Advertencias sobre el calentamiento global
Corina Cristea, 01.09.2019, 07:15
En un mensaje vehemente destinado a impulsar las acciones para
combatir el calentamiento global, el secretario general de la ONU, Antonio
Guterres, ha advertido que los países del planeta no van por buen camino si
quieren lograr sus objetivos de limitar el aumento de las temperaturas
definidos en el Acuerdo de París.El
pacto, cerrado entre 195 países miembros de la ONU, prevé limitar el
calentamiento climático del planeta a dos grados Celsius frente al nivel
registrado en la época preindustrial. Paradójicamente, a medida que las cosas empeoran,
las medidas políticas retroceden, según aprecia el responsable de la ONU,
añadiendo que las pequeñas naciones insulares serán las más afectadas. Los
líderes de los Estados de las Islas del Pacífico han emitido una declaración
común que advierte que el cambio climático determinará una catástrofe global.
La carta señala que el tiempo corre en contra de la región del Pacífico y
centenares de pequeñas islas y sus habitantes
están en peligro. Los líderes han advertido que las pérdidas son
significativas ya que se han registrado incrementos de los niveles del agua y
episodios de climáticos extremos.
Antonio Guterres ha declarado que salvar el Pacífico es vital para
poder salvar todo el planeta. Desafortunadamente las temperaturas aumentan, las
precipitaciones cambian, los glaciares se derriten a un ritmo alarmante y el
nivel promedio del mar en todo el planeta está en aumento. El calentamiento global
también es causado por el aumento de los gases de efecto invernadero en las concentraciones
atmosféricas como consecuencia de las emisiones resultantes de las actividades
humanas. Para atenuar el cambio climático debemos reducir o prevenir estas
emisiones. ¿Cómo lo hacemos? A través de medidas. Sin embargo este aspecto se
vuelve cada vez más complicado.
Invitada a Radio Rumanía, Lavinia Andrei, presidenta de la Fundación Tierra
Milenio III, explica lo siguiente, aludiendo incluso a las propuestas sobre las
emisiones de gases de efecto invernadero hechas en la cumbre de Sibiu (en el
centro de Rumanía) por una parte de los países comunitarios, propuestas cuya
paternidad ha sido asumida por el líder francés Emmanuel Macron.
Cualquier medida implica
medidas en la economía, en la industria, en general medidas radicales. La
propuesta hecha por los ocho Estados europeos y el presidente Macron de reducir
a cero las emisiones de
gases de efecto invernadero hasta 2050, implicaría en primer lugar para
nosotros, en Rumanía, que dejáramos de utilizar el carbón. No significa que debamos
hacerlo a partir de mañana, pero para crear esta transición, las medidas deben
tomarse ahora mismo. Pero, ¿qué pasará con la población de dicha zona? ¿A qué
se dedicará?
Además existe la presión de los negocios, según recuerda Lavinia
Andrei. Medidas relacionadas, principalmente con la agricultura y la protección
del medio ambiente figuran entre las propuestas ambiciosas hechas por el líder
francés.
La corresponsal de Radio Rumanía en París, Daniela Coman:
Reducir a la mitad el uso
de los productos químicos para combatir las plagas y las enfermedades en la
agricultura, pagar de fondos europeos a los agricultores que producen de manera
más limpia y sana y reducen el uso de las pesticidas, que producen alimentos
biológicos y que toman medidas para salvar a las abejas son sólo algunas de las
iniciativas que Emmanuel Macron desea promover a nivel europeo.
Un 25% del presupuesto de la UE debería ser destinado para proyectos
que luchan contra el cambio climático, según considera Macron. Europa
representa el tercer mayor emisor detrás de China y Estados Unidos, según
recuerda el catedrático Mircea Dutu, quien explica la reticencia de algunos países
en cuanto a la carta de los ocho Estados firmada posteriormente también por
Letonia:
Con respecto a dicho
documento, en Sibiu se ha manifestado una falla a nivel europeo. En primer
lugar, no se ha tratado del funcionamiento del dueto Francia-Alemania que de
costumbre logra imponer a nivel de la UE ciertas decisiones. En esta situación,
el presidente Macron tuvo que encontrar aliados en otros países porque
Alemania, por razones de política interior y como consecuencia de las
dificultades que tiene en cuanto a la reducción de las actividades productoras
de gases de efecto invernadero, en realidad no rechaza semejante idea, sólo la
aplaza.
Alemania y los países de Europa Oriental piensan que 2050 es una meta
demasiado ambiciosa, dañaría la competitividad europea y por eso desean
aplazarla hasta 2060. Los militantes medioambientales, por otra parte, quieren
que los líderes asuman un calendario más ambicioso, argumentando que las
recientes protestas contra el cambio climático indican que los ciudadanos de la
UE reaccionan rápidamente.