Los peligros del estrés para el organismo
El estrés siempre ha acompañado a las personas y tiene, en cierta medida, un papel protector.
Corina Cristea, 13.12.2024, 14:21
El estrés siempre ha acompañado a las personas y tiene, en cierta medida, un papel protector. Sin embargo, los problemas surgen cuando el estrés se vuelve crónico, dura demasiado tiempo y termina estropeando el buen funcionamiento del cuerpo. El sistema inmunológico puede verse afectado, lo que nos hace más susceptibles a las infecciones y otras afecciones. Y el estrés crónico también puede provocar la aparición o el empeoramiento de enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes, los trastornos digestivos o cardiovasculares. La doctora Diana Păun, profesora universitaria, nos explica las repercusiones del estrés crónico:
«El estrés continuo aumenta la secreción de cortisol. El cortisol es una hormona muy buena para nosotros, es una hormona que salva vidas, pero cuando se segrega durante un tiempo largo y continuo, también tiene efectos secundarios. Induce toda una serie de patologías. Induce la presión arterial alta, la diabetes, la obesidad modelada por la insulina, esa obesidad en el vientre, que también se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, aumenta los niveles de colesterol y grasa en la sangre, por lo que básicamente induce lo que llamamos síndrome metabólico. Todos estos cambios acortan tu vida, por lo que repercuten con el paso del tiempo, es por ello que el cuerpo sometido a un estrés prolongado debe descansar».
Si sometemos a nuestras glándulas al estrés con demasiada frecuencia, en algún momento pierden la brújula, explica Diana Păun, recordando que esta hormona del estrés, el cortisol, es producida por la glándula suprarrenal y liberada en situaciones peligrosas, en momentos de estrés, para ayudar al cuerpo a adaptarse a esas situaciones:
«Se trata de un llamado síndrome sin protección, que ha sido descrito por los propios endocrinólogos rumanos, y que hoy en día de alguna manera encuentra su definición en lo que llamamos burnout. Después de un largo período de trabajo, estrés, preocupación, la glándula suprarrenal ya no quiere responder y se duerme. O bien, esta condición, en la que las glándulas suprarrenales ya no reaccionan, supone una fatiga crónica equivalente al síndrome de burnout. En el que, básicamente, no tienes ganas de hacer nada, estás constantemente cansado, es como una depresión».
Para mantener un nivel óptimo de cortisol en el cuerpo, es importante adoptar un enfoque holístico, un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular y tiempo suficiente para descansar y relajarse. Asimismo, técnicas como la meditación, el yoga o la respiración profunda pueden ayudar a reducir los niveles de estrés y así disminuir la producción excesiva de cortisol. Todo esto puede ayudar a mantener el equilibrio hormonal, que es esencial para una buena salud y bienestar. Las secreciones hormonales no son como el agua del grifo, las dejas ir y la hormona fluye, todas tienen un pulso, un biorritmo, explica la profesora universitaria Diana Păun, y el biorritmo más obvio es la hormona más importante, la hormona del estrés.
«El cortisol tiene un biorritmo, decimos, circadiano, es decir, el nivel más alto de cortisol es por la mañana, a las 8 cuando deberíamos estar muy activos: comenzamos el trabajo, necesitamos recursos y como tal se aumenta la secreción de cortisol. Luego, a lo largo del día, el nivel de cortisol comienza a disminuir, gradualmente, y a las 9 de la noche se desploma. Este biorritmo del cortisol, que es muy interesante, suele establecerse alrededor de los dos años del niño, ni siquiera desde su nacimiento, y se mantiene durante toda la vida, siendo el biorritmo del cortisol un signo de la funcionalidad normal de las hormonas, del sistema endocrino. De la misma manera, existe un biorritmo sueño-vigilia, un biorritmo claro-oscuro, cuya hormona principal es la melatonina, una hormona que se ha estudiado mucho y lamentablemente es muy poco conocida. Es una hormona que induce el sueño, porque se descarga en la oscuridad. Si quieres dormirte más rápido, puedes tomar una pastilla de melatonina, que es una hormona natural que puede ayudarte a inducir el sueño, siempre que la persona esté a oscuras después de tomarla. Una secreción normal de esta hormona explica el sueño relajante y reparador que cualquiera de nosotros debería tener».
Desafortunadamente, el estrés diario, todas las condiciones en las que vivimos y trabajamos hoy en día interrumpen nuestro sueño y alteran estos biorritmos, por lo que se producen una serie de enfermedades, afirma Diana Păun. Sin embargo, se estima que la medicina del estilo de vida, de la que se habla cada vez más, puede prevenir el 80% de las enfermedades crónicas y no transmisibles. Se basa en seis pilares: nutrición, actividad física constante, sueño reparador, gestión del estrés, evitar las sustancias peligrosas y fomentar las conexiones sociales positivas.
Versión en español: Mihaela Stoian