Acuerdo sobre el cambio climático
Firmado en 2015 por casi 200 Estados con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global, el Acuerdo de París sobre el cambio climático entrará en vigor el próximo mes de noviembre.
România Internațional, 14.10.2016, 10:13
Este Acuerdo internacional que establece las directrices del planteamiento global del cambio climático después del año 2020, es el tercer documento significativo en este ámbito, tras la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 1992 y el Protocolo de Kioto, de 1997. En Washington, el presidente Barack Obama ha confirmado que entrará en vigor en noviembre después de ser ratificado por algunos de los países más contaminantes del mundo: EE. UU. y China. “Como las dos mayores economías y los dos mayores emisores del planeta, nuestra entrada en este acuerdo continúa el impulso de París y debe dar la confianza al resto del mundo de que nos dirigimos hacia un futuro con bajos niveles de carbono”, ha dicho el líder de la Casa Blanca. «Algún día veremos esto como el momento en que finalmente decidimos salvar nuestro planeta», ha añadido Obama.
En Bucarest, el catedrático Mircea Duţu recuerda el contexto en el que aparece este acuerdo, presentando la situación de los últimos años desde el punto de vista del cambio climático.
“Hace falta admitir que, a pesar de algunas opiniones según las cuales asistimos a una ralentización del ritmo en el cambio climático, en realidad los cambios mantienen el mismo ritmo y en los períodos en que han aparecido fenómenos globales, como El Niño o La Niña, sin duda las temperaturas medias han registrado oscilaciones, sobre todo subidas de estas temperaturas por encima de las medias habituales. Coincidimos todos en que después del año 2000 tuvimos los años más cálidos de la historia del registro de datos meteorológicos, que los fenómenos climáticos extremos tienden a ser norma y los más pesimistas piensan en un cambio del sistema del clima tal como lo conocimos antes de mediados del siglo pasado, en los años 1960. De todas formas conviene destacar que en las condiciones en que la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera ha superado el umbral crítico de 400 partes por millón debemos esperar, si no intervienen factores naturales perturbadores importantes, una tendencia denle el aumento de la temperatura media global. Para no llegar a un desequilibrio que cree un ritmo rápido de desregulación climática que cambie radicalmente las condiciones de existencia de la humanidad, se están tomando medidas desde hace tiempo a nivel internacional. La primera señal y documento firme en este sentido fue firmado en Rio en 1992: la Convención-Marco sobre el cambio climático. Tuvimos luego la experiencia del Protocolo de Kioto y los últimos años nos preguntamos ¿qué hay que hacer después de Kioto?”
A diferencia del acuerdo anterior de la ONU sobre el calentamiento global, el Protocolo de Kioto de 1997 que entró en vigor ocho años después de su firma y que se refería solamente a los países ricos, el Acuerdo de París entrará en vigor muy rápidamente. Y eso porque, según informan algunos estudios de la ONU, existe la tendencia de que la temperatura media mundial aumente tres grados o más hasta el año 2100. 2016 será el más calido desde que se registran datos meteorológicos en el siglo XIX. ¿Qué hay de nuevo en el Acuerdo de Paris? El académico Mircea Duţu:
”El Acuerdo de París, firmado por 195 Estados miembros, representa el primer éxito de una negociación bajo la protección de la ONU después del año 2000, es decir el primer éxito del siglo XXI. El alcance de este Acuerdo es unviersal, y su estatuto de derecho internacional permite su aplicación en la normativa nacional aunque se trata de un acuerdo preponderantemente político. Lo que no tiene precedente es que la sociedad civil está comprometida y movilizada al lado de los Estados para alcanzar los objetivos fijados: mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2 °C sobre los niveles preindustriales y limitar el aumento a 1,5 °C .
Se contempla también asegurar la neutralización de las emisiones de gases de efecto invernadero a partir de 2050 y establece a la vez contribuciones nacionales voluntarias que serán revisadas cada cinco años. El Acuerdo de París, asumido por consenso, aún tiene una serie de grandes fallos. En primer lugar no es obligatorio. Las contribuciones nacionales siguen siendo objetivos voluntarios, tampoco está previsto mecanismo alguno de verificación. Se ha establecido evaluar los avances hacia el objetivo a largo plazo mediante un mecanismo de transparencia y rendición de cuentas.”
En cuanto a Rumanía, el profesor Mircea Duţu recuerda que nuestro país no tiene problemas a la hora de asumir y cumplir sus compromisos de reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Ha superado los estándares y los objetivos propuestos en cuanto al nivel de energía renovable que se usa en el consumo general de energía y tiene la capacidad de asegurar el cumplimiento de los objetivos europeos en este ámbito.