El futuro del Acuerdo de Schengen en peligro
La política de puertas abiertas promovida por Alemania es el imán que atrae a refugiados afganos y paquistaníes. Ha sido un gesto moral loable, pero ahora Angela Merkel debe asumir la responsabilidad de proteger la comunidad política de Europa y sus fron
Corina Cristea, 16.10.2015, 16:57
La política de
puertas abiertas promovida por Alemania es el imán que atrae a refugiados
afganos y paquistaníes. Ha sido un gesto moral loable, pero ahora Angela Merkel
debe asumir la responsabilidad de proteger la comunidad política de Europa
y sus fronteras externas. El presidente
del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha hecho esta afirmación añadiendo que
algunos estados vecinos de la UE harían
uso de los refugiados como de un arma en una guerra híbrida que iniciaron
contra el bloque comunitario con el fin de obtener favores de parte de Europa.
Donald Tusk ha insistido en que la pregunta más urgente que deberíamos hacer
es la de cómo recuperar el control de nuestras fronteras externas. Si no
conseguimos asegurar las fronteras externas de la UE, el espacio Schengen de libre circulación está en
peligro y el temor que se apoderará de la población europea favorecerá la
ascensión de los partidos radicales.
Datos recientes
revelan que desde comienzos del año corriente más de 310.000 refugiados han
llegado a Grecia después de haber cruzado el mar Egeo viniendo desde Turquía.
Los informes detallan que las autoridades turcas impidieron el paso al espacio
comunitario de tan solo varias decenas de miles de refugiados. Recientemente ha
sido dado a conocer un acuerdo entre la UE y Turquía, acuerdo que prevé
aumentar la asistencia financiera concedida a Ankara y repartir entre los
países de la UE los refugiados que se encuentran ahora en Turquía. Por su parte,
el gobierno turco se ha compromentido a abrir seis nuevos campos de refugiados.
Según la Agencia
Europea de vigilancia de las fronteras uropeas, Frontex, durante los primeros
nueve meses de este año han llegado al territorio de la UE más de 710 mil
inmigrantes, mientras que a lo largo del mismo período del año pasado llegaron
tan sólo 282 mil. Recientemente Frontex ha
puesto en marcha una convocatoria para que775 guardas fronterizosse sumen a las tareas de
identificación y recepción de inmigrantes y refugiados. Según el
director ejecutivo de Frontex, Fabrice Leggeri los Estados miembros deben
comprender que en lugar de desplegar cientos de policías en sus fronteras
nacionales, sería mucho más útil que los enviaran a la frontera exterior de
Europa.
La mayor ola
migratoria desde la Seguna Guerra Mundial
pone en riesgo la supervivencia del espacio Schengen, por el que 400
millones de ciudadanos de 26 países pueden moverse libremente en gran parte de
Europa. La libertad de circulación trae beneficios pero también
riesgos, y los Estados miembros del espacio Schengen deben gestionar tanto las
ventajas como las desventajas de este acuerdo. La situación creada por cientos
de miles de migrantes complica aún más la siutación.
Bucarest lleva años esperando su aceptación en el
epacio Schengen. Las autoridades rumanas insisten en que
Rumanía cumple los criterios técnicos desde el año 2011. ¿Podría Bucarest
verificar ahora su capacidad de actuación como miembro Schengen y contribuir de
alguna forma a la solución de la crisis migratoria? El presidente de
Rumanía, Klaus Iohannis :
Rumanía es y quiere ser a continuación
parte de la solución. Rumanía es solidaria con los demás países miembros de la
UE. En el actual contexto nuestros planteamientos se fundamentan en la
solidaridad y la responsabilidad.
Seguiremos apoyando a los demás Estados miembros Schengen y seguiremos
aportando soluciones. Rumanía está en condiciones de asegurar muy bien las
fronteras externas. A pesar de no ser todavía miembro Schengen, Rumanía toma
muy en serio su misión de defender las fronteras externas de la UE, y ya tiene
resultados muy buenos. Rumanía se comporta de hecho como si fuera miembro del
espacio europeo de libre circulación.
Estos últimos
años, la adhesión de Rumanía a Schengen
se ha visto postergada por
razones de política interna de varios estados de la UE, y ha vuelto a fracasar un nuevo intento de poner
este tema sobre la mesa del último
Consejo de Justicia y Asuntos de Interior de comienzos de este mes.
Recientemente, en el marco de una conferencia organizada por la Comisión
especial del Parlamento rumano encargada de la adhesión de Rumanía al espacio de
Schengen, el exministro de Exteriores, Titus Corlăţean, ha
opinado que esta vez la adhesión a Schengen no tiene nada que ver con los
esfuerzos de Rumanía, sino más bien con un ambiente político poco propicio en
Europa, a causa de la crisis migratoria.
Parece que los informes Frontex redactados por los numerosos y variados equipos de control
que vinieron a Rumanía para ver como están
nuestras fronteras, no pasan de las oficinas de esta agencia europea de
vigilancia y no llegan a los altos cargos políticos europeos. Siempre han aparecido
factores que hicieron inoportuna nuestra adhesión y en general fueron factores
exteriores a Rumanía.
La percepción general es que la actitud de los
países miembros del espacio Schengen
frente a la adhesión de Rumanía a este espacio de libre ciruculación no cambiará a corto plazo.