Las formas de las botellas de vino
Un rumano consume una media de 2,5 botellas de vino al mes, lo que representa 23,5 litros al año.
Ana-Maria Cononovici, 07.05.2024, 14:09
Un rumano consume una media de 2,5 botellas de vino al mes, lo que representa 23,5 litros al año. Las cifras se han mantenido relativamente estables en los últimos años, con respecto al período 2015-2017, según los cálculos de la Organización Internacional del Vino (OIV). Rumanía ocupa el decimotercer lugar en el mundo en términos de consumo de vino per cápita, con poco más de 23 litros al año, 30 botellas al año, 2,5 al mes. El ranking lo lidera Portugal, gran productor y consumidor, con 52 litros por persona al año (6 botellas al mes). Las siguientes posiciones son ocupadas por Francia e Italia, donde existe una verdadera cultura del vino. En Francia, casi no hay almuerzo o cena sin una copa de vino.
En Rumanía hay grandes diferencias entre lo urbano y lo rural, ya que en las zonas rurales se prefieren otras bebidas o el vino casero. Sin embargo, para los consumidores de vino embotellado, la forma y el color de las botellas tienen un significado especial, como aprendimos de George Ignat, conocido en el mundo de los especialistas como George Wine, profesor de la Escuela Superior de Sumilleres de Rumanía, miembro de la Asociación Wine Lover Romania.
«Cuando estamos en un restaurante o, mejor, en la sección de vinos de una tienda, estamos rodeados de un montón de botellas, de diferentes colores, formas, con etiquetas que nos deleitan visualmente. Desde el punto de vista del color, las botellas cubren una amplia paleta, siendo las más comunes las blancas, transparentes, las que se utilizan con mayor frecuencia para vinos blancos y rosados, las marrones, utilizadas principalmente para vinos tintos y verdes, utilizadas tanto para vinos blancos como tintos. Más recientemente, por razones de marketing, se utilizan botellas azules o en otros tonos no convencionales para el vino. En términos de tamaño, las cosas se ponen aún más interesantes. El tamaño estándar es de 750 ml o 75 cl. Intentaré enumerar los principales tipos de botella de capacidad algo atípica y un poco sobre cada uno de ellos. Tenemos una botella más pequeña. En realidad, hay más, pero solo quiero mencionar la de 375 ml, es decir, la mitad de la cantidad estándar normal utilizada en los vinos dulces de postre de la región de Soter. ¿Por qué? Si el rendimiento del vino ordinario es del 65 %, para estos vinos dulces, debido a los métodos de producción, el rendimiento es del 12 %, las producciones son muy bajas, por lo que se adoptó este tipo de botella. La botella estándar, como he dicho, es de 750ml, pero normalmente tiene un contenido de 770ml. ¿Por qué? Gracias al tapón y a ese espacio de oxígeno entre el líquido y el tapón».
George Ignat nos llama la atención sobre otros tamaños de botellas atípicas:
«A continuación viene la botella de 1,5 litros, la más utilizada. Tengan en cuenta que cada vez tenemos un múltiplo de 750 ml en esta escala de tamaños de botella. Después de eso tenemos la botella de 2,25 litros, el equivalente a tres botellas estándar, generalmente llamadas Marie Jeanne; la botella de 3 litros, Jeroboam; la botella de 4,5 litros, Reoboam; la botella de 6 litros, Matusalem; la botella de 9 litros, el Shalmanazar: la botella de 12 litros, Balhtazar; la botella de 15 litros, el equivalente a veinte botellas estándar, se conoce como Nabucodonosor. Para memorizar el orden de estas botellas, lo más importante, se nos propone un proceso mnemotécnico. Pensemos en Abracadabra tenemos ma–je–ma–sal–ba–na: ma de la Magnum, je de Jeroboam, re de Reoboam, ma de Matusalem, sal de Salmanazar, ba de Baltasar y na de Nabucodonosor».
La forma de las botellas también tiene un significado, como nos dice George Ignat:
«En términos de forma, tenemos tres estándares. Una botella de Borgoña, también llamada Bourguignon, destinada a los vinos de aquella región, apareció a finales del siglo XVII. Tiene un cuello muy fino con un cuerpo ligeramente cónico. Tiene un anillo en la parte superior que añade el maestro soplador. La botella Bourguignon es el modelo de botella francesa por excelencia. Casi todos los vinos Chardonnay del mundo se pueden encontrar en este tipo de botella. La botella de Burdeos, volvemos de nuevo a una famosa zona productora de vinos franceses, es bastante alta, con un cuello relativamente delgado, porque los tapones de corcho tenían un diámetro mucho menor al principio: 18 milímetros, en lugar de 24, en la actualidad, con hombros marcados y pronunciados y cuerpo cónico. Los hombros fueron especialmente diseñados para facilitar la decantación del vino. La botella alsaciana fina y elegante, también llamada Flauta de Alsacia, es la más alta de las botellas. Cuenta con protección legal desde hace 55 años. Está reservada exclusivamente para los vinos de Alsacia. Varias zonas de Francia tienen sus botellas. Te daré solo un ejemplo: en Provenza, la Casa Haute, hoy famosa por crear su propio modelo de botella, adoptado por muchos fabricantes provenzales de rosado, este modelo tiene forma de ánfora y fue patentado en 23».
A pesar de que en realidad hay cientos de tipos de botellas de vino, la mayoría de los enólogos todavía usan estas tres formas familiares: las botellas de riesling (alsacianas), burdeos y borgoña, todas ellas presentes en los estantes de las tiendas. Pero recuerden: ¡beban vino con moderación, sea cual sea la forma y el tamaño de la botella!
Versión en español: Mihaela Stoian