Una propuesta polémica
Nos esperan retos grandes en un mundo en cambio, cambio que sucede todos los días a una gran velocidad.
Corina Cristea, 11.05.2018, 15:52
Nos esperan retos grandes en un mundo en cambio, cambio que sucede todos los días a una gran velocidad. En esto han pensado las autoridades de Bruselas a la hora de crear el presupuesto comunitario para el período 2021-2027. Se trata de un presupuesto pragmático y moderno para una Unión que protege, capacita y defiende. Esta propuesta de presupuesto representa una respuesta honesta a la realidad actual en la que se espera que Europa desempeñe un papel más importante para incrementar la seguridad y estabilidad en un mundo inestable, en un momento en que el brexit dejará un hueco considerable en el presupuesto de la Unión, según considera Bruselas. La respuesta a este reto doble incluye reducciones de gastos y la identificación de nuevos recursos. En una iniciativa sin precedentes, la Comisión Europea también ha propuesto restringir el acceso a los fondos de la Unión Europea a los países miembros que infringen el Estado de derecho.
Escuchemos ahora al presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker:
“El respeto del Estado de derecho es una condición previa esencial para la buena gestión financiera y la eficacia de la financiación de la UE. Por eso proponemos un mecanismo para proteger el presupuesto frente a riesgos financieros vinculados a deficiencias generalizadas del Estado de derecho. Este mecanismo representa una regla general, se aplica a todos los Estados miembros y es una parte esencial de la arquitectura del nuevo presupuesto europeo.
Aunque dicho mecanismo se aplicará a todos los países miembros, Polonia y Hungría se sienten directamente presionadas. “No aceptaremos mecanismos arbitrarios que transformen la gestión de los fondos de cohesión en instrumentos de presión política «a la carta», ha dicho el Gobierno de Varsovia. La CE aplicó el artículo 7 del Tratado de la UE a Polonia, contra Hungría no se ha solicitado todavía, pero la CE ya ha señalado los fracasos del Estado de derecho. La aplicación significa suspender el derecho al voto para dicho Estado. “No es posible poner condiciones no cuantificables porque esto supondría favorecer a ciertos Estados. En nuestra opinión este tema necesita una opinión jurídica, posiblemente del Tribunal Europeo de Justicia, según considera la europarlamentaria Norica Nicolai quien no cree que la propuesta de la Comisión se llegue a materializar:
“Es sólo una propuesta. Seguramente no recibirá el visto bueno porque la actual construcción del Tratado de Lisboa no lo permite, no tiene ningún fundamento legal. Claro, yo puedo entender a la CE, está en crisis, busca encontrar fondos que reemplacen la pérdida que sufrirá el presupuesto tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Seguramente, esto y otras cosas que tienen que ver con las reducciones de la política de cohesión y de la política agrícola común no son tan bien aceptadas. Francia, por ejemplo, tiene grandes reservas en cuanto a la política agrícola común. Otros Estados, tales como Polonia y Hungría han anunciado que no aceptarán estas condiciones. Por lo tanto, es sólo una propuesta que será debatida en los próximos meses.
En opinión del analista político Adrian Zabava, la aparición de este asunto también se relaciona al debate electoral europeo ya que el próximo año se celebrarán elecciones europarlamentarias:
“Estoy seguro de que todo sucede por alguna razón en el programa de los líderes de Bruselas. Tal y como están las cosas en este momento, seguramente éste será uno de los asuntos clave de las elecciones europarlamentarias del próximo año dado que Bruselas desea solucionar de una vez por todas los fallos de algunos miembros de la UE en referencia al Estado de derecho.
Es muy importante que cada uno de nosotros entienda que el Estado de derecho no es una simple formalidad, sino un estado de espíritu. El Estado de derecho es la justicia basada en el reconocimiento y plena aceptación del valor supremo de los derechos humanos, de las instituciones fuertes y de la intolerancia a la corrupción, según ha apreciado, por otra parte, el jefe del Estado rumano. En opinión de Klaus Iohannis, en el presente, Europa se enfrenta a crisis internas y externas de una complejidad e intensidad sin precedentes. La historia de la construcción de la UE nos ha demostrado varias veces que nuestra fuerza está en la unidad, solidaridad, cohesión y en una visión ambiciosa e innovadora del futuro. En estos principios y valores se basa el proyecto europeo. Rumanía opina que estos principios deben permanecer en la base de su futuro desarrollo, en nuestro beneficio común, según ha subrayado el jefe del Estado apreciando que la UE sigue siendo un proyecto indispensable.