El Nido de Florentina
Florentina Baloș, presidenta de la Asociación El Barrilito de Sonrisas, es amiga de RRI desde hace mucho tiempo porque ya hemos presentado aquí varias de sus iniciativas benéficas.
Ana-Maria Cononovici, 09.07.2024, 14:00
Florentina Baloș, presidenta de la Asociación El Barrilito de Sonrisas, es amiga de RRI desde hace mucho tiempo porque ya hemos presentado aquí varias de sus iniciativas benéficas. En el programa de hoy les presentamos su proyecto visionario destinado a proporcionar apoyo a los jóvenes con discapacidad graduados con el objetivo de prepararlos para la vida y para ejercer una profesión.
Florentina nos contó la historia de esta iniciativa:
«El proyecto se llama La Casita de Florentina o El Nido de Florentina. Esperamos ponerlo en marcha en el primer semestre de este año. Está dirigido principalmente a los jóvenes que finalizan la enseñanza básica obligatoria. También tenemos un grupo de chicos que pueden asistir a una institución postsecundaria, pero en su caso depende mucho de sus aptitudes, de lo que puedan hacer. También hay padres que se quedan con los niños, puesto que El Nido de Florentina es un hogar para los padres que no tienen otra opción para sus hijos. Son oficialmente adultos, tienen 18 años, pero en realidad no son lo bastante maduros para poder valerse por sí mismos y necesitan asistencia. Los padres no tienen otra alternativa para poder continuar su vida profesional y su vida social. Es muy difícil y, por eso, se nos ocurrió ofrecerles esta casita donde sus hijos se pueden quedar durante el día».
Y como la escolarización resulta cada vez más difícil para los niños que viven en entornos desfavorecidos, el alcance del proyecto de Florentina es mucho más amplio:
«Pero no nos detendremos aquí. En efecto, el 80 % de nuestra actividad se centra en los jóvenes con discapacidad, pero también tendremos La Sala Mágica, como me gusta llamarla, donde ofreceremos apoyo a los niños que necesiten clases particulares y que viven en entornos desfavorecidos. Eso porque iniciamos este proyecto con la idea de evitar el abandono escolar. No todos somos genios y tenemos que estudiar dos carreras, pero todo el mundo tiene que graduarse para poder ejercer una profesión. Es muy importante que sepan que no están solos y que no abandonen los estudios. Que finalicen sus estudios para que puedan ganarse la vida cuando sean adultos».
Es un proceso de larga duración que a veces no produce pronto resultados tangibles, explicó Florentina Baloș:
«Para los jóvenes que finalizan la enseñanza básica obligatoria no tenemos límite de edad. Todos serán bienvenidos. En cuanto a los niños que viven en entornos desfavorecidos, intentaremos apoyarlos hasta que se gradúen. Tienen que terminar el liceo o seguir los cursos de formación profesional y vamos a estar aquí por ellos hasta que lo logren. Les repito que para los niños con necesidades especiales no existe un segmento de edad porque al final estos adultos serán, en realidad, niños que necesitarán asistencia».
Le preguntamos a Florentina Baloș si piensa colaborar más estrechamente con el sistema educativo estatal para ampliar iniciativas similares:
«Empezaremos con pequeños pasos. Colaboramos muy bien con la escuela especial del distrito 6 de Bucarest que cuenta con profesores absolutamente comprometidos, abiertos y enamorados de su profesión y de los niños que cuidan cada día. Así es como proyectamos y desarrollamos muchas actividades tanto el año pasado como este año. También con pequeños pasos realizaremos actividades en colaboración con el sistema educativo estatal».
Al igual que la mayoría de las iniciativas de Florentina Baloș, esta también se basa en concienciar los retos. Para resolver un problema, primero hay que conocerlo en detalle. Este nuevo proyecto pretende ayudar a las familias que cuidan a un joven con discapacidad o a las que no pueden mantener al hijo en la escuela. Como siempre, la determinación de Florentina Baloș, nos da esperanzas.
Versión en español: Victoria Sepciu