La exposición “La investigación de Drácula”
Ocho hermanos rumano-holandeses amantes de la historia de nuestro país que pasaron su infancia en Sighisoara (famosa ciudad medieval del distrito de Mures, en el centro de Rumanía) pensaron en hacer algo más para enriquecer la oferta de la ciudad así que abrieron una exposición interactiva, una invitación al mundo fascinante de Vlad Tepes (Vlad el Empalador).
România Internațional, 04.02.2020, 18:59
Vlad el Empalador nació en 1431 en Sighisoara, hijo legítimo del vaivoda Vlad Dracul (Vlad el Diablo). Vlad el Empalador heredó el rango de su padre y pasó a llamarse Vlad Draculea (hijo de Dracul), cuyas increíbles y crueles hazañas inspiraron al escritor Bram Stoker para crear su famoso personaje. Vlad el Empalador fue príncipe de Valaquia en 1448, entre los años 1456 y 1462, y en 1476.
La exposición se llama “La investigación de Drácula” (The Dracula Investigation) y presenta la historia del reinante más allá de las leyendas. Vlad el Empalador, una persona con sentimientos, un niño traumatizado, el hijo, el hermano, el guerrero.
Uno de los hermanos, Timon, tiene 26 años de edad, y nos ha contado cómo nació esta idea:
“He notado que muchos jóvenes optan por irse de Sighisoara por falta de oportunidades. Muy pocas personas se implican en crear proyectos nuevos o actividades para los turistas. Los turistas afirman que unas 2 o 3 horas de paseo por la ciudadela son más que suficientes. Por eso nosotros hemos pensado en hacer algo más. Ha sido un proceso largo, hemos tenido diferencias de opiniones y a veces aún las tenemos, pero hasta ahora lo hemos manejado muy bien. En el presente estamos pensando en otros proyectos aunque no siempre compartimos la misma opinión. Por ejemplo, al principio queríamos encargarnos también del diseño, pero nos dimos cuenta de que hay cosas de las que no podemos hacernos cargo porque no son de nuestra competencia.”
La escenógrafa Silvia Ioana Horobeanu nos ha contado cómo se sumó al proyecto:
“Al comienzo, Timor se puso en contacto conmigo, me contó de lo que se trataba y me pareció una idea interesante. Yo les propuse una versión más moderna y más minimalista porque en mi opinión la sencillez es lo más importante en este tipo de creaciones. Primero pensé en proyecciones, también queríamos hacer animación en varias habitaciones. Pensé en sombra y llegué a transparencias.”
De este modo llegamos a lo que ofrece actualmente la exposición: proyección, teatro de sombras, moldes. Los visitantes están invitados a entrar en las cinco habitaciones en las que el propio Vlad cuenta su historia. Pueden ver animaciones, esculturas y efectos de luz y sombra. Una exposición inédita que combina la tecnología con la historia.
Los iniciadores del proyecto son muy jóvenes. Lemre, el hermano menor de Timon, nos ha explicado lo siguiente:
“Me encanta la historia y la época medieval. Tenemos potencial pero no sabemos qué hacer con él. Así que pensamos en Sighisoara porque allí crecimos, una ciudad hermosa, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, en Transilvania. Cuando oye hablar de Transilvania, todo el mundo piensa en Vlad el Empalador, en Drácula. Pero de costumbre la gente que llega aquí no piensa en su verdadera historia, sino en los vampiros. Nosotros hemos pensado en presentar la verdad de una manera única, más interactiva.”
Aquí, en la exposición ”La investigación de Drácula”, el diseño fue creado desde cero. Silvia Ioana Horobeanu nos ha contado cómo le surgió una de sus ideas:
“Quería crear una sensación. En primer lugar toda la acción ocurre en el exterior y entonces pensamos en traer al interior algo del exterior. Por ser un espacio cerrado, pensamos traer un elemento del exterior y servirnos del sonido que dicho elemento produce así que trajimos grava para que la gente, al pisarla, sintiera algo. Los chicos me odiaron porque se vieron obligados a llevar muchos cubos, pero al final estuvieron muy contentos porque el proyecto salió muy bien.”
Junto con la escenógrafa y los ocho hermanos trabajaron muchos jóvenes artistas rumanos que crearon esta ruta de 20 minutos.
Los organizadores están abiertos a las críticas así que a la salida de la exposición pusieron dos cajas en las que los visitantes están invitados a dejar una nota en la que pueden escribir sus impresiones sobre la exposición. Si les ha gustado, dejarán su nota en la caja con buenas impresiones, si no les ha gustado la ponen en la caja con malas impresiones. De hecho, en un panel está escrito: “Si no quedan satisfechos, les devolvemos el dinero”.
Esta exposición se suma a los lugares dedicados a Vlad el Empalador tales como Curtea Veche (la Corte Vieja) de Bucarest o Curtea Domneasca (La Corte Real ) de Targoviste.