El láser más potente del mundo
La construcción del láser más potente del mundo en la plataforma de Magurele situada cerca de Bucarest concluirá en el año 2019
Corina Cristea, 20.01.2017, 16:24
La construcción del láser más potente del mundo en la plataforma de Magurele situada cerca de Bucarest concluirá en el año 2019 y se espera que traiga grandes beneficios en sectores como la medicina, farmacia, astrofísica y física nuclear. Los gastos para este proyecto esperado con máximo interés por la UE y también por el resto del mundo, de donde proceden los científicos que trabajarán en dicha plataforma, ascienden a tres cientos diez millones de euros.
Cincuenta científicos han sido incluidos hasta la fecha tanto de Rumanía como del extranjero para que trabajen en el proyecto.
“Este es sólo uno de los proyectos que definen mi estrategia de las ciencias abiertas hacia el mundo. He iniciado mi carrera como ingeniero y este proyecto me suena como una música, ha declarado el comisario europeo para la Investigación, Ciencia e Innovación, Carlos Moedas, quien ha visitado recientemente la plataforma de Magurele. Lo importante es que las informaciones lleguen al ciudadano bajo su más sencilla forma y le ayuden, ha añadido el comisario al hablar de un enlace de descubrimientos científicos.
“Cuántos de nosotros recuerdan que el descubrimiento de la antimateria condujo al diagnóstico del cáncer o que hoy en día llevamos en nuestros bolsillos los GPS porque Einstein concibió en 1915 la teoría de la relatividad.
Carlos Moedas ha defendido una mejor promoción del proyecto del láser más potente del mundo que considera como un puente entre las ciencias y un imán para los investigadores.
“Creo que es una buena salida dado que hablamos de un proyecto único en Europa. Es un proyecto para Europa y uno de los más importantes que tenemos en el continente. Representa también una oportunidad para Europa para erigirse en una plataforma para la ciencia. El proyecto ELI conectará la ciencia con las preocupaciones diarias del ciudadano. Deberíamos hablar más de él en Europa y en el mundo, y atraer a un número mayor de personas interesadas en experimentar, para mostrar la importancia de hacer del mundo invisible uno visible.
El conjunto de Magurele albergará la parte de física nuclear del proyecto ELI. Las labores que se efectuarán en Rumanía completarán a los otros dos componentes: el de ciencia de haces de alta energía, realizado en Praga y el de ciencia de los láseres a nivel de attosegundos que será albergado por Hungría. La plataforma de Rumanía se ocupará de la investigación fundamental en el sector de los haces ultraintensos de radiaciones visibles, el láser y las radiaciones invisibles gamma. La potencia de los láseres será impresionante, 10 millones de miles de millones de vatios cada uno, o la potencia equivalente a 100.000 millones de bombillas de 100 vatios.
“Si el pulso láser de semejante potencia durara un segundo haría falta toda la energía eléctrica producida en el mundo durante dos semanas para alimentarlo. Esto es 1000 veces más que el poder instalado en todas las centrales eléctricas del mundo, pero debido al hecho de que la duración del pulso láser es sumamente corta, del orden de las decenas de femtosegundos, el consumo promedio de energía durante el funcionamiento es razonable, han explicado los especialistas.
El proyecto de Magurele representa un ejemplo desde el punto de vista científico y financiero, ha apreciado a su vez el director del Instituto de Física Atómica de dicha plataforma, Nicolae Zamfir:
“Es un proyecto símbolo para la Comisión Europea, es la primera gran infraestructura de investigación financiada con ayuda de fondos de desarrollo regional. Es uno de los proyectos europeos más apreciados en Bruselas.
Más de 600 millones de euros anualmente y alrededor de 7000 puestos de trabajo podría generar, a nivel local, la inversión en el láser de Magurele, en opinión de las autoridades rumanas.
En Rumanía ambicionamos avanzar más allá de la investigación y la investigación aplicada, utilizando el láser como fuente de desarrollo local. Un ejemplo al respecto lo representa el concurso de proyectos urbanísticos a través de los cuales se persigue reconstruir la ciudad de Magurele alrededor del gran láser. Cuatro estudiantes del Instituto de Arquitectura de Bucarest han ganado el primer premio con el proyecto Sun Valley, con calles, plazas, parques y un equilibrio restablecido entre la tecnología, el transporte público y edificios destinados a las oficinas.