Viaje a la parte oriental de Transilvania
Aunque es menos frecuentada por los turistas, la parte oriental de Transilvania, más exactamente los distritos de Covasna y Harghita, tienen mucho que ofrecer a sus visitantes.
România Internațional, 19.09.2019, 15:35
Aunque es menos frecuentada por los turistas, la parte oriental de Transilvania, más exactamente los distritos de Covasna y Harghita, tienen mucho que ofrecer a sus visitantes. Por ejemplo el balneario Băile Tuşnad, situado a 66 kilómetros al norte de Braşov (importante ciudad de Rumanía), en el desfiladero del río Olt, es un destino idóneo para la temporada estival. Además de las curas balnearias, los turistas pueden optar por hacer senderismo en las montañas que rodean la localidad, disfrutando de los bosques llenos de árboles frondosos. Debido a que fueron construidas varias pistas de esquí, el balneario es cada vez más atractivo para los aficionados a este deporte, en la temporada fría. La localidad fue transformada en balneario en el año 1845. Sin embargo, existen documentos del siglo XVI que dan fe de la existencia de manantiales de agua mineral y de sus propiedades terapéuticas. En el año 1890 fue inaugurada la primera base de tratamientos. Entre los factores terapéuticos de este balneario cabe mencionar una gran concentración de iones negativos, las aguas minerales y las emanaciones naturales de dióxido de carbono. De hecho, el dióxido de carbono es recomendado para tratar varias afecciones cardiovasculares.
Costin-Ion Corboianu es guía turístico y nos ha recomendado también otros objetivos turísticos en los alrededores.
“Podemos visitar el llamado País Szekely, en el distrito de Covasna, donde podemos pasar un fin de semana muy interesante. Es una zona muy rica en objetivos turísticos. Hay varios castillos o casas señoriales que fueron rehabilitadas en los últimos años. En uno de estos castillos incluso se puede pernoctar, en Valea Zălanului. De allí, se pueden emprender excursiones al lago Santa Ana, a Băile Balvanyos o a Tinovul Mohoş.”
Si hace buen tiempo, los turistas pueden ir a pie al lago Santa Ana, el único lago volcánico de Rumanía. El viaje dura 3 horas. Bastante cerca está el coto natural de Tinovul Mohoş, que solo se puede visitar acompañados por un guía. Allí podemos admirar una planta insectívora llamada “el rocío del sol”. Si los turistas disponen de un coche, pueden optar por ir a visitar Lacul Rosu (El Lago Rojo), que se encuentra a unos 75 kilómetros hacia el norte. Este lago se formó el 23 de enero de 1838, como consecuencia de un terremoto y el derrumbamiento de una vertiente que se convirtió en una presa natural. El bosque fue inundado y, con el tiempo, los abetos se petrificaron.
En nuestro viaje, cruzando tantas localidades, es imposible no observar algunas particularidades. Vuelve con detalles Costin-Ion Corboianu.
“Por ejemplo, las puertas típicas de los sículos miden por lo menos 3,8 metros de alto y son adornadas con los célebres tulipanes. Encima de las puertas podemos observar un alero. Hay quienes dicen que las almas de los difuntos, en vísperas de las fiestas religiosas, vuelven a sus casas y reposan allí.”
Hay varias posibilidades para pasar unas vacaciones en esta zona y todo depende de la temporada.
“Si visitamos esta zona en verano, podemos optar por curas en el balneario Băile Balvanyos o podemos tomar baños de sol a orillas del lago Santa Ana. Los aficionados a la montaña pueden hacer senderismo. También se pueden visitar los distintos talleres de la zona, talleres en que se fabrican objetos de hierro, de piel, de madera, etc. En otoño podemos ver cómo se prepara el aguardiente.”
Saliendo de Băile Tuşnad hacia el este, hacia la curvatura de los Cárpatos, pasamos primero por Bixad y luego llegamos a Balvanyos, un balneario que dispone de una infraestructura turística muy buena. Esta zona es famosa por un fenómeno natural muy raro. El gas que sale del interior de la tierra contiene partículas muy finas de rocas y gotas de agua subterránea de modo que, en la superficie, parece que la tierra está hirviendo.
Luego damos con la localidad de Turia, cuyos vecinos entraron en el Libro Guinness de los récords al cocinar el mayor panecillo de polenta: 152 metros y 32 centímetros.
Desde Turia se puede llegar relativamente fácil a la ciudad de Târgu Secuiesc, donde se pueden visitar dos museos: El Museo de los Gremios y el Museo de Títeres. Este último abarca una colección que suma más de mil títeres.
Desde Târgu Secuiesc llegamos a Covasna. Esta localidad es conocida como “la ciudad de los mil manantiales de agua mineral”. En el parque de la localidad se puede admirar un manantial de este tipo.
“El Charco del Diablo” es un fenómeno natural interesante. Pequeñas emanaciones de barro y gas, de modo especial dióxido de carbono y azufre, constituyen una de las principales atracciones de la localidad de Covasna.
Versión española: Valeriu Radulian