Los beneficios de la inmunización
La estación fría siempre viene acompañada de virus gripales y, ante su inminencia, el debate sobre la vacunación vuelve a ocupar un primer plano.
România Internațional, 16.10.2020, 12:12
La estación fría siempre viene acompañada de virus gripales y, ante su inminencia, el debate sobre la vacunación vuelve a ocupar un primer plano. Actualmente, la preocupación es aún mayor y, a las preguntas habituales que los especialistas responden cada año, se suman las que derivan del contexto de pandemia. ¿Qué ocurre en caso de doble infección por SARS-CoV-2 y un virus gripal, por ejemplo, sobre todo en personas con patologías asociadas o pertenecientes a grupos de riesgo? ¿El nuevo coronavirus tiene influencia en la propagación de los virus gripales? La profesora Dra. Doina Azoicăi, invitada a Radio Rumanía, presidenta de la Sociedad Rumana de Epidemiología, nos lo ha aclarado y ha destacado un elemento positivo muy interesante: en el hemisferio sur, donde la estación fría está llegando a su fin, la actividad gripal no ha sido muy intensa este año. ¿Qué nos cabe esperar? Doina Azoicăi:
«Habrá muchas infecciones respiratorias agudas triviales. Cabe esperar que circulen diversos virus, desde rinovirus, hasta otras cepas de coronavirus que han circulado cada año y que dan lugar a los llamados resfriados comunes. Además, prevemos que circule el virus de la gripe. Resulta muy interesante que en el hemisferio sur la actividad gripal no haya sido muy intensa. Este hecho puede tener varias explicaciones. Es posible que los dos virus compitan entre ellos y gane el más fuerte, el más «joven», aunque el virus de la gripe tenga cada año una estructura distinta, no cambia sustancialmente, pero obviamente se trata de una cepa diferente a la del año anterior. También puede que se deba al hecho de que la población ha adoptado algunas medidas para limitar el riesgo de contagio por patógenos respiratorios, como llevar mascarilla y evitar aglomeraciones, lo que podría ser beneficioso, ya que posiblemente no habrá un aumento del número de casos de infecciones gripales. Aunque esto no significa que no vayamos a tener casos de gripe. En el hemisferio sur, ha predominado la gripe A H1N1, a un nivel bajo pero predominante, más que la B, como pasó el año anterior.»
Entre los virus gripales, los de tipo A y B pueden provocar epidemias o incluso pandemias, ya que las cepas circulantes varían de un año a otro. Cada primavera, la Organización Mundial de la Salud determina qué cepas se utilizarán en las vacunas de la temporada siguiente, mediante un programa de predicción y un análisis de máxima precisión de las cepas circulantes. Los virus gripales y los coronavirus pertenecen a familias diferentes. En estas condiciones, ¿podría aparecer otro tipo de virus si se combinan? El doctor Adrian Marinescu del Instituto Matei Balș de Bucarest ha realizado algunas aclaraciones, como el hecho de que los pacientes que se infectan con el virus de la gripe y el nuevo coronavirus pueden desarrollar formas más graves de COVID-19 y que la vacuna contra la gripe no protege contra el SARS-CoV-2. Adrian Marinescu:
«No existe ninguna prueba que los relacione: los virus gripales se encuentran en un lugar y los coronavirus, familia a la que también pertenece el SARS-CoV-2, en otro. No existe relación alguna. Si nos vacunamos contra la gripe, esto será beneficioso para nosotros porque no contraeremos la gripe. Desde este punto de vista, sí que nos ayuda, pero no existe una relación directa. El nuevo coronavirus, aunque ya no es nuevo, sufre mutaciones menores en cualquier momento e incluso mutaciones relevantes. Por ejemplo, actualmente se sabe que en Estados Unidos y Europa probablemente haya una variante viral que no es más agresiva, pero que se transmite con mayor facilidad. Por este motivo, hablamos de una segunda ola y del modo en que se dan las infecciones hoy en día».
El número más bajo posible de casos de gripe permite una presión menor en el sistema sanitario, que se enfrenta a una pandemia que no se sabe cuándo acabará, dado que aún no disponemos de una vacuna contra el COVID-19. Para los virus gripales, no obstante, existen vacunas, como nos recuerdan los médicos, y la vacunación es la medida de prevención más eficaz. Virgil Musta, jefe del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Hospital Victor Babeș de Timișoara (en el oeste del país):
«Para la prevención de una enfermedad infecciosa, sea la que sea, existen métodos específicos y las vacunas son el mejor método. En su ausencia, existen medidas para mantener la higiene, como lavarse las manos, respetar el distanciamiento social y llevar mascarilla, además de varias medidas genéricas que son muy y muy importantes y que no debemos descuidar. Seguir una dieta saludable hace que el organismo sea más resistente y esté mejor preparado en caso de infección. Se sabe que el estrés influye en la inmunidad. Por lo tanto, es bueno que la gente intente gestionar su estrés y pueden tomar medicamentos para tratarlo, que pueden ser remedios naturales u otros recomendados por médicos especialistas. Hemos constatado que las personas con depresión o en un estado de preansiedad sufren estrés relacionado tanto con la enfermedad como con la vida cotidiana. Estas han ingresado con formas severas de la enfermedad, por lo que estos dos elementos influyen en su evolución. Además, es conveniente tomar vitaminas que preparen al organismo ante cualquier infección, como las vitaminas del grupo A, D, el zinc y el selenio. Por otra parte, hay que descansar: un organismo descansado es mucho más resistente que uno cansado o fatigado; así pues, es bueno gestionar nuestra actividad diaria, el esfuerzo que realizamos, no solo físico, sino también mental o intelectual, ya que todo esto influyen en la inmunidad y es que, de hecho, la lucha se da entre los mecanismos de agresión del agente patógeno y los mecanismos de defensa del cuerpo».
Es conveniente que tengamos una mejor educación para la salud, añade Virgil Musta, es decir, acudir a realizar una revisión general anual, tratar de mantener bajo control las enfermedades que tengamos y prevenir factores de riesgo relacionados con la alimentación, el tabaco o la contaminación: luchemos por un aire más limpio.
Versión en español: Víctor Peña Irles