Rumanía, mi casa: ¡Que haya un millón de ángeles!
La conocí en una feria. Es soñadora e invita a los transeúntes a elegir un ángel, pintado o de yeso, para que ella decodifique su significado. Sentí curiosidad por la historia de estos ángeles y quise descubrirla. Entonces Miki Ciobotaru me contó la historia del millón de ángeles.
Ana-Maria Cononovici, 10.10.2022, 13:28
La conocí en una feria. Es soñadora e invita a los transeúntes a elegir un ángel, pintado o de yeso, para que ella decodifique su significado. Sentí curiosidad por la historia de estos ángeles y quise descubrirla. Entonces Miki Ciobotaru me contó la historia del millón de ángeles.
Este proyecto trata de explicar algo extremadamente sencillo y que está al alcance de todos, pero que tendemos a olvidar: que podemos ser buenos a tiempo completo, todos los días, no sólo durante las fiestas religiosas, y que el amor y la aceptación son la primera forma de terapia y que no necesitamos leer estanterías de libros para poder ayudar a los niños con autismo. En este proyecto estoy creando un millón de ángeles gráficos y de cerámica como manifiesto artístico-visual contra la discriminación de estos niños y de sus familias.
Le pregunté a la creadora cuál era el impacto de su proyecto:
Es un proceso realmente transformador para mí y para las personas con las que entro en contacto, porque, como he dicho, se trata de cosas sencillas y naturales, de amor, de aceptación, y a menudo no nos damos cuenta de lo valiosas que son en la vida de los demás. Mis ángeles siempre están destinados a ser elegidos por las personas que realmente los necesitan y que necesitan su mensaje, su actuación. Y cada uno de estos niños viene con un determinado mensaje en nuestras vidas, ya sea una lección o una bendición. Y sólo hay que tener un poco de paciencia para escucharlo.
¿Cómo surgió el proyecto? Nos lo dice la misma Miki Ciobotaru.
El proyecto del millón de ángeles llegó por etapas. Primero, en algún momento de 2019, antes de la pandemia, cuando quise regalar el día de mi cumpleaños, porque probablemente esa es también mi lección, que todavía estoy aprendiendo. Soy mucho más feliz al regalar que al recibir. Y en ese momento creé un taller de caridad, un taller en el que los que tenían el placer de asistir, en lugar de traerme un regalo de cumpleaños, hacían una donación en ese momento para crear un parque infantil para niños con necesidades especiales. Y este parque infantil se creó en el pueblo de Piscu, a unos 30 kilómetros de Bucarest. Era el primero de este tipo en todo el condado de Bucarest e Ilfov. Después, al trabajar en el mundo del voluntariado durante mucho tiempo, me relacioné con padres y niños de categorías especiales y me di cuenta de lo mucho que necesitaban ser escuchados, ser comprendidos y ser aceptados, tal y como son. Porque no hay nada malo en ellos, es sólo el descuido o la falta de información de la gente que tiende a rechazar algo que es diferente a ellos desde el principio. Y elegí este tema de los ángeles, porque en mi opinión ellos también son ángeles y nos recuerdan lo mucho que necesitamos aceptarnos los unos a los otros y encontrar un lugar bajo el sol para cada uno. Todo ocurrió después del toque de queda, de la pandemia, de un periodo de incertidumbres. Hasta ahora tengo 5284 ángeles creados y espero poder continuar en el futuro hasta haber creado un millón de ángeles para esta causa.
Una vez creados, los ángeles se pueden comprar. No hay un precio fijo, cada uno puede hacer un donativo, en el que la mitad del dinero recibido se dona y la otra mitad contribuye a la continuación del proyecto. Miki Ciobotaru amplía detalles:
Como impacto queremos conseguir sacar a la luz la normalidad de los niños especiales. Queremos conseguir reunir una comunidad de personas para crear un espacio donde puedan desarrollarse, para tener más centros de día, por ejemplo, donde estos niños puedan ir, donde sus padres puedan ser comprendidos y ayudados, porque desgraciadamente en Rumanía no hay mucho apoyo ni interés por estas categorías de niños con necesidades especiales. Y no hablo sólo del autismo y de todo el espectro de niños con necesidades especiales, sino de crear, cada uno de nosotros individualmente y todos juntos, una sociedad inclusiva en la que ellos también tengan su propio lugar bajo el sol y se sientan queridos y aceptados.
La creación de los ángeles es pura inspiración, pero se basa en un minucioso estudio de las particularidades de cada uno de ellos, nos dijo Miki Ciobotaru:
Trabajo con arquetipos angélicos. Hay una ciencia que estudia a los ángeles. Se llama angelología y la estudio con gran interés y curiosidad. Y en el libro de Enoc, que en realidad son 3 volúmenes, se exponen por primera vez más de 700 ángeles, presentados con nombres y funciones. En el proceso de creación dejo que mis manos trabajen y vemos después qué ángel se materializa, de modo que incluso quienes interactúan con ellos los eligen instintivamente, con su alma. Y trato de que cada uno llegue a la persona exacta que lo necesitaba o que de alguna manera resonó con él y lo llamó a su vida.
Un proyecto hecho con y por amor, con la esperanza de que podamos ser inclusivos, que podamos ser un poco más pacientes con nosotros mismos y con los que nos rodean cada día.
Versión en español : Valeriu Radulian