La Dobrogea multicultural
Tierra cargada de historia y de leyendas, Dobrogea atrae a los turistas en primer lugar gracias a su carácter multicultural.
Daniel Onea, 12.09.2019, 16:54
Tierra cargada de historia y de leyendas, Dobrogea atrae a los turistas en primer lugar gracias a su carácter multicultural. La comunidades étnicas que viven en esta parte de Rumanía son el mejor ejemplo de convivencia. Turcos, tártaros, griegos, armenios o judíos han contribuido al desarrollo de la zona. En el pasado, cada comunidad tenía un arrabal que era considerado el centro de la respectiva comunidad.
Diana Slav, guía turística en Constanza, nos habla a continuación del antiguo arrabal griego.
ʺLa comunidad griega fue y sigue siendo la más implicada en todo lo que significa la vida cultural de la ciudad de Constanza. Los griegos construyeron la primera escuela pública de Constanza, en 1865, y el primer teatro de la misma ciudad. El teatro lleva el nombre de ʺElpisʺ, que en griego quiere decir ʺesperanzaʺ y fue construido en 1898. George Enescu dio dos conciertos en este edificio, mientras que Nicolae Iorga pronunció un discurso. Cabe mencionar que Nicolae Iorga tenía raíces griegas por parte de su madre. En esta misma ciudad fue construida la primera iglesia ortodoxa, la iglesia griega Metamorphosis, ʺLa Transfiguración del Señorʺ. La construcción fue finalizada en 1868. En el recinto, incluso hoy en día podemos admirar los candelabros de cristal de Murano, que fueron donados por un comerciante griego en el año 1862. Durante 10 años, ésta fue la única iglesia de Constanza, de modo que los católicos, los ortodoxos y los armenios celebraban sus misas en el mismo espacio. ¿Por qué fue la única iglesia cristiana? Fue construida durante el Imperio otomano. Los griegos habían logrado negociar su construcción con los turcos, pero la condición fue que no superase en altura la mezquita que se encuentra en su proximidad. El techo era plano, sin cúpula o campanario. El llamamiento a la misa nada más se podía hacer por los musulmanes. El actual campanario fue construido en 1947 y es muy apreciado por la comunidad de todos los ortodoxos.ʺ
El rey Carlos I y el futuro zar de Rusia, Alejandro, pisaron el umbral de esta iglesia en 1878 cuando el rey rumano realizó su primera visita a Dobrogea.
Mihnea Hagiu, vicepresidente de la comunidad griega de Constanza, nos ha contado que, actualmente, en esta ciudad viven aproximadamente 2.500 griegos.
ʺAristide Karatzali es el nombre de una de las más importantes calles de Constanza para la comunidad griega. Aristide Karatzali fue el primer socialista de Dobrogea. La primera chispa de la revolución bolchevique se encendió en el buque Potemkin. La tripulación se rindió en 1905. Todos los militares fueron desembarcados en Constanza. Una parte quedó en Rumanía, otros se fueron a Argentina y unos cuantos decidieron volver a Rusia, pero fueron ejecutados por el imperio zarista. Aristide Karatzali fue quien acogió a los oficiales rusos. Por su gesto, las autoridades de 1947 le dieron su nombre a esta calle. Cerca está el Teatro Elpis y, en la misma calle, vivió Nikola Papadopol. Éste fue declarado como el primer ciudadano rumano por el rey Carlos I, en 1877, porque ocupaba el puesto de alcalde de Constanza, desde antes de la llegada de las autoridades rumanas. Él se encargaba de juntar el dinero de los impuestos y de pagárselo a las autoridades otomanas. Le siguió en este cargo también un griego, Anton Alexandidri. La comunidad griega se implicó activamente en el progreso de la ciudad. Los vecinos griegos de esta ciudad, antes de que Dobrogea se uniera con la patria madre, habían firmado y enviado una declaración a las autoridades rumanas pidiendo pasar bajo administración rumana y no búlgara, ya que en aquella época había una disputa entre Rumanía y Bulgaria por la región de Dobrogea.ʺ
A lo largo del tiempo, Ghindărești, del departamento de Constanza, tuvo estatuto tanto de pueblo, como de aldea. Este asentamiento cuenta con una historia rica, con tradiciones interesantes y con una gastronomía deliciosa. Allí, los rusos lipovenos se juntan en la iglesia de la Asunción, cuya construcción empezó en 1906.
Anfisa Demid, profesora de rumano y ruso en la escuela de Ghindărești, ocupa también el cargo de presidenta de la comunidad de los rusos lipovenos y, a continuación, amplía detalles.
Nuestros antepasados eran cristianos ortodoxos de rito antiguo, los que no quisieron abandonar su antigua fe, como solían decir ellos. Lipovenos nos dicen nada más a los que vivimos en tierras rumanas. Una posible explicación sería que, al principio, los rusos se asentaron cerca de un bosque de tilos y en ruso ʺtiloʺ es ʺlipoʺ y a lo mejor por esto nos dicen lipovenos. Hay quienes dicen que nuestra comunidad fue mencionada en un documento por primera vez en una crónica de Valaquia, en la que se afirmaba que en Dobrogea existía una población de rusos asentada en Turquía, porque en aquel entonces Dobrogea era bajalato turco. Vivimos en esta zona desde hace casi 300 años. El nombre del pueblo Ghindărești viene del turco ʺghiuzdarʺ que significa ʺlugar bonitoʺ. Los lipovenos se asentaron cerca de las aguas porque venían de la zona de Don y su principal oficio era la pesca.ʺ
Vamos ahora más cerca de la costa rumana del mar Negro y llegamos a Mangalia. Cerca del puerto turístico, en la parte antigua de la ciudad, están la mezquita Esmahan Sultan y un cementerio, que ocupan una superficie de aproximadamente 5.000 metros cuadrados. Los especialistas consideran que es uno de los más bonitos monumentos arquitectónicos gracias a la mezcla de los estilos griegos y turcos, combinados con algunos rasgos árabes. Este edificio fue incluido en 2004 en la lista de los monumentos históricos.
Halil Ismet, imám de la mezquita Esmahan Sultan, de Mangalia, nos amplía detalles.
La mezquita Esmahan Sultan es una de las más antiguas de Dobrogea y fue erigida a iniciativa de la princesa con el mismo nombre, hija del sultán Selim I y esposa de Sokollu Mehmed Pachá. Es una de las más antiguas mezquitas de Dobrogea. La misa se da en árabe y los sermones, en turco. En Mangalia, la comunidad musulmana suma unas 900 personas. En verano recibimos a muchos turistas tanto rumanos, como extranjeros.ʺ
En la entrada, hay un jardín grande, lleno de flores. También allí hay una terraza donde se puede tomar café turco o té.
Aquí termina nuestra Radio Revista Turística. La edición de hoy fue realizada con el apoyo del departamento de Relaciones Interétnicas del Gobierno de Rumanía.
Versión española: Valeriu Radulian