40 años desde el primer vuelo de un rumano al espacio exterior
En mayo de 1981, el rumano Dumitru Prunariu y su compañero de vuelo, el cosmonauta soviético Leonid Popov se acoplaron con la cápsula Soyuz 40 a bordo de la estación espacial Salyut 6.
Corina Cristea, 13.08.2021, 07:10
En mayo de 1981, el rumano Dumitru Prunariu y su compañero de vuelo, el cosmonauta soviético Leonid Popov se acoplaron con la cápsula Soyuz 40 a bordo de la estación espacial Salyut 6. Después de 7 días, 20 horas y 42 minutos que estuvieron en el espacio exterior, los dos volvieron a la Tierra el 22 de mayo por la tarde, aterrizando la cápsula en la estepa de Kazajistán. El programa espacial dentro del cual tuvo lugar el vuelo se llamaba Interkosmos, un programa a través del cual la Unión Soviética invitó a los países socialistas de Europa del Este, y no sólo a ellos, a participar con un candidato cosmonauta para efectuar un vuelo común. En aquel momento, Dumitru Prunariu se convirtió en el primer, y hasta ahora, el único, cosmonauta rumano, siendo su misión la referencia más importante en la historia de la astronáutica de Rumanía. Ahora, 40 años más tarde, Dumitru Prunariu ha recordado dentro de un evento de aniversario organizado por el Ministerio rumano de Exteriores las condiciones y los experimentos científicos realizados en el contexto de su participación en la misión espacial:
“Nuestro vuelo espacial incluyó una serie de experimentos creados por científicos rumanos, por una serie de institutos, siendo la mayoría de ellos parte del Instituto Central de Física de Măgurele. Otros se centraron en el desarrollo de algunos experimentos médicos, para estudiar la adaptación del cuerpo humano a las condiciones de ingravidez, continuados después por mediciones respecto al cuerpo al volver a la Tierra y la determinación de la manera en que el cuerpo humano se vuelve a adaptar a las condiciones terrestres. Desde el punto de vista tecnológico, algunos experimentos se centraron en el ámbito astrofísico, el estudio de las radiaciones cósmicas en ciertas zonas de la Tierra. Los especialistas estuvieron interesados sobre todo en la zona del Atlántico Sur, donde hay una anomalía del campo magnético de la Tierra. En aquella zona, registramos índices de la radiación cósmica 20 veces mayores que en otras zonas en la misma altitud sobre las cuales volamos. Hubo experimentos para estudiar las partículas pesadas en distintas altitudes de vuelo de la nave espacial, hubo experimentos tecnológicos, por ejemplo se estudió la posibilidad de obtener algunos materiales de alta pureza que se pudieran usar en la industria electrónica, incluso en la industria de las células solares para producir energía en el espacio exterior.
“Lo que me sorprendió cuando llegué a la altura del espacio exterior fue la delgadez de la atmósfera terrestre. Si se compara la Tierra con una manzana, la anchura de la atmósfera no sería mayor que la anchura de su cáscara. Es casi chocante entender que en aquella capa delgada se desarrolló la vida y se desarrollan todos los procesos vivos, y que nosotros, siendo ignorantes, contaminamos esta atmósfera, envenenamos lo que respiramos y lo que respirarán las futuras generaciones y al mismo tiempo deforestando, ya que los bosques representan la fábrica de oxígeno del planeta, ha advertido también Dumitru Prunariu. ¿Qué futuro tendrá el espacio? ¿Será un futuro gubernamental? ¿Será uno privado? Nuevamente al micrófono, Dumitru Prunariu:
“Sin duda alguna, el futuro será una colaboración entre los dos. Ahora no sólo los gobiernos invierten en este sector. A medida que se ha desarrollado este ámbito se han encontrado oportunidades de negocios y de beneficios usando el espacio exterior, y ahora Elon Musk envía gente a bordo de la estación espacial intrenacional. Asimismo, está preparando y está probando una nave gigante con la que enviará elementos de infraestructura para la futura base permanente en la Luna, del polo sur de la Luna, y con la que tiene la intención de enviar 20 personas en un equipo complejo tanto a la Luna como a Marte. Es un emprendedor con visión, un emprendedor que sabe usar su dinero, tanto para ayudar al Gobierno estadounidense a continuar desarrollando actividades espaciales, porque trabaja en colaboración directa con NASA en muchos programas suyos, como también para obtener beneficios, negocios, a través de los cohetes que superaron hace mucho tiempo los límites impuestos inicialmente por los estándares gubernamentales. Ahora hay cohetes totalmente recuperables, se vuelven a usar, es decir que su precio ha bajado mucho. Hace dos años aseguraba aproximadamente un 20% del total de los lanzamientos comerciales de satélites en el mundo, e inmediatamente después de él, las agencias gubernamentales empezaron también a estudiar la posibilidad de crear cohetes recuperables que bajaran mucho los gastos de explotación del espacio exterior. Seguramente el precio del kilo enviado al espacio exterior bajará mucho frente a los aproximadamente 15-20.000 dólares que cuesta ahora un kilo enviado al espacio. No sólo Elon Musk, sino también Jeff Bezos, quien es también la persona más rica del mundo, efectuará vuelos con turistas al espacio exterior. Incluso prevé la posibilidad de efectuar vuelos suborbitales por precios razonables para las personas que tienen mucho dinero, de aproximadamente cientos de miles de dólares. Seguramente no sólo la exploración de la Luna, sino también de los planetas lejanos, Marte es el objetivo principal de las inversiones muy detalladas en el futuro próximo, porque se supone que en el planeta Marte hubo vida, hubo agua, y todavía hay agua bajo ciertas formas y el actual rover estadounidense Perseverance está buscando de forma muy organizada huellas biológicas ancestrales en el fondo de un lago donde aterrizó. La nave china que llegó allí envió un módulo que bajó a la Luna, y está efectuando el mismo tipo de investigaciones en otra zona geográfica de la Luna. La competencia en el espacio exterior obligará a la zona gubernamental a cooperar con la zona privada. Incluso en Rusia, en China, que inicialmente se basaron sólo en las estructuras gubernamentales, actualmente se fomentan las iniciativas privadas porque éstas conllevan unas implicaciones mucho más lejanas que los límites bastante estrictos del entorno gubernamental. Y éstas conllevan finalmente el desarrollo.
En 2021, junto con el 40 aniversario del vuelo de la misión Soyuz 40, se celebran también otros dos momentos memorables en la historia de la astronáutica: 70 años desde el vuelo de la primera persona al espacio (Iuri Gagarin, el 12 de abril de 1961) y 40 años desde el primer vuelo del programa Space Shuttle, a través del lanzamiento del transbordador espacial Columbia.
Versión española: Monica Tarău
(Corina Cristea)