La adhesión a Schengen sigue siendo prioritaria
Desde hace más de 12 años, a Rumanía y Bulgaria –miembros de pleno derecho de la UE– se les sigue negando la adhesión a Schengen, pese a cumplir todos los criterios.
Corina Cristea, 22.09.2023, 12:31
Desde hace más de 12 años, a Rumanía y Bulgaria –miembros de pleno derecho de la UE– se les sigue negando la adhesión a Schengen, pese a cumplir todos los criterios. Los ciudadanos de ambos países son los únicos de la familia europea obligados a perder el tiempo con controles fronterizos. No obstante, el mayor perjuicio es económico. Así lo confirmó la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, quien reiteró que mantener a los dos países a las puertas de Schengen es injusto e injustificado, ya que aplazar repetidamente la decisión sobre la adhesión supone «limitar el derecho a la libre circulación y costes adicionales para sus economías». El perjuicio financiero para Rumanía, calculado por economistas independientes, sería de unos 200 millones de euros al mes. El Gobierno de Bucarest habla de pérdidas económicas de hasta el 2 % del producto interior bruto y baraja la idea de pedir compensaciones. Al mismo tiempo, en Bruselas se apoya la admisión de los dos países que trabajan conjuntamente en este empeño.
En su discurso anual sobre el Estado de la Unión, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pidió a Austria que permitiera a Rumanía y Bulgaria incorporarse sin demora a Schengen. Pero Viena se apresuró a rechazar la petición, afirmando que la actual ampliación del espacio de libre circulación no tiene sentido. «Las cifras de migración están aumentando en Europa. Necesitamos más controles, no menos», declaró Gerhard Karner, ministro austriaco del Interior. Según el gobierno austriaco, Rumanía y Bulgaria no podrían controlar eficazmente sus fronteras, un hecho refutado por todas las estadísticas, tanto de Bucarest como de Bruselas. «Rumanía y Bulgaria se han convertido ya en un «modelo de buenas prácticas» tanto en materia de asilo como de retorno de migrantes», declaró Ursula von der Leyen. El analista de política exterior Ștefan Popescu, comentó así las declaraciones de la jefa del Ejecutivo comunitario:
«Son importantes como señal política general. En cualquier caso, desde hace años, los representantes de las instituciones europeas –independientemente de si hablamos de determinados comisarios temáticos como del presidente de la Comisión Europea, que está obligado a contentar a todos, a hacer una síntesis de las distintas opciones en la UE– los mensajes siempre han sido de apoyo, han sido positivos. El problema está en los Estados, porque de nada sirve hablar y dar esos mensajes si no se discute el tema de la decisión en la UE, y aquí es un problema de doble filo, porque cada Estado tiene derecho de veto. Esto puede ser beneficioso en el caso de Rumanía, si se levanta sobre el expediente Schengen, pero puede tener consecuencias negativas a otros niveles, cuando se crean mayorías que irían contra nosotros».
En julio, el Parlamento Europeo votó una resolución sobre la adhesión de Rumanía y Bulgaria para finales de este año, y España, que ocupa actualmente la presidencia semestral del Consejo de la UE, ha hecho de ello una prioridad. Mientras tanto, tras 17 años de correr en círculos, se ha levantado el Mecanismo de Cooperación y Verificación. Es una decisión que confirma que el Estado de derecho en Rumanía está consolidado y es fuerte, y éste es un argumento más que apoya nuestra adhesión a Schengen, ha subrayado el primer ministro Marcel Ciolacu, quien recuerda que muchas de las objeciones en el pasado estaban relacionadas precisamente con la independencia del poder judicial.
La negativa de Austria es una decisión arbitraria e injustificada, afirma el primer ministro, y si Viena sigue abusando de su veto en el próximo Consejo de Justicia y Asuntos de Interior, Rumanía demandará a Austria ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas. El caso ya está pendiente ante el tribunal de la UE desde febrero, iniciado por un eurodiputado, Eugen Tomac, miembro del Partido del Movimiento Popular:
«El 8 de diciembre del año pasado observamos que el Consejo de Justicia y Asuntos de Interior presentó una propuesta para invitar a Rumanía, Bulgaria y Croacia al espacio Schengen, ya que cumplen los criterios. Dado que en esa reunión se presentó una propuesta y se tomaron dos decisiones –se rechazó a Rumanía y Bulgaria y se aceptó a Croacia–, creemos que hubo abuso de derecho por parte de Austria, que dijo que no estaba de acuerdo con la ampliación del espacio Schengen, pero en la misma reunión votó a favor de la ampliación de este espacio. Por lo tanto, se han violado varios artículos del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, incluida la legislación Schengen. La Comisión Europea, la institución que determina si un Estado cumple o no la legislación Schengen y reúne las condiciones, lleva 12 años diciendo que sí, que Rumanía está preparada para entrar en este espacio de libre circulación. El Parlamento Europeo ha votado un dictamen favorable y varias resoluciones al respecto. En cambio, en el Consejo Europeo, en el Ministerio del Interior, primero Holanda y ahora Austria abusan de la ley, porque no permiten que un Estado europeo disfrute de las ventajas del mercado único europeo, de la libre circulación de mercancías, de la libre circulación de ciudadanos, restringiendo nuestro acceso legítimo, consagrado en los tratados, a disfrutar de los mismos derechos de los que disfrutan más de 450 millones de ciudadanos europeos».
«El veto austriaco a Schengen no va dirigido contra Rumanía, sino contra un sistema defectuoso», siguen argumentando los responsables vieneses, «solo unas fronteras exteriores seguras hacen posible nuestra visión de una Europa sin fronteras interiores».
Versión en español: Antonio Madrid