El largo camino hacia Schengen
Junto a Bulgaria, con la que lleva más de una década trabajando codo con codo en este proceso, Rumanía fue bloqueada hace una semana por Austria en su intento de obtener el estatus de miembro de Schengen.
Corina Cristea, 16.12.2022, 14:53
Junto a Bulgaria, con la que lleva más de una década trabajando codo con codo en este proceso, Rumanía fue bloqueada hace una semana por Austria en su intento de obtener el estatus de miembro de Schengen. Solo unos días antes, las autoridades de Bucarest habían dado un suspiro de alivio, ya que finalmente habían obtenido la aceptación de los Países Bajos, después de años de oposición, y el cambio de postura de Austria en los últimos cien metros fue sorprendente, por decir lo menos. Invocando la gran cantidad de inmigrantes a los que se enfrenta, Viena se mantuvo inflexible hasta el final, y su decisión, tildada de injustificada e injusta, provocó una ola de reacciones tanto en Bucarest y Sofía como en Bruselas. Los funcionarios del Parlamento Europeo y de la Comisión Europea se sintieron decepcionados y enviaron mensajes de apoyo a los rumanos y búlgaros.
Incluso el presidente de Austria, Alexander Van der Bellen, se desmarcó de la decisión del Ejecutivo encabezado por el canciller Karl Nehammer. “Lamento profundamente la decisión de bloquear la adhesión a Schengen de Rumanía y Bulgaria”, dijo el presidente de Austria, quien reconoció que su país se encuentra en una situación difícil debido a la gran cantidad de solicitantes de asilo. Sin embargo, enfatizó, el bloqueo de Schengen no contribuye a una solución. Por otro lado, el canciller austriaco rechaza la idea de que hubo motivaciones políticas internas detrás de la votación de la semana pasada. En una entrevista con la emisora de televisión pública de Viena, dijo que cualquier conexión con las elecciones en Baja Austria a fines de enero era «una suposición absurda». Habla, nuevamente, en la entrevista, de los 75 mil inmigrantes ilegales del total de los 100.000 que llegaron a su país y afirma que muchos de ellos habrían llegado a través de Rumanía y Bulgaria.
El voto de Austria es injustificado, reiteró en Bucarest el jefe del Ejecutivo rumano, Nicolae Ciucă: «Todos los Estados europeos han acordado abrir las puertas del espacio Schengen a los rumanos, como reconocimiento a nuestros preparativos, y también a los continuos esfuerzos durante años para proteger las fronteras exteriores europeas. Todos ellos, con una sola e injustificada excepción: Austria. La unanimidad no fue posible en el contexto en el que solo un Estado miembro, Austria, rechazó la adhesión de Rumanía. Esta decisión se fundamenta en alegaciones basadas en cifras que Rumanía ha demostrado claramente que son incorrectas. Ni siquiera utilizamos estimaciones, utilizamos los datos de las agencias de la Unión Europea, que deben seguir siendo la base cuando tomamos decisiones europeas. Reconocimos las dificultades de los Estados miembros que están bajo presión migratoria y siempre hemos actuado de manera solidaria y activa para encontrar soluciones a nivel europeo. Lamentamos y, francamente, no entendemos la postura inflexible mostrada por Austria».
La no admisión no solo significa un objetivo político incumplido, lo que está en juego es mucho mayor. Invitado a Radio Rumanía, Mihai Ionescu, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Exportadores e Importadores de Rumanía y copresidente del Consejo de Exportación de Rumanía, habló sobre las pérdidas económicas y financieras sufridas por nuestro país: «Además de lo que Rumanía ha invertido en asegurar las fronteras con la zona extracomunitaria -hubo inversiones masivas, del orden de miles de millones de euros- ahora nos encontramos con un veto totalmente ilógico, que contradice las conclusiones de organismos especializados, quienes establecieron que Rumanía cumple las condiciones técnicas, recalco: técnicas, para poder entrar en el espacio Schengen. Bloquear nuestra entrada en este espacio trae un gran perjuicio a los exportadores e importadores, en el sentido de que cualquier mercancía que entra y sobre todo sale de Rumanía se ve obligada a esperar con camiones en las aduanas durante horas, y cada hora significa dinero, lo que lleva a una disminución en la competitividad de nuestros productos de exportación.
He calculado que debido a esa barrera creada artificialmente, con un sesgo 100 % político, que forma parte de los mecanismos que están siendo cuestionados por la Organización Mundial del Comercio –se trata de una barrera no arancelaria- acumulamos déficits comerciales muy grandes año tras año. Este año, calculé, los 33.000 millones de euros que representará el déficit en la balanza comercial de bienes, es decir, calculado sobre una base per cápita, al menos 1.500 euros de déficit, de deuda, que le dejamos a las próximas generaciones. ¿Por qué? Porque algunos políticos, debido a sus juegos e intereses políticos, prohibieron la admisión de Rumanía, injustificadamente -la prueba es la reacción no solo nuestra, de los rumanos, sino de los demás socios de la Unión Europea e incluso de los habitantes y ciudadanos de Austria– y no aprobaron nuestra petición».
La economía de Rumanía puede perder 10.000 millones de euros anuales, así como muchos más euros que paga cualquier ciudadano o cualquier empresa que tenga que cruzar fronteras, estimó también el ministro de Economía, Florin Spătaru. Las autoridades rumanas dicen que es necesario encontrar una solución constructiva, y Bucarest utilizará todos los medios disponibles para desbloquear la situación.
El presidente Klaus Iohannis: «Esta votación, aunque me molestó y me decepcionó, no me hace retroceder. Y, personalmente, seguiré estando muy conectado con el fenómeno y estoy decidido a llevar las cosas más lejos, hasta que Rumanía se convierta en miembro del espacio Schengen».
Según una encuesta de opinión encargada por la Academia Rumana antes de la votación en el JAI, casi el 78 % de los rumanos estuvo de acuerdo con la afirmación de que Rumanía es tratada como un país de segunda clase, y más del 70 % de los rumanos está de acuerdo en que Rumanía cumple con todos los requisitos y criterios y, después de todo, será recibida en el espacio Schengen.
(Versión española: Simona Sârbescu)