y la participación de la sociedad civil.
¿Qué otros planes hay para fortalecer la relación entre la gente de la ciudad y el río que la atraviesa? Nuevamente en declaraciones para RRI, Valentin Talabă:
Seguiremos organizando el evento Dâmboviţa Delivery en el futuro y, al mismo tiempo, también estamos iniciando un debate sobre la calidad del río y sobre la dirección que puede tomar una ciudad utilizando este importante recurso.
Se apuntaron tanto soluciones temporales – activar el área a través de espectáculos, debates, exposiciones e intervenciones artísticas, como permanentes – propuestas de reconfiguración del espacio, que pueden ser presentadas a las autoridades. Seguimos buscando proyectos de activación urbana, es decir, proyectos de reconversión o rehabilitación de mobiliario urbano, proyectos de intervención artística, que reviven el espacio público alrededor del río o proyectos de alcance comunitario, proyectos sociales que apoyan a las comunidades y construyen puentes entre las personas. Todo con la idea de una mayor concienciación de que tener un río que cruza la ciudad es un privilegio para sus habitantes.