Los rumanos, cada vez menos
Lo que era obvio para todos fue confirmado oficialmente por los datos del más reciente censo: el declive demográfico continúa en Rumanía.
Corina Cristea, 14.07.2023, 11:00
Lo que era obvio para todos fue confirmado oficialmente por los datos del más reciente censo: el declive demográfico continúa en Rumanía. La disminución registrada desde el censo anterior es de 1,1 millones de personas, y desde 1990 a la fecha estamos hablando de un déficit de 4 millones de habitantes. Las principales causas: la emigración a Occidente, junto con el constante descenso de la natalidad. Las duras cifras muestran que la población de Rumanía disminuyó en comparación con 2011 en más del 5 %, y en comparación con 2002 disminuyó en más del 12 %, alcanzando en 2021 el nivel de 1966. El fenómeno no ocurre solo en Rumanía, está presente también en muchos países de Europa del Este, pero sigue siendo tan preocupante aquí como en los otros Estados que lo enfrentan.
Invitado a Radio Rumanía, Tudorel Andrei, presidente del Instituto Nacional de Estadística, ha analizado los datos del censo y ha mostrado que reflejan un aumento en la reducción y el envejecimiento de la población residente de Rumanía:
«La disminución de la población residente no es un fenómeno que encontramos solo en Rumanía, sino también en la mayoría de los países de Europa del Este y, por qué no, incluso en los países desarrollados de Occidente. Desafortunadamente, en Rumanía, Bulgaria, Croacia, el tamaño de la disminución de la población, de hecho, es mucho mayor que en el resto de los países del este del continente. Las causas son múltiples y debemos buscarlas en las varias etapas de la transición. La primera sería que en el primer período de la transición tuvimos una migración acentuada. Esta disminuyó en la segunda parte, a partir de 2012-2013, pero también tenemos el otro fenómeno relacionado con los nacimientos y los decesos. No olvidemos que la natalidad y la mortalidad son dos fenómenos muy complejos, que tienen una rigidez y que cambian de manera muy lenta y, de costumbre, hay un desfase temporal. Lo que sucedió en el primer período de la transición, lo cosechamos, si se me permite decirlo así, en este período. Estos son, en general, los dos factores muy importantes: la migración y los factores naturales. 30 años de transición significaron, igualmente, un cambio en el comportamiento de la población en relación al primer nacimiento a nivel de familia y en relación al número de hijos nacidos en una familia».
Para muchas mujeres, la carrera es más importante ahora que hace dos o tres décadas: las oportunidades educativas y profesionales han aumentado, y el tiempo que pasan en el sistema educativo es más largo, por lo que las mujeres deciden ser madres a edades más avanzadas. A nivel familiar, los altos ingresos pesan más en la decisión de tener un hijo, y los puestos profesionales bien remunerados a menudo conllevan sacrificios en términos de tiempo y energía. Entonces, más de la mitad de las parejas en Rumanía elige tener un solo hijo. «Me sorprende –dice Tudorel Andrei– la disminución de la población residente en el grupo de edad de 15 a 64 años. Tenemos una reducción de más de 1,4 millones, lo que significa una disminución de este grupo de edad en la población total, del 68 % en 2011 se redujo al 64 %. Prácticamente, en mi opinión, esta es la información más importante que extraemos de este censo. ¿Qué se puede hacer para detener e incluso revertir este proceso?»
De nuevo en declaraciones para RRI, Tudorel Andrei:
«Si consideramos solo la migración internacional, efectivamente se ha reducido mucho, diría muchísimo, en los últimos cinco o seis años. Si después de la adhesión y en los primeros años, 2007, 2008, tuvimos valores de migración muy altos, incluso más de medio millón en un año, hoy en día la migración internacional ya no es tan pronunciada. Pero, lamentablemente, el factor natural, al menos al nivel del año 2021, fue predominante en la reducción de la población residente. Así que no olvidemos que tanto el fenómeno de los nacimientos como el fenómeno de las muertes son dos fenómenos muy complejos, que no podemos cambiar de un día para otro. Tenemos que ser pacientes. Si queremos tener cambios en el comportamiento de la población en el próximo período, tendremos que esperar los resultados tal vez en 10 años, 20 años, pero en ningún caso tener estos cambios repentinos de un día para otro. Sucedió una vez antes en la historia de Rumanía, en 1967; entonces fue posible porque estábamos en una sociedad totalitaria. ¿Sabéis cuándo vimos los resultados? Los vimos allá por los años 2006 – 2007, cuando la población nacida en los años 67, 68, 69 emigró a los países del oeste del continente».
La pérdida de 4 millones de ciudadanos en tres décadas ya tiene efectos negativos y se hace sentir en el ámbito laboral, donde hay escasez de empleados en determinados campos, como la hostelería y las construcciones. El sistema de pensiones también se ve afectado, dado que Rumanía está lejos de la proporción ideal y sostenible de cuatro trabajadores activos por un jubilado: Rumanía es el país donde 10 empleados mantienen a 9 jubilados. ¿Qué pasará si las cosas se mantienen en la misma tendencia? En cuanto a las pensiones, en 2030, su presupuesto ya no podrá apoyar los pagos a las personas mayores, dicen los economistas. Por otro lado, la crisis sanitaria pasará, las economías se recuperarán y los países desarrollados de Occidente necesitarán de nuevo mano de obra, que obtendrán principalmente de Europa del Este. De modo que, también en 2030, la población residente de Rumanía podría rondar los 18 millones, según el INS. Rumanía perdería así un lugar en la jerarquía europea: ya no estará en el sexto lugar, sino que caerá al séptimo lugar, por detrás de los Países Bajos.
