La historia del vino en Rumanía
Rumanía cuenta con una gran diversidad de extensos viñedos y hermosas bodegas, donde se guardan verdaderos tesoros para los amantes del vino.
Daniel Onea, 12.10.2023, 14:50
Rumanía cuenta con una gran diversidad de extensos viñedos y hermosas bodegas, donde se guardan verdaderos tesoros para los amantes del vino. Además, estas bodegas se pueden visitar como parte de programas especiales que incluyen paseos por los viñedos, explicaciones sobre el proceso de fabricación del vino y, lo más importante, degustaciones. En la edición de hoy, les proponemos una experiencia diferente, la de las leyendas contadas hasta altas horas de la noche, en zonas pintorescas.
Alina Iancu, fundadora del proyecto «Bodegas Rumanía» y promotora de los vinos locales y del enoturismo, dice que, últimamente, ha habido un aumento de las unidades de alojamiento, tanto en las bodegas, como en sus alrededores.
«Desde este punto de vista, en comparación con los últimos dos, tres años, ahora estamos mucho mejor. Solo tenemos una asociación activa, la Asociación de Bodegas en Dealul Mare (región en el norte del país). Hay aproximadamente 15 bodegas en la asociación y organizan Jornadas de Puertas Abiertas varias veces al año. Esto significa que se pueden visitar varias bodegas en un solo día, sin cita previa. Sin embargo, hay muchas bodegas también en Dealu Mare, Drăgăşani, incluso en Transilvania, que han comenzado a organizar eventos festivos como, por ejemplo, conciertos en la bodega o el Día de la Bodega, que se celebra en cierto momento, o el Día de la Vendimia. Entonces, si sabes que hay varias bodegas en una zona concreta, es mejor pensar en cómo organizar tu fin de semana. En una bodega vas a vendimiar, en otra vas a disfrutar del viñedo. Hay varias bodegas que han comenzado a asociarse con otros productores locales, ya sea de quesos o especialidades cárnicas. Así, además de una experiencia enológica, es una experiencia gastronómica. En este sentido todavía tenemos mucho trabajo por hacer, pero los productores locales de ciertas zonas han empezado a armar sus productos y a presentarlos a las personas que los visitan».
Al visitar una bodega, los turistas se inician en el arte y la técnica de la degustación del vino y pueden escuchar su historia. Al final de la visita, los huéspedes pueden hacer una parada en la tienda que pone a su disposición recuerdos en forma líquida. Alina Iancu, fundadora del proyecto «Bodegas Rumanía», dice que el enoturismo puede fusionar muy bien con otras formas de turismo:
«La recepción en una bodega supone también una breve presentación del proceso tecnológico, un paseo donde te muestran cómo procesar las uvas, la zona de maduración con barricas, cuál es la mayor atracción, y luego comienza la cata de vinos. Generalmente, se prueban cinco tipos de vino, y algunos de ellos pueden ir muy bien con otros productos. Visitar una bodega toma casi una hora y media. Pero el enoturismo se complementa con el turismo activo. A menudo se organizan actividades, ya sea en bicicleta o corriendo. Esto sucede a nivel nacional, porque, después de todo, disfrutas de los paisajes, y al final, cuando llegas a tu destino, puedes disfrutar de una copa de vino y de la naturaleza. Rumanía es conocida, tanto por el vino blanco, como por el tinto, pero está creciendo cualitativamente, porque últimamente han aparecido muchas bodegas nuevas y ya no podemos decir que han empezado a mejorar su calidad en Rumanía, las bodegas ya se están lanzando con vinos de calidad. Se hace hincapié, por supuesto, en los surtidos locales, en las variedades autóctonas, y la calidad sigue creciendo».
Además de las catas de vino en las bodegas, los turistas también pueden disfrutar de los eventos en las grandes ciudades del país, continúa Alina Iancu. Por ejemplo, en Bucarest, entre el 21 y 23 de octubre, tiene lugar la segunda edición del Salón Gastronómico:
«Traemos a los productores de vino, los productores de cerveza artesanal, pero también los productores de queso y especialidades cárnicas. De este modo, la experiencia gastronómica es completa, puedes disfrutarla varios días y está justo en el centro de la capital. Este tipo de eventos se celebran anualmente en las grandes ciudades del país. Es un comienzo para asociar los vinos con los productos locales, y este evento no es solo para el público. Los productores locales deben reunirse, porque solo así podemos aumentar el valor de los productos y del lugar. Cuando presentamos un vino y ponemos un queso local al lado, la historia es mucho más compleja. Hay aquí muchos factores, como las personas y los lugares, y el sabor es mucho más intenso cuando se presentan varios productos y todos proceden de la misma región».
Hay muchos turistas extranjeros que vienen a las bodegas, pero la mayoría viene a Rumanía por negocios y piensa en la mejor opción para pasar el fin de semana:
«Los turistas raramente vienen solo por la viticultura. Sin embargo, hay muchos turistas extranjeros que pasan los fines de semana en viñedos como Dealu Mare, Drăgășani o incluso Transilvania, precisamente por eso y, obviamente, se quedan impresionados, porque, en primer lugar, ellos no saben que Rumanía es un gran productor de vino, y, en segundo lugar, están asombrados por la calidad del vino. Luego, se puede hacer enoturismo durante todo el año. Cualquier período tiene su encanto, la naturaleza tiene su encanto, pero el período más solicitado es entre mayo y octubre, cuando la naturaleza y las temperaturas exteriores permiten disfrutar de otras experiencias más allá de la del vino. Sin embargo, es necesario saber que hay que reservar con antelación y, normalmente, se aceptan grupos de seis personas o más».
En la plataforma «Bodegas Rumanía» puedes encontrar información sobre las bodegas y las zonas donde estas se hallan, pero también sobre las variedades autóctonas y, generalmente, sobre cómo catar un vino. Alina Iancu, la fundadora de este proyecto, sigue instando a los turistas cada año a que conozcan los vinos y las bodegas rumanos:
«Llevamos diez años promoviendo el enoturismo. También necesitamos que el público esté cada vez más interesado, porque la experiencia es única y los productores locales han empezado a ofrecer alojamiento, e incluso habitaciones y personal especialmente elegidos. Cuando lleguen a Rumanía, tengan curiosidad por preguntar si hay bodegas cerca, dependiendo de la zona en la que estén, porque los lugares que visiten y los vinos que prueben indudablemente valdrán la pena».
¡Hemos lanzado la invitación! Les esperamos con una nueva edición la semana que viene, cuando lleguemos a Mureș, el distrito de Rumanía con más castillos y mansiones.
Versión en español: Mihaela Stoian