Ferias de Navidad
Las ferias navideñas tienen su origen en Alemania, pero actualmente se organizan en muchos países del mundo. En Rumanía, la tradición de las ferias navideñas no tiene una larga historia, pero ha sido adoptada rápidamente por la mayoría de las grandes ciudades del país. Por ejemplo, la Feria de Navidad de Sibiu se puso en marcha en 2007, el año en el que Sibiu fue Capital Europea. Cluj, Timisoara o Brasov también han adoptado esta tradición y han conseguido atraer cada año a más visitantes.
Ana-Maria Cononovici, 20.12.2022, 12:06
Las ferias navideñas tienen su origen en Alemania, pero actualmente se organizan en muchos países del mundo. En Rumanía, la tradición de las ferias navideñas no tiene una larga historia, pero ha sido adoptada rápidamente por la mayoría de las grandes ciudades del país. Por ejemplo, la Feria de Navidad de Sibiu se puso en marcha en 2007, el año en el que Sibiu fue Capital Europea. Cluj, Timisoara o Brasov también han adoptado esta tradición y han conseguido atraer cada año a más visitantes.
Bucarest tampoco es una excepción, con ferias organizadas en varios puntos de la capital, una central en la Plaza de la Constitución, otra en el Teatro Infantil, en la Explanada de la Ópera y en el Museo Nacional de la Aldea «Dimitrie Gusti».
Una de las mayores sorpresas de este año ha sido la Feria de Navidad de Craiova (en el sur de Rumanía), que además ha ocupado el 3º puesto en la clasificación de las ferias navideñas más bonitas de Europa, tras Budapest (Hungría) y Gdansk (Polonia), por European Best Destinations.
En Craiova, la magia de las fiestas puede vivirse en cinco zonas de la ciudad: la plaza Mihai Viteazul, el casco antiguo, la explanada del Teatro Nacional, la zona Doljana y la plazoleta de la catedral de San Dumitru. Aquí hay casas de cuento únicas, un árbol de más de 20 metros de altura, más de un millón de luces y figuritas luminosas, así como una pista de hielo de 700 metros cuadrados.
Nicoleta Ionici, de Bucarest, es ya una presencia tradicional en la Feria del Museo de la Aldea «Dimitrie Gusti» en Bucarest y nos cuenta lo que ha preparado para esta temporada:
«Muñecos de Navidad tradicionales para las fiestas, un árbol muy bonito, de piel, con luces, velas graciosas con narices, ojitos y una sonrisa. La bota de Papá Noel, también con ojos y graciosa, con una gran sonrisa. Una luna para la puerta, grande, con bolitas, florecitas, también de piel blanca. Un muñeco de nieve muy grande, con sombrero. La gente viene a la feria, compra, sobre todo los extranjeros se interesan por estas muñecas pequeñas o grandes, vestidas de manera tradicional. Hay también un Conde Drácula, pero con un aspecto divertido, es decir, que no da miedo. Y he puesto a su lado a una campesina, la próxima víctima».
Una oferta algo más inusual, pero muy agradable para los niños, fueron los conos de miel, de los que nos habló Ion Botnariu, apicultor, quien, además, nos recomendó otros productos:
«Tenemos hidromiel, un vino elaborado con miel, zumo de manzana y polen. Es tónico, fortificante, buen activador de la circulación sanguínea, digestivo y afrodisíaco. La gente parece apreciar estas cualidades. Otro producto que recomiendo es el vinagre de sidra de manzana. Hice este vinagre según la receta del doctor americano Jarvis, que estudió el efecto sobre el cuerpo humano, y entre otras cosas, este vinagre contiene mucho potasio orgánico de la manzana, que penetra en nuestras articulaciones. Muy apreciadas han sido también la miel de cilantro, la miel de balsa y la miel de manzana, muy mineralizada. Además, se nos ocurrió preparar una tentación para los niños, los conos de miel. Esta idea es original y parece dar cada vez mejores resultados. Al principio, los niños quedaron a la expectativa, pero al final, al ver lo sabroso que es este paquete de miel, vitaminas y antibiótico, se convirtieron en fieles consumidores. Siguen volviendo y comprando. Son conos de helado y eso les seduce, pues esperan encontrar allí sabores especiales. Los preparamos a base de miel de charco, que es una miel muy mineralizada y cremosa, perfumada, una tintura de propóleo que tiene un poco de alcohol, por lo que le hemos quitado el alcohol hasta el porcentaje de 50 % propóleo y 50 % alcohol, además de un polen, también del Danubio, y varias plantas espontáneas del Delta. Esta mezcla se vuelve irresistible si la pruebas, y para tu salud es una bomba de inmunidad natural, algo sin igual en el ámbito de la alopatía”.
Y como en los pueblos las fiestas de invierno cuentan también con la participación de los grupos que cantan villancicos, representaciones de teatro popular o con máscaras, todo esto se puede ver en las Ferias de Navidad. Stelian Popa, de Bucarest, lleva más de 30 años fabricando este tipo de máscaras, desde que aprendió a hacerlas en talleres organizados por el Museo de la Aldea «Dimitrie Gusti». Así nos lo contó:
«Son máscaras tradicionales que llevan los grupos que cantan villancicos en Bucovina. Se usan desde la Navidad hasta la fiesta de San Juan, que se celebra el 7 de enero. Son de piel de oveja, con espalda de tela y sombrero. Los adornos, las borlas, los dientes son los de antes. Y ahora hemos sido invitados por el Museo de la Aldea «Dimitrie Gusti» para exponerlos y venderlos. A través de los villancicos que cantan los mozos en varias casas, se piden deseos para ahuyentar a los malos espíritus. En Bucovina sólo se fabrica un determinado tipo de máscara, en otras zonas se hacen máscaras con las caras de hombres, mujeres y niños. Y elegí este modelo que hago en Bucovina, porque es muy importante para mí».
En las ferias navideñas se pueden degustar los platos típicos de Navidad, comprar adornos o regalos ya preparados para el saco de Papá Noel o disfrutar de los conciertos que se organizan durante la Feria.
En cuanto a las bebidas, tanto frías como calientes, hay vino caliente, cerveza, aguardiente hervido, ponche kinder, palinka, zumo de manzana, té, café o chocolate caliente para calentarse y llenarse de energía para divertirse aún más.
Versión en español: Victoria Sepciu