Curso de caligrafía
Con el comienzo del año escolar, el Museo Nacional Cotroceni ha reanudado un evento iniciado hace tres años, el “Curso de caligrafía». Participan cada vez más niños de un año para otro para practicar la escritura a mano de textos cortos. Están invitados a estos cursos personalidades de diferentes campos quienes explican la importancia de la caligrafía.
România Internațional, 24.09.2019, 18:50
Con el comienzo del año escolar, el Museo Nacional Cotroceni ha reanudado un evento iniciado hace tres años, el “Curso de caligrafía». Participan cada vez más niños de un año para otro para practicar la escritura a mano de textos cortos. Están invitados a estos cursos personalidades de diferentes campos quienes explican la importancia de la caligrafía.
Este año han acudido al “Curso de caligrafía” el filósofo Mihai Șora, el jugador de balonmano Cristian Gațu, exmiembro del equipo nacional de balonmano de Rumanía, galardonado con la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Montreal de 1976 y con la de bronce en Múnich de 1972, el entrenador del equipo de gimnasia olímpica, Octavian Bellu, la gimnasta Larisa Iordache, medallista olímpica, mundial y europea, ganadora de la medalla de bronce en la prueba por equipos en los Juegos Olímpicos de 2012, medallista cuádruple mundial y doce veces medallista europea, y la escritora Ana Barton .
El tema de esta edición del «Curso de caligrafía» ha sido el deporte que los alumnos deben practicar sin descuidar la educación. El mensaje enviado ha sido que el deporte y el estudio deberían ir juntos.
El entrenador del equipo de gimnasia olímpica, Octavian Bellu, ha explicado a los presentes cómo había desarrollado un sistema de educación especial en Deva, donde sus alumnas no descuidaron el desempeño docente.
“En gimnasia, como bien se sabe, el entrenamiento es intensivo, los acantonamientos son muy largos. No quiero dar ejemplos ahora, pero se me ocurre Lavinia Milosovich, quien vino a Deva en el primer curso con tan solo 7 años de edad y se fue de allí a los 20 años. Los dos aspectos están entrelazados. Lo que se diseñó muy bien en Deva fue que los cursos escolares fueron adaptados a las necesidades de entrenamiento ya que había dos entrenamientos al día. Observamos los estudios de psicólogos que decían que un alumno no puede concentrarse en el aula más de 30 minutos, por lo que acortamos la duración de los cursos y hacían seis o cinco asignaturas en tres horas. Es importante que después de terminar los 12 años de cursos no hayan tenido problemas con el examen de Bachillerato. Estaban preparadas intelectualmente y tuvieron resultados deportivos excepcionales»,
Ha dicho Octavian Bellu quien ha agregado:
“Todos los padres quieren que sus hijos sean inteligentes, quieren hijos preparados intelectualmente, pero no deben olvidar que sus hijos deben ser sanos, fuertes, la vida es una competencia y si no están preparados también físicamente se darán por vencidos y corren el riesgo de entrar en esas famosas depresiones de las que se está hablando tanto últimamente desde edades muy jóvenes».
Por su parte la gimnasta Larisa Iordache ha dicho:
“A lo largo del tiempo he participado en grandes competiciones como los Juegos Olímpicos por ejemplo. Los grandes campeones siempre han sabido transmitir sus emociones. La diferencia está marcada por la mentalidad en el deporte de alto rendimiento», ha dicho Larisa Iordache y ha recordado con nostalgia los cursos de caligrafía de la primaria:
«Los recuerdo muy bien. Realmente me gustó aprender nuevas letras, escribir palabras y escribir bonito y ordenado”.
Con casi 103 años, el filósofo rumano Mihai Sora ha contado cómo eran los cursos de educación física y deportes durante su infancia:
«Más reconfortantes en cualquier caso que los demás cursos. Después de estar en el banco podías moverte un poco y ser contemporáneo con tu propia edad. En el colegio éramos estudiosos mientras estábamos en los bancos, pero durante el curso de educación física teníamos que estar animados. Lo que más me gustaba era la escalada. Estaba subiendo muy rápidamente, incluso había descubierto un método para adelantar a mis compañeros. Antes del inicio de las competiciones de escalada me quedaba agachado, y cuando el profesor daba la señal de inicio, daba un salto brusco y ganaba al menos medio metro, en comparación con mis colegas que se quedaban de pie. Por eso muchas veces salí el primero. Es una cuestión de inteligencia, no solo de fuerza».
El filósofo les dijo a los estudiantes que la escritura debería mostrar respeto por aquellos que la leen:
“En mi época, escribíamos con pluma y tinta y la caligrafía consistía en hacer las letras con líneas finas trazadas de abajo para arriba y con línea gruesas de arriba para abajo. Esta alternancia continua entre lo fino y lo grueso era parte de la caligrafía. Desde que aparecieron los bolígrafos, los rotuladores, ya no se practican líneas gruesas o finas. Pero, en cualquier caso, lo más importante en la escritura es el respeto por quien tiene que entender lo que has escrito, es decir tu escritura tiene que ser legible».
El jugador de balonmano Cristian Gațu ha contado cómo había logrado convencer a sus padres que lo dejaran practicar deportes:
“Mi madre estaba en contra y mi papá estaba a favor de que yo practicase un deporte. Finalmente, negocié y dije que iría a la escuela, siempre que me dejaran practicar deportes. Desde el primer curso de la primaria comencé a hacer deporte y estudiar por supuesto. Tenía que sacar buenas notas porque si no, me habrían prohibido continuar con el deporte. Con el tiempo he conseguido practicar el deporte y estudiar sin problemas».
«Curso de caligrafía» es uns llamada a la escritura a mano y a la educación, en el contexto en el que se eliminó la caligrafía del currículum escolar.
Versión española : Irina Calin