Más allá de las palabras
La primera agrupación de personas con discapacidad auditiva de Rumanía fue fundada el 9 de noviembre de 1919 con el nombre de Asociación Amistosa de Sordomudos de Rumanía.
Ana-Maria Cononovici, 17.10.2023, 12:26
La primera agrupación de personas con discapacidad auditiva de Rumanía fue fundada el 9 de noviembre de 1919 con el nombre de Asociación Amistosa de Sordomudos de Rumanía. Se logró bajo el patrocinio de la Reina María a través de la asociación voluntaria de un grupo de personas sordas. El primer presidente de la asociación fue Alexandru Clarnet. El príncipe Henry Ghica, hijo sordo del gobernante Constantin Ghica, fue miembro de la junta directiva.
En la actualidad, la Asociación Nacional de Sordos de Rumanía (ANSR) es una organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo es contribuir a la integración de las personas sordas en la sociedad. Este otoño tuvo lugar el proyecto «Semana de la Comunidad y la Cultura Sordas».
Bogdan Anicescu, director cultural de la Asociación Nacional de Sordos de Rumanía (ANSR), amplía detalles:
«La “Semana de la Cultura y la Comunidad Sordas es una iniciativa bilateral que organiza la Asociación Nacional de Sordos de Rumanía en colaboración con el Fondo Noruego para los Derechos Humanos. El objetivo de este proyecto es presentar la dimensión cultural de la sordera y poner en primer plano a las personas sordas como miembros de una minoría cultural y lingüística que tiene como base una lengua distinta del rumano, la lengua de signos rumanos. Aprovechamos las subvenciones noruegas y tras haber ganado este proyecto en el marco de la convocatoria Timișoara Capital Europea de la Cultura nos propusimos convertir a la ciudad de Timișoara no solo en Capital Europea de la Cultura, sino también en Capital de la Cultura Sorda. Por eso, entre el 11 y el 20 de septiembre de 2023 organizamos una serie de actos dedicados a la cultura sorda».
Se organizaron un concurso de belleza y talento Miss y Míster Silencio, un festival de danza y pantomima y un seminario conjunto con socios noruegos sobre el tema de la integración cultural de las personas sordas. Cabe mencionar asimismo el estreno del cortometraje «Amor sin palabras» y la Marcha del Silencio de personas sordas que se reunieron en el Parque Botánico de Timișoara y recorrieron a pie una ruta por el centro de la ciudad. En el taller de lenguaje de los signos las personas sordas tuvieron la oportunidad de aprender algunas nociones básicas del lenguaje de signos.
El director de la película «Amor sin palabras» nos contó cómo se desarrolló el rodaje con personajes sordos. Octavian Iacob:
«Tuvimos la suerte de contar con un intérprete. Aun así, el rodaje fue un reto que asumimos y que disfrutamos gracias a estas personas que estuvieron muy abiertas, muy transparentes y entusiasmadas por interpretar sus papeles y mostrarse a los demás. Se concentraron de manera excepcional los cuatro días que estuvimos rodando. Fue realmente algo muy especial, una experiencia nueva que no ocurre en ningún plató ni tampoco en la vida cotidiana».
Octavian Iacob también nos contó cómo se hizo el casting:
«Nos desplazamos a Timisoara donde tuvimos un día preestablecido para el casting. Se presentaron varias personas con deficiencias auditivas y elegimos teniendo en cuenta determinados criterios como el parecido con la descripción de los personajes del guion y su capacidad de interpretar el papel, de aprender e interpretar un texto a través de signos. La técnica de rodaje también fue diferente».
Octavian Iacob utilizó también actores profesionales como Paul Diaconescu y Cristina Velciu. Refiriéndose a los actores con discapacidad auditiva de la película, Octavian Iacob dijo:
«No solo no eran actores profesionales, sino que ni siquiera tuvieron tiempo de hacer un ensayo. Leyeron el guion durante un par de semanas e interaccionamos en línea con la ayuda de un intérprete. Prepararte así para el rodaje es muy difícil, por esto me sorprendió que el primer día de rodaje conocieran muy bien sus líneas. El intérprete me lo confirmó».
Bogdan Anicescu, director cultural de la Asociación Nacional de Sordos de Rumanía, agregó:
«Amor sin palabras es también lo que sentimos nosotros por haber conseguido poner en marcha esta actividad dentro de nuestro proyecto conjunto Semana de la Comunidad y la Cultura Sordas. Esta idea surgió hace tiempo. Deseábamos hacer de Timisoara un lugar especial donde estuviera ambientada la primera producción cinematográfica de este nivel en nuestro país. Una película en la que las personas sordas y la lengua de signos desempeñaran un papel central. Es el resultado del trabajo realizado por un equipo pequeño, pero con grandes ambiciones y un alma aún más grande. Estamos muy contentos por haber colaborado muy bien con el director Octavian Iacob, la productora Mirela Muşat y todo su equipo en la realización de este proyecto. Todo se hizo rápidamente, pero el resultado final es muy bonito, sobre todo porque recibimos comentarios positivos tanto del público con discapacidad auditiva como del público común. Es algo estupendo porque el mensaje de la película es precisamente que el amor supera las barreras de la comunicación y el lenguaje de signos puede unir».
El propósito de este proyecto fue iniciar un movimiento de apoyo más amplio de la cultura sorda rumana, más allá de las fronteras de la Asociación o de la propia minoría.
Versión en español: Victoria Sepciu