Egregora
Ana-Maria Cononovici, 13.10.2020, 18:24
Un viaje de nueve niños,
apasionados por la historia y la arqueología, que de pronto encuentran parte
del archivo secreto de la denominada Orden del Dragón, un archivo que contiene
un mensaje codificado sobre el tesoro oculto de los dacios: esta es la idea
central de una serie cuyo rodaje ha comenzado estos días. Se trata de una
combinación de misterio, historia y fe en la riqueza espiritual de estos
lugares, sobre la cual nos ha hablado el propio director, Andrei Chiriac.
«La idea es algo más antigua, surgió hace 13 años, después de
visitar Sarmizegetusa junto a un amigo. Allí escuché todo tipo de historias de
los vecinos, sobre los tesoros de los dacios y la espiritualidad ancestral, y
así es cómo apareció, en un primer momento, una idea de documental, que más
tarde se convertiría en una serie de televisión. Nos encontramos en la fase
inicial, firmamos un contrato de patrocinio con una empresa de publicidad hace
dos años, hemos recibido unos fondos, limitados si los comparamos con el
presupuesto de una película, y hemos rodado la parte histórica de la primera
temporada. En concreto, la época de Vlad el Empalador, en que se muestra la
trama de la corte de Vlad el Dragón, el padre de Vlad el Empalador, la relación
de Vlad con Radu el Hermoso y algunos otros hitos históricos. Estos nos ayudan
a comprender mejor la historia real de los nueve niños que en 2020 encontrarán
este extraordinario diario de Vlad el Empalador, una parte del archivo secreto
de la llamada Orden del Dragón, que custodiaba Vlad el Empalador. En ese diario
se habla alegóricamente de este tesoro maravilloso de los dacios, de los
secretos que los dacios habrían heredado de los atlantes (habitantes de la
ciudadela de la Atlántida). Así es cómo emprendemos nuestro viaje, partiendo de
estos tesoros».
Un tesoro no tan material, sino
espiritual, formado por los secretos que se esconden en él, como nos ha comentado
nuestro interlocutor, quien ha añadido:
«Rodaremos en los lugares más
hermosos de Rumanía. Toda Rumanía es muy bonita, por lo que no será muy difícil
escoger. De momento, hemos rodado en las Calderas del Danubio, la cueva
Ponicova, la cueva Veterani y la cima de una montaña de la zona, en los montes
del Lotru, las montañas Bucegi, muchísimo, en el valle de Obârșia, donde
empezamos el rodaje, en la Transfăgărășan, cerca de Sarmizegetusa, en la cueva
Bolii, la cueva de Șura Mare, atractivos turísticos menos conocidos para gran
parte del público y es que, de hecho, muchos me preguntan si hemos rodado en
Rumanía cuando han visto los vídeos. Al visualizar los planos rodados en la
cueva Bolii, me han preguntado si hemos estado en Jordania. Son lugares
totalmente sensacionales que poca gente conoce y que mostramos en la película.
Aun así, rodaremos por todas partes: en las fortalezas más importantes de
Rumanía, las iglesias fortificadas, en Moldavia, el macizo Ceahlău, los montes
Retezat y los montes Măcin, en Dobrogea. También iremos al sur de Rumanía, a la
cueva de San Andrés, luego hacia Satu Mare y, a continuación, desde Constanza
hacia Sighișoara. Lo incluiremos todo en esta producción».
Una producción que ya se compara
por su tendencia con Juego de Tronos o El Código Da Vinci; al
respecto, el director nos ha indicado que puede convertirse en una marca de
país, de Rumanía. A la pregunta sobre qué mensaje enviaría a los oyentes
extranjeros o al público de fuera, Andrei Chiriac nos ha respondido:
«Creo que la película será una grata sorpresa para ellos y visitarán
Rumanía con cariño e interés, vendrán al país para ver algo curioso, algo
único, tal vez al país del vampiro Vlad Drácula, pero se irán con el corazón
lleno de alegría. Muchos de ellos quizá se decidan por quedarse en estas
tierras, algo que no sería tan raro. Hay muchos extranjeros que han venido
aquí, se han enamorado de Rumanía y se han quedado. ¡Han descubierto que es un
pedacito de cielo, donde realmente vale la pena vivir la vida!».
Tras 20 años en Estados
Unidos, Andrei Chiriac afirma que Rumanía tiene una vibración diferente y que
los extranjeros lo sienten. Egregora, porque este es el nombre de la
serie, pretende dar homenaje a la cultura rumana, destacando la época de los
Dacios y, en segundo lugar, la de Vlad el Empalador. Al final de la serie
encontramos el tesoro de los Dacios, que consiste en la riqueza espiritual
extraordinaria de esta cuenca:
«Les agradezco que sigan de cerca Egregora; tengo muchas ganas de presentarles un producto de extraordinaria
belleza que los desafiará a encontrar el tesoro material, también espiritual,
que probablemente se encuentre en cada uno de nosotros».
Una serie apasionante que verá
la luz dentro de un año y medio, en caso de que reciban financiación real.
Versión en español: Víctor Peña
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