Nueva legislatura en Bruselas
Alrededor de 370 millones de europeos con derecho a voto acudieron a las urnas del 6 al 9 de junio para elegir a 720 eurodiputados, pero poco más de la mitad decidió ejercer su derecho.
Corina Cristea, 05.07.2024, 15:00
Los resultados mostraron que los partidos centristas conservan una mayoría clara en el Parlamento Europeo: el Partido Popular Europeo sigue siendo el grupo más numeroso en la legislatura, con un aumento significativo en comparación con las elecciones anteriores; la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas ocupó el segundo lugar, perdiendo algunos lugares, y el grupo Renew se mantuvo en tercer lugar, a pesar de la caída en el número de votos recibidos.
Los dos grupos políticos de extrema derecha, el Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) y el Grupo de Identidad y Democracia (ID), obtuvieron juntos 14 escaños más que antes, pero aun así es demasiado poco para incluirlos en la cocina política del Parlamento, según los analistas. Los dos grupos ocupan el cuarto y el quinto lugar en escaños en esta legislatura y obtuvieron por debajo de las expectativas previstas antes de los comicios. Los Verdes cayeron del cuarto al sexto lugar, y el grupo de Izquierda ocupa el séptimo lugar, con menos escaños que en el pasado. Los parlamentarios de partidos no afiliados o independientes suman casi 100 escaños.
Si nos fijamos en el equilibrio de fuerzas, con más de 400 escaños obtenidos por las tres principales fuerzas políticas, el equilibrio de poder en el Parlamento Europeo parece prácticamente inalterado. Sin embargo, lo que ha causado malestar en la clase política y ha generado fuertes reacciones han sido los importantes avances de la extrema derecha en países como Francia o Alemania, donde, según los analistas, la insatisfacción con la gestión de la pandemia y las tensiones geopolíticas han contribuido a este resultado.
¿Qué mensaje envían los votantes a la Comisión Europea? ¿Es un voto sancionador de algunos países occidentales? Sorin Ioniţă, presidente de Expert Forum:
«Ha habido muchos cambios en las sociedades occidentales en las últimas décadas, desde la globalización, el aumento de la inmigración, se ha hablado mucho sobre el cambio climático, los cambios en las tecnologías y la gente está estresada, quiere un pequeño descanso de este ritmo tan rápido de cambio, quiere un poco de tiempo para asimilar y digerir todo este cambio y, básicamente, votan con fuerzas populistas, de un tipo u otro, que les dicen: ¡Vamos a ser como antes, vamos a parar el cambio!, lo que obviamente no va a suceder. No hemos visto grandes sorpresas en comparación con lo que decían las encuestas, y estos extremistas de derecha están muy bien divididos en dos grandes campos: algunos son pro-Kremlin, por así decirlo, y otros son pro-occidentales, pro-atlánticos. Y aquí está la gran diferencia, por ejemplo, entre Giorgia Meloni y los polacos, por un lado, que nunca jugarán con Rusia, y los alemanes de la Alternativa para Alemania (AfD), que tienen un perfil preocupantemente alto, quizás incluso el partido de Marine Le Pen en Francia, pero ella también se ha moderado».
Hablando a su vez sobre la extrema derecha europea, el profesor Ștefan Popescu, analista y comentarista de política exterior, cree que su ascenso continuará:
«Estamos en un período de crisis, crisis sucesivas, que no se han resuelto. La crisis económica tras la pandemia de COVID-19, la crisis económica provocada por la guerra en Ucrania, la competencia con China y Estados Unidos, que lleva a una erosión de la economía europea, la presión migratoria, las cuestiones de seguridad, los ecos de la guerra en Oriente Medio, todo esto no hará más que crear un ambiente de incertidumbre, que proporcionará un terreno fértil para estos movimientos».
El profesor de ciencias políticas, Andrei Țăranu, invitado a Radio Rumanía, habla sobre el contexto de las elecciones, sobre los principales temas que preocupan a los ciudadanos europeos:
«Europa occidental está muy interesada y tiene el problema relacionado con la guerra en Ucrania y el problema de la paz y todo lo relacionado con una nueva política de armamento de la Unión, sobre la posibilidad de construir un ejército europeo, (…) mientras que en Europa del Este los problemas económicos son los más graves. La mayoría de los europeos del Este están interesados en una posible crisis a nivel de la UE, desde los países bálticos hasta Grecia. El problema de los procedentes del sur del continente (Grecia, Italia y España, exceptuando Portugal) sigue siendo la migración procedente del norte de África y Oriente Medio, mientras que los problemas de los países escandinavos siguen siendo más bien el cambio climático. Los de Occidente tienen este problema relacionado con una reconstrucción europea, una revisión de los tratados, para que haya una mayor implicación de la Unión, de la burocracia europea en la existencia y en la vida de los ciudadanos europeos, mientras que los del Este desconfían bastante, digamos, de una mayor implicación política de la Unión Europea, incluso en cuestiones de justicia, derechos humanos y así por el estilo».
¿Cuáles deberían ser las prioridades de la nueva Comisión? De nuevo, el profesor Ştefan Popescu:
«Las prioridades serán muy importantes y, yo diría, esenciales, como nunca antes, para el rumbo de la UE. En primer lugar, esta Comisión todavía tendrá que seguir gestionando la guerra en Ucrania, cómo seguirá prestando ayuda la Unión a Ucrania, especialmente si el 5 de noviembre se anuncia que tendremos un cambio de equipo en la Casa Blanca a partir del 21 de enero. Luego, la gestión de la situación posconflicto, porque esta guerra no durará otros cinco años, aunque dure un año más».
Por ello, la expansión a los Balcanes Occidentales, a Ucrania y a la República de Moldavia, como vemos, depende de varios factores, pero esta ampliación requerirá una reforma sustancial del proceso de toma de decisiones a nivel europeo, concluye Ștefan Popescu.
Versión en español: Mihaela Stoian