Un nuevo presidente en Chisináu
Hace un mes, los ciudadanos de la República de Moldavia (exsoviética, donde la mayoría de la población habla el rumano) eligieron a su presidente, por primera vez en los últimos dos decenios, por voto directo.
România Internațional, 17.12.2016, 12:10
El ganador fue el socialista prorruso Igor Dodon, quien adelantó con aproximadamente 70 mil votos a su contrincante, la proeuropea Maia Sandu. El Tribunal Constitucional de la República de Moldavia ha validado esta semana los resultados, confirmando a Igor Dodon como jefe del Estado y pidiendo a la vez al Parlamento de Chisináu que revise la legislación para eliminar las deficiencias constatadas durante las elecciones y la campaña electoral. La investidura tendrá lugar el 23 de diciembre y el ganador de las elecciones ha presentado ya parte de las direcciones de la política que tiene la intención de llevar a cabo. Se trataría entre otros de la federalización de la República de Moldavia. He aquí lo que ha afirmado el analista político Vlad Ţurcanu sobre esta idea :
“Debemos hacer una distinción clara entre el discurso político de Igor Dodon en la campaña electoral, al que no ha renunciado definitivamente, y las atribuciones que tiene el presidente de la República de Moldavia, según la Constitución, que le permitirían iniciar unos proyectos de este tipo, como sería la federalización. La República de Moldavia, al fin y al cabo, es un país parlamentario, y por tanto las atribuciones de Igor Dodon se han reducido mucho. Y recuerdo aquí la decisión del Parlamento de transferir al control parlamentario, por ejemplo, el servicio de inteligencia y seguridad, que hasta ahora, según la Constitución, pertenecía de alguna manera a la institución presidencial. Creo que Igor Dodon se enfrentará en el siguiente periodo, cuando tome su mandato, a la situación de no poder poner en marcha los planes que ha presentado a la opinión pública en la campaña y después, porque hay instituciones del Estado, como es el Ministerio de Exteriores, que siguen una política exterior muy precisa, desarrollada tanto en la legislación nacional, como en el Acuardo de Asociación que tiene la República de Moldavia con la Unión Europea.”
Igor Dodon se ha visto obligado a admitir en las entrevistas que ha ofrecido sobre todo a la prensa rusa que no tiene suficientes prerrogativas si no colabora en este sentido con el Parlamento para denunciar por ejemplo el Acuerdo de Asociación con la UE. Nuevamente al micrófono Vlad Ţurcanu:
“Uno de los temas de la campaña de Igor Dodon fue el desarrollo de la cooperación económica con la Federación Rusa. Cualquier experto de Chisináu diría que, en primer lugar, el relanzamiento de la cooperación económica con Rusia no se concretará muy pronto, y cualquier apertura de Moscú hacia una cooperación de este tipo significaría concesiones esenciales en la política exterior de la República de Moldavia, por ejemplo, sobre la región de Transnistria (n.red. separatista, en el este). Igor Dodon verá muy pronto que la única plataforma de desarrollo económico de la República de Moldavia es el Acuerdo de Asociación con la UE. Y tampoco el Parlamento le permitirá que intervenga en este proceso de cooperación de la República de Moldavia con la UE.”
Igor Dodon, ha añadido Vlad Ţurcanu, no habría llegado a presidente sin el apoyo del aparato del Estado, sin el apoyo mediático que le ha ofrecido el Partido Demócrata, que lo ha preferido a Maia Sandu, porque Igor Dodon es para el Partido Demócrata un candidato, y ahora un presidente, mucho más cómodo que Maia Sandu, que se ha mostrado hermética ante cualquier intento del Partido Demócrata de atraerla. Respecto a las relaciones con la Federación Rusa, Vlad Ţurcanu opina que Igor Dodon se ha situado como un agente de influencia de Moscú:
“La República de Moldavia tiene ahora una colaboración estratégica con la Federación Rusa, e Igor Dodon la llenaría de contenido. En qué medida puede pasar esto depende también de la clase política de Chisináu. Pero teniendo en cuenta que la República de Moldavia depende de la financiación externa y puede reformar sus instituciones con la ayuda de Occidente, también incluyendo en esta entidad a Rumanía, la UE y Estados Unidos, creo que es posible tener una mejor relación con la Federación Rusa, pero no se puede descartar la relación discontinua que hubo en el pasado. Y tampoco creo que Moscú esté distuesta a ceder ante la República de Moldavia respecto al asunto de Transnistria, por ejemplo. Rusia quiere todo o nada. Igor Dodon no creo que tenga posibilidades de obtener concesiones por parte del Kremlin respecto al asunto de Transnistria y he visto que esto no es posible según el ejemplo de Vladimir Voronin, quien intentó, al igual que Igor Dodon ahora, convencer a Moscú en los años 2001-2002 para que le ofreciera el control sobre la región de Transnistria y sabemos cómo acabaron aquellos esfuerzos de Vladimir Voronin. Siguió una congelación de las relaciones entre Chisináu y Tiraspol que duró casi cinco años. La Federación Rusa no estaría dispuesta, desde mi punto de vista, a ofrecer concesiones a la República de Moldavia, indiferentemente de quién es el presidente de la República de Moldavia, Igor Dodon o un proeuropeo.”
Por otro lado, ha afirmado, el hecho de que en Rumanía haya ganado las elecciones el Partido Social Demócrata podría significar que las relaciones económicas y políticas entre la República de Moldavia y Rumanía incluso podrían mejorar, teniendo en cuenta la relación especial que han cultivado el PSD de Rumanía y el PD de la República de Moldavia, que gobierna actualmente.