Han llegado las vacaciones, en tren desde Francia era una rima muy conocida cuando éramos niños.
Leamos Timișoara, el proyecto que consiste en encuentros a través de los cuales se promociona a los escritores y libros sobre Timişoara.
Las tradiciones, costumbres y hospitalidad de los rumanos impresionan a los visitantes extranjeros, así como las zonas pintorescas que invitan a descubrirlas.
A menudo ancladas en actividades urbanas, las personas olvidan cuánta alegría pueden brindar unas horas en la naturaleza, especialmente cuando se agregan actividades específicas como la recolección de frutas.
Estamos acostumbrados a disfrutar y a jactarnos de los éxitos de nuestros atletas olímpicos.
Băile Tușnad aspira a convertirse en la primera ciudad inteligente de Rumanía y en un modelo para toda Europa.
El Conjunto Dobrogeanca de la Casa Cultural Sulina fue fundado en 2010 y está formado por jóvenes amantes del folclore que, con mucha energía y entusiasmo, capitalizan los bailes folclóricos de Dobrogea, pero también de otras zonas del país.
Un rumano consume una media de 2,5 botellas de vino al mes, lo que representa 23,5 litros al año.
Afganistán, Irak, África, Mali son algunas de las zonas de conflicto adonde han volado con operaciones de transporte militar.
Ya sea que estén relacionadas con las vacaciones de Semana Santa, o simplemente por el buen clima que invita a socializar al aire libre, abril llega con muchas ferias por todo el país, por lo tanto, nos detenemos en algunas de ellas para disfrutar de su sabor.
Alina Gavrilă empezó a coser prendas de ropa cuando era adolescente.
La primavera es la época de la regeneración, del renacer de la naturaleza, por lo que no es de extrañar que un grupo de artistas y creadores multidisciplinares, junto con un grupo de estudiantes, crearan el evento La eco-sensorialidad. Caminos para las comunidades del futuro,
Hay una frase que dice que «el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla».
Hace mucho tiempo que los jóvenes se atan a la muñeca un hilo trenzado rojo y blanco en señal de amor.
Según la tradición popular, a principios de febrero, cuando el oso sale de su cubil, si el tiempo es soleado y ve su sombra, vuelve al cubil e hiberna unas tres semanas más, y el tiempo vuelve a enfriarse.