Sabores rumanos en los vlogs canadienses
Pakistán, Yakarta (Indonesia), Brasil son sólo algunos de los lugares visitados y presentados en los vlogs creados por dos jóvenes canadienses que se hacen llamar «JetLag Warriors». También visitaron Rumanía y realizaron una serie de 90 vídeos en los que recomiendan algunas «recetas tradicionales» únicas, además de descubrir zonas especiales, incluidos edificios de valor histórico de nuestro país.
Ana-Maria Cononovici, 25.04.2023, 14:02
Pakistán, Yakarta (Indonesia), Brasil son sólo algunos de los lugares visitados y presentados en los vlogs creados por dos jóvenes canadienses que se hacen llamar «JetLag Warriors». También visitaron Rumanía y realizaron una serie de 90 vídeos en los que recomiendan algunas «recetas tradicionales» únicas, además de descubrir zonas especiales, incluidos edificios de valor histórico de nuestro país.
JetLag Warriors es la pareja canadiense formada por Steve e Ivana, a quienes, tras viajar durante unos años, especialmente durante el invierno canadiense, les ha picado el gusanillo de los viajes y han decidido viajar «INDEFINIDAMENTE». De ellos aprendemos sobre viajes económicos, albergues, alojamientos en casas de huéspedes, comida callejera y un montón de detalles picantes. Así, en la serie de películas sobre Rumanía, si preparar una sopa de panceta en Canadá no parece tan sorprendente, el clip en el que se recomienda pălinca o brandy de pimienta como «remedio» para recuperarse de un mal humor es mucho más emocionante. Los canadienses parecen haber descubierto en Rumanía este buen remedio para todo, desde la resaca hasta el dolor de garganta: el aguardiente de pimienta en el que se pone pimienta negra en polvo y luego, como dice Steve, «se siente cómo se abre».
Hablamos de los remedios «autóctonos» de la tradición rumana, pero también de otras zonas, con el chef Relu Liciu y descubrimos que los «remedios para beber» difieren:
«De una zona a otra, hablando de Rumanía, y si lo llevamos al ámbito internacional, se bebe con todo tipo de otras cosas. Cuando estuve una vez en Alemania, solían curar con plátanos, teniendo en cuenta la falta de potasio durante las resacas. Por regla general, el 90% de las personas que acaban con una resaca muy fuerte lo hacen por la mezcla de bebidas que toman».
Y, sin embargo, ¿se puede considerar la pălinca o el brandy como una «cura de recuperación»? Relu Liciu:
«Algunos lo consideran un aperitivo, para consumir antes de una comida, muchos lo consideran un digestivo, para consumir al final de una comida. Mucha gente lo utiliza como digestivo. En Italia, incluso en Austria, el schnaps se bebe al final. Déjame ir a Transilvania, ¡no encontraré tocino y panceta al final! Por ahí se empieza. Y en realidad tiene que ver con el estómago. Recuerdo estar en Serbia hace muchos años y entrar en una farmacia y ver una botella que ponía «Stomakia», uno de sus licores que tenía una hoja de ajenjo».
Así que un aguardiente tratado con hierbas se vendía como medicina, repitió nuestro interlocutor, y luego explicó por qué algunas de las sopas rumanas más conocidas, sobre todo las de panceta o ave, se consideran una cura: «Al borde de la resaca, te deshidratas y necesitas mucho líquido. Una vez superado ese periodo, te entra mucha hambre. Te entra hambre y no puedes comer alimentos sólidos. Necesitas un zumo. La sopa de panceta complementa ambas cosas: porque muchos rumanos comen sopa de panceta y no necesitan el plato principal. Es una comida completa. Pero si me preguntas a mí, la sopa de resaca es la ciorba de potroace (n. red. sopa de carne de ave y caldo de col). Oí hablar de ella por primera vez cuando tenía siete años, y se utilizaba en las bodas. Solían tomar la ciorba de potroace al final de la boda, el segundo día, el tercero, ¡así se celebraban las bodas!».
De la sopa de panceta, que también aprendieron a preparar, no sólo a comer, Steve e Ivana dicen que «¡es la vida»! Los vloggers extranjeros dicen que quedaron tan encantados con la cocina y los lugares de Rumanía, desde las montañas hasta el mar, que celebraron su regreso a casa con un plato de pequeños platos. Otras recomendaciones culinarias de nuestra cocina que aparecen en sus vlogs son la Pălinca, la ensalada de huevas de pescado, la zacuscă (n. red. una especie de pisto de verduras), la ensalada de berenjenas, las judías al horno, la sopa de judías cocidas en pan de un famoso restaurante de Bucarest, así como la «col a la Cluj», explicada como «sarmale desenrollados» o «lasaña dulce» de Cluj, como llamaban al postre conocido como Vargabeles, pero también papanași y lapte de pasăre (n. red. “leche de pájaro”, unas natillas de vainilla).
La comida rumana, dicen, es tan buena y llena tanto que ni siquiera hacen falta postres, aunque a ellos les gustaran. Y seguro que los vloggers canadienses también se han preguntado qué comemos o bebemos para «darnos un capricho» después de tomar bebidas locales. El chef Relu Liciu nos da más detalles:
«Mucha gente se arregla con café, mucha gente se arregla con encurtidos, cosas dulces, zumos con gas, etc. Mucha gente se prepara y hace un ayuno antes de beber, con ese vaso de aceite de oliva o alimentos muy grasos para que el estómago te proteja y eso también ayuda mucho a que el alcohol no llegue muy rápido al torrente sanguíneo».
A los rumanos que vieron el vlog de Steve bebiendo una copa de brandy con un sobre de pimienta molida vertida en ella parece que les hizo gracia. Algunos, más enterados, también explicaron que la verdadera cura sería ţuică o pălinca hervida o caliente con granos de pimienta. Pero más allá de la diversión de todos, lo cierto es que cada vez más recetas rumanas son observadas y conocidas internacionalmente.
Traducción al español: Antonio Madrid