Vacaciones en el campo
En el último decenio, en Rumanía el turismo rural se ha desarrollado mucho. En cada zona del país se han construido pensiones que respetan la arquitectura tradicional, y las costumbres y la artesanía han sido promovidas a través de numerosos festivales y acontecimientos culturales.
Daniel Onea, 17.08.2017, 15:02
En el último decenio, en Rumanía el turismo rural se ha desarrollado mucho. En cada zona del país se han construido pensiones que respetan la arquitectura tradicional, y las costumbres y la artesanía han sido promovidas a través de numerosos festivales y acontecimientos culturales.
Pasar las vacaciones en una aldea rumana es una experiencia espiritual diferente, ha dicho Cristian Catana, responsable de Relaciones Públicas en la Asociación Nacional de Turismo Rural, Ecológico y Cultural, ANTREC.
“Una zona intereseante la representa Transilvania con sus ciudadelas sajonas de las aldeas de Crit y Viscri. Allí, una antigua casa parroquial ha sido transformada en pensión turística y los huéspedes pueden participar en actividades de artesanía y en la preparación de las comidas típicas rumanas. Se organizan también giras a las ciudadelas de Sighisoara, Rupea, Viscri y Saschiz. Mediante la misma Asociación de Turismo Rural, Ecológico y Cultural los turistas interesados en la costa rumana del mar Negro pueden efectuar recorridos al Delta del Danubio que incluyen programas de avistamiento de aves o una visita a las aldeas pobladas por los “lipoveni, un pequeño grupo étnico de origen ruso de unas 40.000 personas que viven alrededor del departamento de Tulcea.
Muchos de los turistas que han visitado Rumanía se han quedado admirados ante los objetos de artesanía realizados por la población local. Cristian Catana nos amplía detalles al respecto.
“Durante los últimos cinco años, el número de turistas que han visitado las zonas clásicas como Bran, Moeciu, Fundata, Simea, o la zona de Covasna, donde se ha desarollado mucho el turismo histórico, ha aumentado en casi un 13%. También en la zona de Oltenia los turistas pueden admirar un tipo de construcción semifortificada típica de los siglos XVIII y XIX llamada “cula. Las agencias de turismo preparan también visitas a las casas de los artesanos de la zona de Rucar, especialmente durante los fines de semana, cuando los jóvenes y los ancianos del lugar llegan vestidos de trajes folclóricos. En la zona de Cluj y Maramures se organizan tambien talleres de artesanía donde los ancianos enseñan viejos oficios a los jóvenes de la Universidad de Artes, y a los turistas.
En la parte occidental de Rumanía, en la zona del Banato y de los Cárpatos Occidentales, la promoción de lo antiguo se hace con ayuda de instrumentos modernos. Cristian Catana nos amplía detalles.
“Existen mapas y programas que se pueden utilizar en los teléfonos inteligentes. Los turistas pueden elegir un mapa de los museos vivos, o de alojamiento en espacios tradicionales antiguos, o de talleres de artesanía, o de gastronomía. Tenemos programas desde el mes de mayo hasta el mes de noviembre y consisten en paquetes turísticos especiales de cinco noches de alojamiento más una noche gratis, o un almuerzo por parte de la casa. Tratamos de fidelizar al cliente mediante un trato y una oferta especial.
Hablaremos a continuación de las ofertas turísticas para la región del norte del país, Bucovina. Las personas interesadas pueden obtener información en línea del Centro Nacional de Información Turística. Carmen Chasovschi, representante de la Asociación “ Salvad las aldeas de Bucovina, una organización que lucha por convencernos de que lo nuevo no debe eliminar a lo antiguo y que construir no significa obligatoriamente “derrumbar, nos presenta el calendario de acontecimientos.
“Los turistas son invitados a participar en el Festival de la Trucha y en el Festival de las Setas de Otoño de la localidad de Vama. A mí me encanta ver a Maramures y a Bucovina como a dos hermanas. Son regiones que se asemejan desde muchos puntos de vista con sus cosas buenas y malas. Cuando digo malas pienso en el paisaje cultural, en las casas tradicionales de madera que, desgraciadamente, empiezan a desaparecer a un ritmo rápido. Nosotros hemos elaborado un plan de alojamiento de los turistas en casas tradicionales para impedir su demolición. Intentamos sugerir a los propietarios que pueden adaptar estas casas viejas para alojar a los turistas.
Nicolae Marighiol es representante de la Asociación “Las más bellas casas de Rumanía y nos hablará de sus programas.
“Dentro de 10… 20 años podríamos llegar a ser destino de turismo rural, agroturismo y ecoturismo de Europa. Tenemos ya tres aldeas Carlibaba, Dragus, y Polovraci, de tres departamentos del país, que han sido reconocidas por la Comisión Europea como puntos de destino turístico de excelencia. Son aldeas con pensiones turísticas, tradiciones, costumbres, que conservan la arquitectura tradicional, los bailes, los trajes típicos. Son lugares que viven debido a la herencia cultural folclórica.
Critian Catana, el responsable de Relaciones Públicas de la Asociación Nacional de Turismo Rural, ha declarado que en 2016 la mayoría de los turistas extranjeros que visitaron las aldeas rumanas procedían de Austria, Alemania y Francia. Los franceses prefirieron las catas de vino en Buzau y Prahova, mientras que los alemanes y los austríacos estuvieron interesados en la cultura de los sajones y en las mansiones de Transilvania.